Capítulo 21: Sus labios taparon mis palabras.

223 22 11
                                    

Hay estaba cerca de su rostro, no podía respirar con normalidad. Quería tener la fuerza y la capacidad, para alejarme de el pero no podía, mis miedos eran obvios, esa escena de Anthony siendo apuntado por un arma, no salia de mi cabeza. Tuve  la oportunidad de dispararle a una persona. Todo porque a el no le importo que estoy embarazada, para intentar golpearme otra vez. Ahora estaba allí junto a mi rostro, tratando de hacerme entender que no me quiere perder.

-Te amo. -susurro. No se lo que sentí en ese momento, pero creo que fue enojo.

-Mentira. -lo empuje, ya me había hartado. -si me amaras, no hicieras esto. Maldición! Robert! Estoy embarazada. -señale mi panza con bastaste enojo. -acaso no es obvio.

-Lo siento. -seguía con su cara de perrito.

-Lo siento. -dije tratando de no dar a notar mi rabia. -lo siento! Maldición! Lo dices cada maldita vez que pasa algo así., estoy hartar y no vamos ni por quince días de casados. -si que era ridículo todo esto, no podía mas con todo esto.

-Brith! Quiero hacer que funcione. -articulo que .

-¿Como? -Me cruce de brazos esperando una respuesta, pero no articulaba, ni una palabra. -¿Golpeándome cuando quieras? -Comencé a señalarle algún punto de la habitación algo alterada. -¿Crees que es lo correcto? Di algo maldición! Si quieres que toda esta mierda funcione, debes comportarte como un hombre. ¿Y sabes algo? -Tome valor y olvide mis miedos, era como si otra yo, que salía de mis adentros a veces, hubiera resurgido. -No lo haces. -Y coloque con algo de rabia mi dedo índice sobre su pecho.

-Es que me enloquece como miras a George. Es como si el fuera dueño de ti y yo solo un espejo. -Articulo con dolor.

No mentía en realidad. Y fue lo que me mantuvo en silencio por unos segundos, en los cuales pasaron miles de pensamientos.

-Soy tu esposa. -Tome su rostro con mis manos. -Se supone que debes hacerme sentir segura. -Mis ojos se fueron a otro lugar. -y contigo... -Me aleje un poco. -Solo siento miedo. -no mentía, pero debo reconocer que estoy casada, y debo pensar de una manera diferente. No podía pasar todo un matrimonio con infidelidades.

Todo era diferente, desde el día que me golpeo, solo puedo sentir miedo, ya que tengo la seguridad de que él lo hizo, sin importar las articulaciones de george. No puedo acercarme con confianza a el. Y han pasado cosas con el y Geraldo que nadie sabe. Y la verdad que cuando estoy cerca de ellos, me consumen mis temores. Pero debo continuar el teatro.

-Tratemos de que funcione. ¿Si? -fueron sus palabras.

-Ok! -Pase mi cabello tras mi oreja. -Vamos a intentarlo!

Se estaba acercando a mi, pero lo detuve con mis manos, no seria tan fácil como cree, tenia que mostrar, que merecía mi perdón, no era un simple, ok, y bien. No, era mas que eso.

-¿Que? ¿Ahora que? -Sonaba algo disgustado, pero trato de no expresar emoción.

-Ven!

Comencé a caminar y le indique que me siguiera, estábamos en el pasillo, para bajar las escaleras.

-Dime. -dijo cuando lo detuve antes de bajar.

-Lo que haré, quiero que lo cumplas al pie de la letra, o no habrá arreglo. ¿Bien? -Trate de ser lo mas firme que pude. Pero sabia que no era mucho, pues, ¿Que puede hacer una chica de tan solo 18 años? creo que no mucho.

-Ok! ¿De que se trata.? -pregunto algo cansado.

-Sígueme. -dije mientras bajaba las escaleras.

Baje las escaleras, y me dirigí al único lugar donde se que estarían todas las personas con las que quería dejar varias puntos claros. Entre sin tocar y hay estaban discutiendo como siempre, y dudo que yo no sea la razón de su conversación.

Los Williams.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora