Cuando tomo consciencia de la situación, me encuentro en un baile; su temática parece el carnaval Veneciano.
Al pasar por delante de un espejo, observo mi atuendo: llevo puesto un vestido largo, color marfil y con bordados plateados. Mi cabello cae con unos elegantes rizos por mis hombros descubiertos. El cuerpo del vestido es ceñido hasta por debajo de la cintura, y mi rostro esta cubierto por una máscara sencilla.
Alguien me saca de mi trance cuando tira de mí, cogiendo mi mano para bailar. Mis ojos topan con un muchacho que porta una vestimenta de un estilo similar a la mía, mas no puedo ver su rostro: está cubierto por una máscara. El extraño me guía por la gran sala, conduciéndome ante unas puertas que se encuentran abiertas, permitiendo la vista a un inmenso jardín.
De pronto, me siento extraña. El aire ha cambiado; es más espeso, más sucio.
Me doy cuenta de que mi cuerpo reposa sobre una superficie de madera. Intento moverme, mas me resulta imposible; estoy paralizada. Oigo gritos de fondo, como si mi cabeza estuviese aislada.
<<¡Ashly! ¡Ashly, respóndeme! >>
Alguien me llama.
Intento incorporarme, en vano: sigo estando inmóvil, mi cuerpo no responde ante mis deseos. Los nervios empiezan a aflorar en mi interior.
Me duele el costado. Desvío mi atención hacia allí y quiero gritar. Gritar muy fuerte, pero no me sale la voz.
Estoy herida. La sangre oscura brota de mi interior, imparable, desangrándome por el costado izquierdo: una herida de bala.
Noto como mi mente cada vez está mas lejos. Dejo de oír gritos de fondo. Tan solo miro al frente, esperando mi hora.
Justo antes de cerrar los ojos y rendirme ante el dolor, veo unos ojoscolor zafiro, profundos e intensos.
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Eternamente [Libro Primero] ©
Fantasy«Has tenido respuestas ante tí todo este tiempo y tu miedo te ha impedido verlas». Todos los derechos reservados.