Ryan
Llamadme desesperado,celoso o cualquier otra asquerosidades,pero Helena no contesta mis mensajes desde hace cuatro horas y estoy empezando a preocuparme.¿Y si está con el gilipollas del Oscar?
Llamo a la puerta de su habitación con fuerza,hasta creo que le abre hecho un agujero al presionar,pero me da igual.Al cabo de unos segundos sale Helena,manchada de espuma por todo el pelo,y con la ropa mojada.Madre de dios,como se le pega esa ropa al cuerpo.Desde hoy mismo vendré más a menudo a su habitación.Lleva una esponja en la mano,y mi mirada recae en sus largas piernas,manchadas de espuma,también.
-¿Qué haces aquí?-dice dejándome pasar.Interrumpe mis pensamientos y entro un poco anonadado al interior.
-No contestabas a mis mensajes desde hace más de 4 horas y me estaba preocupando.
Ella sonríe y se mete un mechón detrás de la oreja.Me encanta como le hago sentir nerviosa con unas simples palabras.
-Estuve estudiando Matemáticas y ahora has interrumpido mi delicioso baño con Coco.
-¿Te estás bañando con el chucho?-digo mientras nos metemos en el baño.
-Sin insultar.-dice llevándose una mano al pecho,fingiendo estar dolorida.Mi mirada se centra en sus dos tetas,que resaltan con la humedad de la camiseta.Ella se sonroja e intenta taparse,pero desvío la mirada para que no lo haga.Consigo mi objetivo.
-Estaba lavándolo.-añade cuando mis calzoncillos se han relajado.
-¿Le has puesto Coco al perro?
-Si.-añade levantando las dos cejas.-¿Acaso no te gusta?-dice con el ceño fruncido.
Levanto las dos manos dándome por rendido,y ella sonríe satisfecha.Se vuelve a meter en la bañera mientras el chucho salta de alegría al verla.Querría estar en su lugar.Se agacha junto a él y me da un primer plano de su culo.Joder,debería controlarme un poco más.Me siento en el suelo camuflando la erección que se sube en mis pantalones.Mierda,es demasiado tarde.
-Deberías vigilar tus hormonas,Ryan.
-No tengo culpa de que tenga tan buenas vistas.-Le lanzo una mirada llena de deseo,y me la devuelve.Se sonroja y sigue echándole champú al perro.
-Hazme un favor,trae la toalla,se me ha olvidado.Esta en uno de los cajones del armario.
Me levanto y voy a buscar lo que la dama desea.Abro uno por uno todos los cajones,hasta que me encuentro el de la ropa interior.Tiene de todo:lencería negra,de encaje,blanca,Rosa...y bueno... También tiene un sujetador de ovejitas.Sonrío y sigo buscando.
En el último cajón encuentro la toalla,pero encima de ella,varias notas de papel,dobladas.Me llaman la atención así que las desdobló leyendo su contenido.Son cartas amenazantes.Todas contra Helena.
En todas dicen que se alejen de mí,que es un asco de persona,que tiene un cuerpo asqueroso.
Pobres ilusas,yo pienso todo lo contrario.
Con un arranque de ira entro al baño y le arrojo la toalla a la cara.
-¡Auch! Podrías ser un poco menos agre...-la cara se le cambia cuando ve que sostengo en la mano las cartas.
-Eso tiene una explicación...
-¿Qué explicación tiene?
-Esto....-Se queda pensativa mirando hacia cualquier sitio excepto a mi.-Las recibí hace mucho tiempo,ya es pasado.
-Mentira.En una de ellas pone la fecha.Y fue anteayer.
Se queda callada dándose por vencida.
-¿Se puede saber por qué ocultaste esto?-digo subiendo el tono de voz.
-Yo no quería...-se ve tan indefensa en estos casos que siento decepción conmigo mismo por hacerle sentir así.
-¿Qué no querías? ¿Qué es lo que no querías?-digo gritando.El perro se aleja unos cuantos pasos,y observa la pelea como si fuera un partido de tennis.
-No me grites.-dice elevando el tono de voz ella también.
Salgo del baño dispuesto a descubrir a la zorra que lo ha hecho,pero Helena me detiene.
-¿A dónde vas?-dice con los ojos cristalizados.Odio hacerla sentir así pero mi mal carácter puede con todo.
-A descubrir quién ha sido.
-No lo hagas.-me mira suplicante.
-¿Por qué debería hacerte caso?-le pregunto intentando tener paciencia.
-No me afecta Ryan.Si de verdad me sintiera amenazada te habría dejado.Bueno,habríamos dejado esto que tenemos...-Obviamente se sentía incómoda con este tema.
-¿Qué somos?-digo acercándome a ella.La verdad es que yo tampoco lo sé.No quiero relaciones pero con ella es algo distinto.Más personal.
-No se...-dice tartamudeando.
-Mírame.-suplico.Odio cuando no quiere mirarme,es un maldito infierno.Ella alza la vista y se muerde el labio inferior para no llorar.
-¿De verdad no te afecta?-digo intentando calmarme a mí más que a ella.Niega con la cabeza repetidamente y se apoya en la pared más cercana.
-Lo siento,debí habértelo contado antes.
Sonrío ante su timidez y me acerco a ella.Cuando menos me lo espero estamos besándonos necesitados el uno del otro.
Sus labios son pura droga que necesito a cada momento.
Le muerdo el labio inferior y ella enreda sus dedos en mi pelo,tirando de ellos y haciendo el beso aún más excitante.La empujo contra mí para que note lo dura que la tengo,y ella sonríe en medio del beso.Maldita capulla.
Coloco mis manos en la parte baja de su espalda,y se aprieta contra mi.Lo necesita tanto como yo.La apoyo en la pared y enrolla sus piernas en mi cadera,mientras le aprieto el culo a cada segundo.
Tras unos minutos nos apartamos necesitados de aire para respirar,y me mira sonrojada.La bajo de encima mía y sonríe.
-Acabemos de una vez con el chucho.-dice usando mi mismo tono de voz.Dios,no sabe cómo me pone eso.Se adentra en el baño y comienza a secar a Coco con la toalla.Luego le pasa el secador por el pelo,el cual brilla como un diamante.
-¿Cuándo fue la última vez que lo lavaste?-le pregunto sentándome en el borde de la bañera.
-Hace una semana,¿por qué?
Abro la boca sorprendido.
-¿Y ya lo estás duchando otra vez?-le pregunto asombrado.
-Si,Ryan,la gente limpia suele lavarse a menudo,al igual que a los perros.Pero claro,tú no tienes ni idea de lo que es estar limpio.-dice sacándome la lengua.
Cojo la manguera del baño y abro el grifo vertiendo el agua sobre su cabeza.Ella grita sorprendida y se hace con el poder de la manguera,mientras me devuelve el gesto.Ella acaba con la camiseta empapada,donde se le transparenta el sujetador negro de encaje,y a mí se me transparenta el pecho y los abdominales.Ambos nos observando el uno al otro,y en su mirada puedo observar deseo.La mía expresa algo mucho mayor.Me acerco a ella y vuelvo a besarla,esta vez mucho más intenso que ninguna otra,y andamos retrocediendo hasta acabar en el borde de su cama.La miro esperando una respuesta que estoy ansioso por saber,y todo se vuelve de color cuando afirma con la cabeza.
Mis seguidoras más pervertidas,ha llegado el momento que tanto estabais esperando,y no me lo neguéis ahora😏😏 pero como sabéis soy tan mala que os dejo con las ganas,pero dont worry,mañana hay capítulo seguro!
Buenos días/tardes/noches,pervertidas 😏😏❤️❤️
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Protégeme
Novela JuvenilRyan siempre fue mujeriego,violento,misterioso y sexy,terriblemente sexy. ¿Quién puede cambiar a una persona así? La entrada de Helena a la universidad de Washington supondrá un gran cambio en ambos. "Nunca me enamoraría de alguien como él" "Ni en m...