Parte 14: un secuestro, una pizza

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-Listo -. Dijo el chico del callejón quitándose la máscara que llevaba puesta mientras entrábamos a un auto donde había alguien al volante. ¿Cómo sabía sobre la idea de máscaras en el baile? Y ¿Cómo pudo encontrarme si mi rostro estaba oculto?

-Oye linda, ¿crees que te quedarás quieta y te portarás bien o es necesario dormirte?

-Estaré quieta -. Digo con todo el orgullo del que soy capaz, lo último que necesito es perder la conciencia.

-No sé por qué no te creo -. Puso un pañuelo en mi boca y al principio respiré, pero luego, algo en mi interior, hizo que contuviera la respiración y simplemente me hiciera la dormida.

-Gustave, díme algo ¿por qué mierda hacemos el trabajo sucio de Aaron?

-Porque nos conviene. No me interesa lo más mínimo lo que piensa hacer con ella, pero nos dio luz verde para encargarnos de Dandre, y eso es lo que nos interesa.

Vamos Dani, es hora de ser héroe y aparecer para salvar mi culo.

-La verdad es que no creo que vaya a dejar que nos encarguemos de Dandre, es un hijo de puta traidor, no confío en él.

-No hace falta que confiemos en él. Solo es un trato, no un maldito empresario.

Piensa, Janelle, piensa. No puedes morir en este auto. No puedes dejar que ellos ganen, sea lo que sea que quieran.

-Ya casi llegamos.

-Ya me di cuenta, idiota. No necesitas decir lo que es obvio.

-Gustave, eres un maldito.

-Lo sé.

Sentí cuando detuvieron el auto y luego alguien, supongo que Gustave, me levantó en brazos y me sacó del auto.

-Abre la maldita puerta, Bryceton.

Escuché algo pesado siendo arrastrado y un quejido proveniente de Bryceton, eso me hace pensar que la puerta es pesada y que posiblemente no sea fácil escapar de aquí.

Adiós a la idea de escapar pasando desapercibida. Seguro se darían cuenta si intentara huir sin hacer ruido.

Me depositaron en algo blando pero no muy cómodo, supongo que una cama vieja.

-Ve a comprar algo de comer, despertará como en una hora y he escuchado que la mierda esa del cloroformo produce mareos y dolor de cabeza cuando despiertan. Aaron me hizo jurar que la entregaría en perfectas condiciones, no quiero que esté enferma o ese maldito podría joderme la vida.

-Bien, vuelvo en un rato.

-Trae algo para nosotros también. Pasaremos aquí hasta que Aaron regrese de su viaje.

-¿Cuándo vuelve?

-Mañana. Pero mañana irás a comprar más comida, solo trae la cena de hoy y algo para que prepares el desayuno.

-Hecho.

Ya iba notando quien era el cabecilla de la situación.

Breyceton volvió luego de lo que me parecieron diez minutos. Escuché que se llevó el auto. Debe haber al menos una gasolinera o un súper mercado cerca de aquí. Si escapo podría buscarla. No tardaría demasiado, soy buena corriendo, gracias clases de deporte, el único problema es que ellos tienen un auto.

-Traje pizza. Hay una venta de pizza casera muy cerca de la gasolinera y ahí conseguí un par de cosas para desayunar. No se ven muy decentes pero parece comestible.

Mientras te encuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora