Un lazo frágil

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**Narra Luffy**

Sentí que mi garganta ardía, poco a poco comencé a abrir mis ojos y me encontré con un techo de color blanco levemente iluminado por lo que parecía ser la luz del amanecer, di un leve quejido, la sensación de asfixia aun estaba latente en mi organismo, moví un poco mis brazos para ver las marcas que ese maldito de Jocker pudo haberme dejado mientras me torturaba, y sí, en efecto tenía marcas, pero no solo eso, también tenía una manguera de látex que pasaba una especie de suero de una bolsa a mi brazo y mi pecho estaba vendado.

Entonces me di cuenta que estaba en una especie de habitación de hospital, ¿Qué hacía ahí? ¿Cómo fue que llegué aquí? Hace unas horas me encontraba cautivo en ese horrendo lugar...

Escuché como la puerta de mi habitación se abría lentamente, miré y vi a mi jefe entrando con una sonrisa y la bandeja de comida del hospital.

-Que bueno que ya despertaste -Habló con voz meliflua, algo propio de él- Son las siete de la mañana y hace no mucho que acaba de amanecer ¿Quieres desayunar algo?

-Y-yo... -Intenté hablar, pero mi garganta no parecía querer producir palabra alguna, me llevé las manos a esta, en un intento vano de toser.

-No es necesario que digas nada -Colocó la bandeja de comida en una mesita que se encontraba al lado mío y arrimó una silla metálica en la que se sentó- Has estado quien sabe donde durante toda la noche, debes de encontrarte agotado.

-¿Cómo... -Pronuncié con dificultad, apenas fue audible- llegué...?

-Hicimos un intercambio -Me interrumpió.

-¿I-intercambio?

-Sí... pero lo mejor será que te recuperes cuanto antes, de lo contrario, no habrá valido la pena todo lo que hicimos.

Me recargué en mi almohada adolorido, ¿intercambio? ¿Me intercambiaron por algo? Me pregunto que es lo que ese desgraciado habrá pedido, quizás archivos o inmunidad... un dolor ardiente empezó a recorrer mi pecho, instintivamente me llevé la mano hasta el y con sumo cuidado rocé las vendas con mis dedos.

-Arde... -Dije rompiendo el silencio, ya con la voz más clara.

-La anestesia ya debió de haber dejado de hacer efecto.

-¿Qué fue lo que me pasó?

-Una marca...

-¿Marca?

-Sí... -Por primera vez lo vi agachar la mirada- Ellos te marcaron antes de que te devolvieran.

Me quedé expectante, miré una vez más mi pecho. Con mi mano empecé a deslizar lentamente la venda, dejando de poco en poco mi piel descubierta, cerré mis ojos antes de terminar de retirarla, y escuché que mi jefe se levantaba de la silla en la que estaba, apreté ambos ojos cuando la sentí caer sobre mi regazo. Respiré hondo y abrí primero uno y después otro.

Tuve que contenerme un grito de sorpresa al ver la marca, tapé mi boca con ambas manos y vi de reojo la mirada de mi jefe sobre mí.

Era una enorme quemadura en forma de X la que yacía sobre mi pecho, con la piel quemada a los alrededores y con muchas manchas rojizas de diferente tonalidad, ¡¿Pero cómo demonios me hicieron eso sin que yo lo recordara?! Ya estaba siendo tratada, por lo que no sentía mucho dolor, pero la anestesia comenzaba a dejar de hacer efecto sobre mi piel y podía empezar a sentir como el ardor se apoderaba de mi cuerpo.

-¿Cómo fue que...? -Pregunté más para mi mismo que para él.

Sentí una mezcla de terror, miedo y desconcierto... no sabía como debía de reaccionar, miré hacia mi jefe en busca de alguna palabra que me ayudara a encontrarme, pero no hubo ninguna.

Double Life (lawlu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora