XII

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- Pues no lo sé, ¿alguna idea? -pregunta tras pensarlo unos minutos.

Alzo mis hombros.

- No lo sé.

Mi teléfono empieza a sonar.
Me levanto y camino hacia mi cuarto para buscarlo.

Número desconocido.

- ¿Si?

- ¿Evans? -pregunta una voz familiar.

Sin duda se trata de Jhon, uno de mis "salvadores" o demonios. Él, junto a el mecánico (como llamamos al dueño del circuito) me ayudaron en mi crisis pre-adolescente.

- ¿Qué quieres? - pregunto sin cortarme.

- Nada, sólo le hablaba a una vieja amiga -dice despreocupado. -Esta semana abren el circuito,por si te interesa.

- Ya era hora. Mi moto está llena de polvo.

- No te preocupes por eso,el mecánico está de vuelta así que no hay problema.

- ¿El mecánico volvió? ¿Cuándo?

- Hará unas dos semanas,de hecho el fue quien se encargo de que el sitio abra de nuevo. Y bueno, ¿contamos contigo?

- Si,claro. Voy para allá.

Cuelgo y dejo el teléfono en la cama.
Busco en mi armario unos pantalones negros y una blusa corta color roja junto a unas convers negras.

Rebusco en una de las tantas cajas amontonadas en mi cuarto y saco mi casco,que ya guarda un poco de polvo.

Le paso un paño para limpiarlo y salgo de mi cuarto con en bajo el brazo.

- ¿Dónde vas? -pregunta Logran, mirándome de arriba a abajo.

- Lo siento, me ha surgido algo. Ya haremos algo otro día -digo arreglando mi cabello.

- Ah,esta bien. Un momento,¿y ese casco?

- Necesito uno si uso moto -respondo con obviedad.

Camino hacia el cuarto de Mike y toco a la puerta.

- ¡Hey enanos! Voy a salir un rato,se quedan solos.

La puerta se abre.

- ¿A qué hora vuelves? -pregunta Mike.

- Toma,regresaré tarde -le extiendo la mano con un billete de 50€. -No la líen. Dile a Lucas que avise a su madre que se queda a dormir.

- Si, vale -responde Mike con pesadez. No sé si hago bien dejándoles solos.

Camino hacia la puerta seguida de Logan y una vez fuera de casa, camino hacia el garaje donde se encuentra mi preciosa moto. La saco del garaje y agarro las llaves de mi bolsillo trasero.

- Guau -dice este boquiabierto.

Esta moto fue una especie de recompensa que me dieron al cumplir los 15,aun no tenía carnet pero eso no fue una excusa para no conducirla.

- Aun no me has dicho dónde vas.

Sonrío de medio lado.

- A la próxima te invito -le guiño un ojo antes de poner mi preciosura en marcha e irme.

Tras media hora de trayecto me detengo frente a la entrada del circuito. Bajo de la moto y entro en el local.

Hay poca gente pero dan vueltas por todo el local arreglándolo para su próxima apertura.

Camino hacia la puerta de atrás y salgo al descampado que conduce al circuito y al taller del mecánico.

- ¿Pero qué tenemos aquí? -dice Jhon tocando mi hombro.

Una MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora