¿Nuevos amigos?

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Estar aquí me agota.Tengo que ocuparme de que no me dé un ataque de pánico al estar encerrado,y preocuparme por Ryan.Los párpados se me cierran y la cabeza me pesa como un tonel.Finalmente,apoyo la cabeza en la pared y me quedo dormida.

Al despertarme,por desgracia,sigo estando en el ascensor.En algún momento,mientras dormía,me he ido bajando hasta tener la cabeza en el suelo,y me duele demasiado.
Miro a Ryan,el cuál tiene la mirada perdida y observa las puertas,deseando que se abran.
Jugueteo con mis pulseras de mano haciéndolas sonar.Hago cualquier cosa que mantenga mi cabeza ocupada en otra cosa.
-Dios,¿Puedes parar? Ese sonido me está reventando la cabeza.-me dice con una mirada furiosa.Aparto la mano de mi muñeca automáticamente,intimidada por su mirada,y miro hacia mi ropa.Ahora que no tengo nada que hacer me percato de que mi camiseta tiene algunas manchas en el dobladillo.
Pienso en Ryan.Pienso en lo que dice la gente sobre él.Antipático,mujeriego,fiestero,borde,antisocial.Si mal no recuerdo,solo se junta con personas mayores que él y muy mal de la cabeza.
Y las luces del ascensor vuelven a encenderse.
El corazón me aletea en el pecho,deseando salir de este lugar.El ascensor comienza a temblar de nuevo,y desciende.No quiero mirar a Ryan.No quiero volver a mirarle nunca.
Se abren las puertas y veo a Aihnoa a lo lejos.Salgo corriendo y la abrazo.
-Lo he pasado fatal,tía.-digo hipando,tras la emoción y el sufrimiento.
-¿Cómo lo vas a pasar mal estando encerrado con ese?-dice echándole una mirada de arriba a abajo.Él le mira a ella y sonríe.
-Te recuerdo que tienes novio.
No entiendo a este chaval.¿Por qué a ella le sonríe y a mí que lleva encerrado muchas horas no me dirige la palabra? Es igual.
Al llegar a la habitación me tumbo en la cama,por fin poder dormir en un sitio cómodo.
No puedo evitar seguir dándole vueltas al mismo tema.Duerme en mi habitación,se comporta "amable",y al día siguiente es como si me odiase.En cierto modo me odia.
-¿En qué piensas?-me pregunta Aihnoa,y me doy cuenta de que estoy mirando al techo con la mirada fija.
-En nada.-digo de golpe.-¿Vas a ir a algún sitio está noche?-pregunto cambiando de tema.
-Me temo que si.Voy a la discoteca que hay en la calle Will.Esta a un kilómetro de la residencia.¿Te vienes?Solo vamos Carlos,sus amigos y yo.Por favor.
-Me temo que no.-digo respondiéndole con sus mismas palabras.
-No voy a poder aguantar tanto tiempo sin nadie con quien hablar.Carlos estará con sus amigos y me aburriré.
-Pues no vayas.
-No puedo.Esa discoteca solo está los sábados,y hoy es el único en el que me apetece.
-Prefiero quedarme aquí.

Al llegar a la cafetería,el camarero está ocupado con un joven de mi edad,atendiéndole.Me apoyo en la barra y espero a que acaben.
-Deberías atender a esta joven antes.-dice el chico,sonriéndome.Le devuelvo la sonrisa.
-¿Qué te pongo?
-Café con leche para llevar.
El chico sigue mirándome fijamente,y le devuelvo la mirada.
-¿Vives en la residencia,verdad?
-Si.
-Me sonaba de algo tu cara.-dice riendo.Me uno a él sonriendo.
-Me llamo Óscar.-dice enseñándome la mano.
-Helena-digo estrechándosela.
-¿Qué tal te va en la universidad?-me pregunta curioso.
-Bien,supongo.No estoy acostumbrada a escuchar música a todo volumen,pero me voy acostumbrando.
-Lo mismo digo.Es insoportable ver a gente desnuda andando por el pasillo a las 4 de la mañana,¿no crees?
Me río sonoramente y la gente de la cafetería me mira.Una lagrima resbala por mi mejilla.Soy así de sensible cuando alguien me hace reír.Él la atrapa con la mano,y la deja apoyada en mi mejilla más tiempo del necesario.
-Perdona-dice colorado.
-No te preocupes..-Me entregan el café y lo pago mientras me despido de Óscar.
-Nos veremos otro día.-dice sonriendo.Le devuelvo la sonrisa y salgo de la cafetería.

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