Protégeme

Confesiones

Al acercarnos a la habitación,me pongo aún más nerviosa.Mi ropa está desordenada por todos los sitios,y deseo con toda mi fuerza que no haya ninguna ropa interior visible.Me moriría de vergüenza.Que 6 chicos que no conozco de nada entren en mi habitación no suele ser normal.
La puerta se abre y entro la primera.Al ver que solo tengo la camiseta y el pantalón del pijama en el suelo,me tranquilizo.Los recojo y dejo que se acomoden.El líder va a sentarse al lado de mi,en mi cama.
-Mi cama no la toca nadie-digo poniéndole una mano en el pecho para empujarlo.
-Ya lo veremos dentro de unos días-me guiña el ojo.Bajo la mirada y me sonrojo inmediatamente.Se sienta en una silla al lado de uno de su grupo.
-¿Y bien?-dice uno de ellos.
-La droga no es mía.Conocí a unas chicas el año pasado que eran demasiado inocentes,me hizo gracia y les puse alcohol en la bebida cuando estábamos juntas.Se cegaron y una de ellas incluso folló con otro su primera vez.Luego me sentí culpable, pero ellas no se olvidaron fácilmente,y dijeron que me lo pagarían.Y aquí está.Fui a beber un vaso de agua,y no te veía por ningún lado-dice mirándome- casualmente el vaso ya estaba lleno,y dentro de él la droga.La dejaron a propósito para que pensaran que me drogaba cuando no era así.
-Que zorras.-digo sin querer,y me llevo las manos a la boca inmediatamente.
-Ui,¿Mama no te deja decir palabrotas?-dice Ryan.
-¿Y después de esto cesarán las bromas? -preguntó Carlos.
-Ni de coña.Esas putas van a morir ahogadas en alcohol.O en tíos.
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Mi primera vez que no he dormido en todo el día.Las ojeras me llegan al sueño, y como no uso ningún tipo de maquillaje,no puedo taparlas con nada.A las 7 me estoy dando un baño,y preparándome para el primer día de universidad.Me visto con unos vaqueros rotos,una camiseta de manga corta bastante larga,y unas converse.Cojo mi mochila y me dirijo hacia allí,mientras me paro en la cafetería a comprar un café solo.Por el camino me entretengo mirando las tiendas y edificios.Al llegar a la puerta de la universidad,respiro hondo y procuro tranquilizarme.Al llegar al primer pasillo, decenas de universitarios van de un lado a otro,buscando sus nuevas taquillas,ilusionados.Demasiados universitarios guapos,demasiadas chicas efusivas y perfectas.Parezco un bicho entre tanta perfección.Un grupo de adolescente me empuja y chocó violentamente contra otro chico.Alzo la vista hacia él y veo justo a la persona que menos quería ver.Ryan.
-Lo siento.-Digo entre susurros,mientras me pongo roja.
-¿Por qué?-Se ríe fuertemente.
-Nada.-Salgo andando,bueno,casi corriendo.Llego a la primera clase que tengo:Lengua.Atiendo a todas las explicaciones,y así 5 horas más.
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Al salir de la universidad,no todo ha salido tan mal como pensaba.Estoy saliendo por la puerta cuando el grupo de delante se para delante de mí,sin girarse.Voy con la intención de adelantarlos,pero uno me pone una mano en el hombro.El contacto es como el hielo,y me separo rápidamente.Me giro, y como no, está Ryan,de nuevo.
-¿Ya no te vas a despedir?
Sigo andando haciendo caso omiso a sus palabras.
-¡Estrecha!-gritan todos detrás.La gente me mira y se ríe.Oigo comentarios desmoralizados: "Es virgen con 18 años.Debe ser una leyenda urbana." "Vaya mojigata"
"¿Has dado ya tu primer beso?"
Todos se ríen,incluido el grupo de Ryan.
Al llegar a casa estoy tan colorada,con ganas de gritar y de llorar.Intento tranquilizarme tomándome un té,pero ni eso.Es el primer día y no he conseguido hacer ni una simple amiga.¿Así serán todos los días?
Por la tarde decido salir a correr un rato,para despejarme.Aun no hay deberes ni nada que estudiar,y aprovecho el fresco de la tarde para ello.Me cruzo con parejas sentadas en bancos,dándose cariños,abrazos.Ojalá yo pudiera ser tan feliz como ellos.Ellos tienen a alguien a quien aprecian,y son apreciados.Yo no tengo a nadie.
Decido hacer una parada tras hacer 30 minutos sin descanso.Es lo que suele pasarme:me pongo a darle vueltas a un asunto y descargo mi ira o pena corriendo.Me siento en un banco y observo a la gente pasar:parejas caminando de la mano,niños con perros,adultos con sus hijos...Tal vez la soledad no sea tan mala como es vista.
Y,como otro día más,vuelvo a la residencia a la hora perfecta para ducharme e irme a dormir.Total,¿qué otra cosa puedo hacer?
Al llegar,Aihnoa descansa sobre el sofá,dormida.Le arropo con una manta,me ducho,y tras tomarme un yogur,me duermo en la cama,deseando que mañana sea un día mejor,o con menos dolor.