Ese crujido no ha sonado bien

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Al despertar aún tengo sus musculosos brazos rodeándome él cuerpo,y me siento mucho mejor que cuando despierto sola.Oh,Dios,no acabo de pensar eso.
Me intento escabullir de sus brazos pero el gruñe y me intenta agarrar otra vez.Me giro hacia él y lo miro.Duerme sereno,y me dan ganas de comérmelo.
Dios,Helena,basta.
Cuando él abre los ojos me separo unos centímetros de su cara.Mira a su alrededor,como si estuviera buscando algo.Al ver que no lo encuentra,gruñe de nuevo.
-¿Has perdido algo?-pregunto.
-No-dice suspirando.Este chico es de lo más raro.Se sienta sobre la cama y hago lo mismo.
-¿Has comprobado lo que querías?-le pregunto,curiosa.
Él se pone tenso al instante.¿Qué es lo que tanto quiere ocultar y tanto le aterra?
No dice nada,solo vuelve a suspirar.
Y entonces veo un sujetador tirado en el suelo,debajo de una silla.Automáticamente me levanto de la cama y me coloco los zapatos.
-¿Te vas?-murmura.
Está claro.No pienso ser una de las chicas que enamora,se la tira y se va.Cojo las llaves y salgo por la puerta sin decir nada.No pienso volver a pisar esta habitación nunca.

El miércoles por la tarde hemos quedado el grupo que conocí y yo para ir a los bolos.Nunca había jugado,pero me parecía algo divertido.Me puse unos vaqueros cortos y una blusa azul cielo,con las converse blancas.
Era primavera y el sol me abrasaba,aunque no hacía demasiada calor.No esperaba encontrarme allí a Ryan,ya que me dijo Aihnoa que no iba,y yo tampoco me lo imagino jugando a los bolos.Cuando llego ya están todos reunidos y a punto de empezar.
-Hola!-digo a todos en general.No está Ryan,por lo tanto es un peso de encima quitado.
Cuando comenzamos a jugar,me daba tanta vergüenza hacerlo que no acertaba ninguna.Hasta que un chico nuevo se acercó y detrás de mí,dijo:
-Así no.Te enseñaré.-colocó su mano en mi muñeca,y me puso la piel de gallina.-Agarras la bola,y con un movimiento limpio,la lanzas.Ejerce fuerza en esta parte-dijo señalando mi antebrazo- y sobre todo fíjate en el objetivo,que es el centro de los bolos.
Asentí con la cabeza y me dispuse a intentarlo.Cuando todos los bolos fueron derribados,di un gritito de alegría.
-¿Ves cómo no era difícil?
Pasamos el resto de la tarde retándonos a ver cuantos derribábamos,hasta que todos estábamos lo suficientemente cansados para entrar a tiendas de joyas.Todos empezaron a bromear con robar un reloj carísimo y salir corriendo,pero no me los tomé en serio.Fui a ver los collares,los cuales me encantaron y no podría permitirme ni en diez años.Hasta que sonó la alarma de la tienda.
Mi corazón comenzó a latir desenfrenadamente y oí risas a lo lejos.¿Dónde estaban todos?
Espera un momento.Lo habían hecho de verdad.
Intente buscar la salida,y tras dar cientos de vueltas,la encontré.Salí corriendo a todo lo que daba mi cuerpo,pero no fue suficiente.Un guardia me alcanzó y me derribó al suelo.Mi muñeca crujió,y supe por el sonido que estaba rota.Solté un grito de dolor y el guardia siguió empujándome contra el suelo.Mi mejilla toco la superficie helada y supe que no tenía escapatoria.Intenté soltarme en vano.
Hasta que alguien lo derribó por detrás.Intente ponerme de pie hasta que Ryan me dio la mano con fuerza.Le asestó dos puñetazos y salió corriendo.Le seguí.Me dolían los pulmones al intentar seguir su ritmo,que era mucho mejor que el mío.Hasta que llegamos al aparcamiento de coches.Abrió el suyo y me senté en el asiento del copiloto.Puso su coche en marcha y en un minuto estábamos en la autovía. Intenté mover la muñeca,y solté un grito.
-¿Te has hecho daño?-me preguntó.Asentí con la cabeza resguardando las lágrimas que amenazaban con salir.
-Vamos a un hospital a que te curen esa mano.
-No hace falta.-dije automáticamente.
-La tienes hinchada y morada.-dijo señalando la muñeca.
-Se pondrá bien.
-¿Puedes dejar de ser tan jodidamente cabezona y hacerme caso?-dijo furioso.
Asentí y supe que lo mejor sería no hablar.
Cuando llegamos a la sala donde atendían a los pacientes,Ryan no vio el momento de hacer un espectáculo.
-¿Pueden atenderla ya?-preguntó cortante.
-Lo siento,tendrá que esperar,las salas están llenas.
-Joder,¿No ve su puta muñeca?-dijo señalándola.La enfermera echó un vistazo rápido.
-Lo sé pero tendrá que esperar.
-Usted es una...-Le corté poniéndole mi mano buena en su brazo.El se estremeció ante mi contacto,y me lanzó una mirada fría.
-Déjalo,puedo esperar.
Me senté en unas sillas que había colocadas,y tras varios segundos,él hizo lo mismo.
-¿Por qué te marchaste el otro día tan furiosa?-me preguntó mirándome directamente a los ojos.Intenté mantenerle la mirada,pero fue imposible.¿Le contaba la verdad?Sería lo mejor.
-Vi un sujetador en el suelo que no era mío.-dije susurrando.Él se echó a reír.
-No me hace gracia,¿sabes?-añadí con tono serio-no quiero ser una de tus chicas de una noche,¿Entiendes? Así que este será el primer y último día que hablaremos,no quiero estar tan cerca de gente como tú,que solo usas a las personas a tu gusto.No quiero ser una de tus víctimas.Y me arrepiento tanto de haber dormido a tu lado...-Su sonrisa se esfumó de la cara,y me miró con sonrisa socarrona.
-Vamos,rubia,desde el primer momento sabías que me acostaba con tías y no te quejaste en ningún momento.
Ha dado en el clavo.
Tenía tanta razón que le odiaba a él por ello.¿Por qué siempre tenía algo con lo que contestarme?Simplemente era irritante.Miré hacia otro lado,y de reojo vi como sonreía,engreído.
-¿Helena Arwood?-llamó la enfermera.Mi salvación.
Holaa!! Bueno,antes de nada muchas gracias por todas las vistas que tenemos ya,no hubiera sido posible sin vosotros/as.
¿Sabéis una cosa? Yo creé el personaje de Helena basándome en todas mis características y mi personalidad,y en cómo actuaría yo sí un chico así quisiera cautivarme.Y me encanta,por qué es cómo crear tu propio mundo en el que eres el protagonista.
Buenas noches-días-tardes.😻

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