No podía creer lo que estaba viendo. No es por lo que hizo, y quizás ni con quien lo hizo. Pero es nuestra cama matrimonial y la estaba ensuciando con fornicación.
-Puedo explicártelo. -dijo quitando a Marilys de encima de el y se paraba envuelto en una sabana, para acercarse a mi.
-No descuida. -dije evitando que me tocara. -Sigan en lo suyo, solo vine por mi celular. -Lo abrí y lo mire. -Lo olvide antes de la practica de tus hijos.
-Brithanny. -dijo tomando mi
muñeca mientras me retiraba, mire su agarre y reí sarcásticamente para mirarlo fijo a los ojos con ese odio que tanto quería desde hacía ya un tiempo.-No me debes ninguna explicación. -dije soltándome de su agarre con una sonrisa muy hipócrita de mi parte.
-Esto no es lo que parece. -Que idiota.
-¿Haber, que parece? -Me acerque a el solo un poco. -¿Que mientras yo me voy a llevar nuestros hijos a natación tu busca ensuciar nuestra cama? Es eso.
-Britha..
-No Robert descuida entiendo. Solo que debiste hacerlo en tu oficina como siempre lo hacen. -Ambos me miraron sorprendido. -Si Robert este mundo es muy pequeño y todo se sabe.
-Brith! Lo siento!
-Solo espero que al menos a ti si te provoque un orgasmo. -No se que tanto herí su orgullo, pero cerré la puerta de un portazo y baje las escaleras.
-¿Que paso querida? -Fatima se acercaba a mi.
-Necesito que se lleve a los niños a su casa. -dije evitando su mirada.
-¿Que pasa? -seguía con sus cuestiones, las cuales no quería contestar.
-¿Puede hacerlo? -Esta vez la mire.
-Claro! En casa hay ropa de los dos.
-Bien, me voy y no se por cuantos días. -Sonaba muy preocupada, pero la verdad es que solo sentía rabia y un poco de impotencia. Yo sintiéndome culpable por hacerlo con George, en otro lugar. Y este manchando la estúpida cama que comparto con el.
-¿Y por cuanto tiempo te iras? -suspire con impotencia y trate de sonar grasera ni con voz exaltada con lo que diría.
-No lo se. -Acariciaba mi cabello como loca. -Solo quiero alejarme de esto.
-Descuida.
-¿Y Anthony.?
-En la cocina. -Contesto.
-Y George.
-Salio hace unos 20 minutos. -Según su calculo, salio desde que llegamos.
-¿Y los demás? Año podía dejar de preguntar, pero debía saber ya que no quería que nadie se enterara por el momento.
-En sus trabajos.
Se que la estaba preocupando. Cuando vi a Robert bajar las escaleras con un simple pantalón de pijama le pedí a Fatima con urgencia que se llevara a los niños. Llamaba a Anthony con desesperación, mientras salia por la puerta. Robert me perseguía a paso firme, pero yo corría para alejarme de el.
-Hija! ¿Estas bien? -dijo mientras me sostenía en sus brazos.
-Sácame de aquí. -Le pedí.
-No te vas a ningún lado. -Robert me tomo con fuerza de un brazo, pero enseguida Anthony lo noqueo con un golpe en la mandíbula.
-No vuelvas a tocarla así. -dijo cuando ya lo había dejado inmóvil en el suelo.
-¿A donde vas? -Dijo limpiado la sangre del gran golpe proporcionado por Anthony.
ESTÁS LEYENDO
Los Williams.
Novela JuvenilTodos los derechos reservados. Mi creación, mi historia, espero y la disfruten.