Mejor que nunca

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Helena
Ahora mismo estoy flotando en una nube.Realmente está ocurriendo eso.Ya no me afecta nada,o al menos lo hace en menos medida.Y estoy siendo mucho mejor tratada de lo que merezco.
Pero yo sí que quiero hacerlo.Le necesito aún más cerca de mi,necesito que me de todo lo que puede.Necesito borrar las finas barreras que nos separan,y sé que estoy preparada.
Y lo necesito.

Aunque llevo sin saber nada de él 12 horas,por primera vez confío en el.
Vale,soy una novia celosa pero no puedo no saber nada de donde está la gente que me rodea.En especial,Ryan.
Con él tengo mucha más prisa que con nadie.No quiero esperar hasta llevar un año de relación para hacerlo, por qué sé que es el ideal.

El timbre de la puerta suena y la abro sin mirar por la mirilla.Y detrás de ella me encuentro a Óscar.
-Eh...hola.-Le digo tartamudeando.No me lo esperaba aquí,y menos sabiendo del tema que quiere tratar.
-Hola.-Un silencio incómodo.Muy incómodo.-¿Puedo pasar?
Oh Dios,que irrespetuosa,ni si quiera le dejé entrar.Asiento con la cabeza y me retiro hacia un lado para que entre.Observa mi habitación con curiosidad y se sienta en mi silla de estudio,cosa que agradezco,ya que me da algo de espacio.
-En el hospital no pude tratar este tema,por qué era muy reciente o por nervios,la verdad es que no lo sé.
Solo asiento con la cabeza.¿Qué hago en una situación tan incomoda? Callarme.
-Quería hablar de mis intenciones aquel día.Sé que no te lo esperabas,yo tampoco,pero fue el momento el que me empujó:tanto tiempo sin verte,o no sé,tensión.
-Sabes que yo...-me interrumpe cuando intento crear una frase coherente.
-Si,sé que tú sientes algo por Ryan,y lo respeto,aunque no me parezca bien.Pero yo siento algo por ti.Sé que no tengo ninguna oportunidad,lo supe cuando te quise besar,pero lo intenté igualmente.
-¿Desde cuándo?-es lo único que puedo preguntar.
-Desde que te vi.Sentí algo que no supe entender.Ahora dime,¿Qué te hace querer a esa horrible persona?-me pregunta suspirando.
Suspiro yo también y me tumbo en la cama,boca abajo.Ojalá rebobinara 5 minutos atrás y hubiera mirado por la mirilla antes de abrir.Hubiera sido más inteligente.Pero esta conversación tenía que suceder tarde o temprano.No es evitable,tenía que suceder.
-No lo sé.Simplemente cuando estoy con él siento algo distinto que con los demás.Si,es una persona horrible,pero tiene algo.
-Curioso.-dice poniéndose las manos en la barbilla.Sonrío por qué el aire se vuelve menos denso,y más respirable.Ahora me siento mejor.
-Lo siento,Óscar.No era mi intención.Eres una gran persona y no me gustaría perderte por una tontería,o un error.
Él se levanta y me abraza,y me ajusto a su cuerpo.Pero no me siento protegida.En ningún sitio estoy más protegida que en sus brazos.
Eso es lo que lo hace especial.
Eso marca la diferencia.
La puerta de mi dormitorio se abre y tras ella aparecen Aihnoa y Carlos,quienes caminan de la mano y se detienen al vernos.Nos separamos y ella me mira con una ceja enarcada.
-Te estaba buscando.Teníamos que reparar Física esta tarde,en eso quedamos,¿no?
-Si.-me limpió las manos en el pantalón,ya que estaban sudadas por tanto nervio.-Oscar,nos vemos otro día,tengo que darle clases a Aihnoa.
Él me sonríe,deposita un beso en mi mejilla y se despide de Carlos y Aihnoa.
-Ya me explicarás eso después.-Susurra mientras acompaña a Carlos a la puerta.
Se despiden entre millones de besos que con repugnancia observo.Cuando al fin acaba sacamos nuestras libretas y nos sumergimos en el mundo del magnetismo.

Pasadas tres horas la cabeza está a punto de estallarme y decido finalizar por hoy.Sinceramente solo quiero dormir y nada ni nadie va a impedírmelo.Así que cierro los ojos y me sumerjo en él mundo de mis calientes sábanas.

Un estruendo hace que despierte de repente.Se escuchan chillidos de gente y golpes en puertas.Llantos.Las alarmas de mi cabeza saltan y corro a la habitación de Aihnoa.No está.
Tengo que salir a la calle,pero no pienso ir con mi pijama de unicornios.Busco una sudadera ancha que me cubre hasta la mitad del muslo,unos vaqueros cortos y salgo en sandalias,corriendo por las escaleras.Cuando salgo afuera veo a gente correr de un lado a otro,huyendo de algo.O de alguien.Otro estruendo,este más fuerte que el anterior,y mucho más cerca de mi.Pero me quedo estática,adivinando de donde procede el sonido.Hasta que unas manos me agarran las muñecas con fuerza.
-¿Se puede saber qué haces aquí?-grita Ryan a través de los demás gritos aferrados.
-¿Qué pasa?-ignoro su pregunta.
-Ven,rápido.-me agarra de una mano y echa a correr delante mía.Le sigo como puedo hasta que nos adentramos en el bosque que hay frente a la fraternidad.Los pulmones y músculos me arden por el ejercicio a altas horas de la madrugada.
-¿Se puede saber qué pasa?-pregunto por segunda vez.
-Son unos gilipollas.-exclama irritado.-Se dedican a explotar pirotecnias cerca de la fraternidad,para conseguir crear esto.Les divierte.Pero la gente cree que son bombas o un atentado,y echan a correr.
-¿Quiénes son?-le pregunto.
Él suspira y mira hacia otro lado.
-No lo sé.Nunca llegan a descubrir su identidad,una vez lo hacen,huyen y no dejan ni rastro.
Algo,quizá en su forma de apartar la mirada,me dice que miente.Pero le creo a él antes que a mis estúpidos pensamientos paranoicos.
-Volvamos a la fraternidad,parece que todo se ha calmado.
Cuando estamos andando de regreso,recuerdo que Aihnoa no estaba en la habitación cuando desperté.
-¿Y Aihnoa? Cuando desperté no estaba.
-Está con Carlos,la he visto correr hacia allí.-Dice señalando hacia una dirección.
-Duermes como un oso.-añade.Le pego en el hombro,divertida.-Cuando habían estallado tres bombas pareciste despertarte y darte cuenta de que algo pasaba.Aihnoa se despertó en la primera.
Sonrío y seguimos nuestro paseo nocturno por el bosque.
Washington me aterra un poco.Saber que gente se dedica a hacer esta clase de bromas me da repulsión,no entiendo cómo esas personas pueden encontrarle algo divertido a esto.

Cuando llego a mi habitación de nuevo,duermo en tensión,y no dejo de darle vueltas al mismo tema.
¿Quiénes serán los causantes de lo que ha pasado?

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