Capítulo 52: Creo que si.

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Ya era de mañana, baje las escaleras y me senté en la terraza, había café y tostadas, también jugo de naranja. (Mi favorito) Tome mi taza de café y me puse a tomar pequeños tragos mientras me hundía en mis pensamientos. No podía dejar de pensar en George y lo que había pasado. ¿Sera que era el chico de los besos que sentía en mi cuerpo cada vez que cerraba los ojos.? ¿Y si No había sido un sueño? ¿Y si Eran mas bien recuerdos? No sabia, pero algo estaba claro y es que nadie se le igualaba a el, quizás ni siquiera el chico de mis pensamientos.

-Brith! -escuche a Patricia gritar, sabia como arruinar lindos pensamientos.

-Dime. -dije serena, no daría a notar lo disgustada que estaba por su intromisión.

-Te estoy hablando y te encuentras en martes. -se escuchaba divertida es como si disfrutara de verme en aquel estado.

-Ya estoy aquí. -dije indicándole que tenia mi atención. No sabía que quería, pero conociéndola. Debe de ser ganas de molestar. Al final, para eso están las amigas.

-¿De que te reías? -cuestiono algo picara. (Se los dije.)

-¿Me reía? -soné mas como una afirmación, pero era mas bien una pregunta.

-Tanto que parecías drogada. -su tono de diva me hizo reír.

-Solo pienso y creo que mis pensamientos son recuerdos. No se. Sólo digo. -dije encogiendo mis hombros. Soné nostálgica. -y prefiero que sean pensamientos, así puedo reírme mas libremente de ellos. -trate de cerrar el tema con eso.

-¿Que clase de pensamientos linda? -cuestiono tomando de su taza de café. Pero sin ocultar ni un poco su interés.

-No se, es como si ese chico pudiera tocar cada parte de mi alma. -estaba entregada a cada pensamiento que pasaba por mi mente en aquel momento. Tanto que no lo note.

-¿Que chico? -cuestiona aún confusa.

-El de mis pensamientos, a veces cierro los ojos y aparecen sus besos y caricias, pero jamás su rostro. Eso me hace sentir frustrada. -dije algo molesta.

-De la forma en que hablas se que no te refieres a Robert. Y eso me alegra! -exclamo!. -pero creo que son mas bien recuerdos. -dijo atrayendo mi interés y sabía que era lo que quería.

-¿Con quien? -cuestione.

-No se querida, debes averiguarlo. -dijo encogiéndose de hombros, la mire incrédula. -bueno, se, pero no puedo decirte. -tanto para nada.

Olvide por un momento que Fatima, mi doctor y Anthony, querían que recordará todo por mi misma, así seria menos doloroso, si tenia un pasado oscuro o algo. Pero la verdad que para mi seria mas agradable si ellos me contaran todo. Pero con Fatima y Anthony seria imposible. Son muy correctos y me cuidan como lo que consideró que son. Mis padres. Oh! Y como olvidar a George, es un divino y me cuida más que cualquiera. Pero dejemos de pensar en el por un momento y volvamos a la realidad.

-Si, lo se. -dije en tono canso. -mejor vamos a el plaza, debemos encontrarnos con Beto. -dije volviendo a la realidad de mi trabajo. Lo amaba, pero me volvía un poco loca de vez en cuando.

-Si, ya quiero ver a mi diva. -dijo refiriéndose a Beto.

-Como digas. -dije tomando jugo y tostada para el camino.

Beto era un chico de 28 años, el cual nos ayudaba en todos los diseños nuestros. Mi chico aunque era Gays era maravilloso, y tenia un gusto por la moda favorable. Le daba todos los toques que faltaban a nuestros diseños, la verdad lo amaba. Era único en su especie y una persona muy humana y dedicada, aunque en la sociedad de hoy en día, los chicos de su genero no son muy aceptados, para mi es la persona mas humana y compasiva que pueda existir. Ademas de su increíble sentido del humor.

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