El mundo es un pañuelo

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Hoy vería a mi familia.
Nos habían dado 5 días de "vacaciones" para descansar de los estudios,y aproveché esos días cortos para viajar a Wisconsin,para reunirme con mis padres y el resto de familiares que tanto echaba de menos.Me avergüenza admitir que apenas me acordé de ellos mientras estuve aquí.Si,soy una hija horrible.
El teléfono vibró y me sacó de mi ensañamiento.
-¿Si?-pregunté sin ni siquiera mirar quién era.
-¡Hoy nos vemos,pequeña!-la voz de mi madre destilaba felicidad,y me contagió una sonrisa.
-Estoy muy emocionada mamá,cuánto tiempo,¿verdad?
-Si,cielo,seguro que has crecido muchísimo y estas echa toda una mujer.
Me reí ante su comentario y estuvimos hablando hasta que sonó la alarma.
-Mama,tengo que cambiarme e ir al aeropuerto.¡Adiós,te quiero!

Grité excitada mientras me desvestía.
Me puse unos shorts blancos y una camiseta con un conejo negra.Me coloqué mis vans blancas,apliqué un poco de maquillaje y en 10 minutos ya estaba lista.No tuve que avisar a Aihnoa de que me iba,ya que toda o casi toda la fraternidad había decidido tomar estos 5 días para visitar a sus familiares.
¿Habrá ido Ryan a visitar a su familia en Wisconsin?
Estar en el mismo lugar que él ponía mi piel de gallina.
Tomé un taxi y en 20 minutos estaba en el aeropuerto.
Tras pasar todo lo necesario para poder volar,la cola para entrar en el avión era larga.Me coloqué detrás de una señora mayor que viajaba sola,y puse música en mi IPod.
Cuando llegué al asiento que me habían asignado,me permití dormir y desconectar de todo.

Cuando desperté estábamos teniendo turbulencias y agarré mis piernas.Odiaba las turbulencias,había tantas tragedias con los aviones que solo de pensarlo subía la bilis por mi garganta.

Por suerte aterrizamos bien y busqué por todo el aeropuerto a mi familia.
Y lo vi.
La espalda de mi padre me resultaba tan familiar que me abalancé sobre él.Me dio un abrazo y sentí que las lágrimas amenazaban con salir.
-Como te he echado de menos mi pequeña.
Lo abracé aún más fuerte y finalmente derramé todo lo que almacenaba en mi pecho.
Cuando llegamos a la entrada de casa,era una situación tan familiar que me entraron aún más ganas de llorar.¿Cómo pude siquiera no acordarme de esto? ¿De mi hogar?
Mi madre salió corriendo por la puerta y me abrazó fuertemente.Era más alta que ella,así que apoyó su mejilla en mi pecho y sollozó.
Cuando logramos separarnos,tenía lágrimas en sus ojos y le temblaba el labio.
-Ya estoy aquí,mamá.
Ella sonrió y me hizo dar una vuelta sobre mí misma.
-¡Mira cómo estás! Estas echa toda una mujer Helena.
Yo la abracé y entré a la casa.Mi casa.Mi hogar.
Los viejos muebles desgastados me acogieron y sabía cuál era mi sitio.Aquí,con ellos.Ojalá los sueños se pudieran cumplir.
Subí a mi habitación y dejé el equipaje.Cuando bajé mis padres me esperaban sentados en el sofá,con pastas y té.Me encanta el té que hace mamá.
-¡Cuéntanos todo!
Comencé contándoles quién era mi compañera de habitación,quien era su novio,quien era mi mejor amiga,y todo lo que hicimos juntas cuando tuvimos tiempo.También les conté todos los exámenes y profesores que había allí,pude explicarles que era el jet lag,y como era la vida en la universidad.Omití el tema de que tenía un corazón roto que no se arreglaría nunca.
-¡Eso es asombroso! Aihnoa tiene pinta de ser muy buena compañera,y Maddie también.-me sonrió sincera.
-¿Qué tal en vuestro trabajo?-les pregunté.
Me contaron que habían despedido a Henri,un amigo de papá,y que había entrado una mujer joven,que tenía un hijo dos años más grande que yo,que estudiaba en mí misma universidad.Me sorprendí por qué podría conocerlo,y les dije a mis padres que si lo reconocía lo saludaría de su parte.
-Hablando de trabajo,mañana al medio día hay una reunión de todas las empleadas que hay en la oficina,y han invitado también a que vayan nuestros hijos,así que...¿vendrás?-me miró suplicante.
-Claro.-Asentí y ella sonrió mientras se levantaba.
-Allí en Washington son las 1:00,debes estar cansada,duerme un poco.
Asentí con la cabeza por qué tenía un sueño enorme,y me acosté en mi cama,la que había tenido que soportarme durante 17 años.Sonreí y con ese pensamiento me dormí.

-Siento despertarte cariño,pero tienes que vestirte para ir a la reunión.
Gruñí y me tape la cara con las manos.Abrió las cortinas y se iluminó la habitación.Me tapé la cara con la almohada,y mi madre la retiró.
-Hija,sigues durmiendo como un oso en hibernación.¿Algún día cambiará eso?
Sonreí y me levanté de la cama.Me puse el vestido que había elegido mi madre para mí,y para qué negarlo.Se ceñía a mis curvas y me hacía un cuerpo mucho más bonito.Era blanco y llegaba por las rodillas.Me prestó sus tacones blancos,que aunque eran bastante altos,me encantaban.Dejé que me maquillara y cuando me miré al espejo vi a otra chica.No era Helena.Era una chica mucho más guapa,y para que negarlo,más sexy.

Después de media hora mi madre salió y lucía espléndida una falda en volandas negra y una camiseta blanca.
-¿Vamos?-dijo y asentí sonriéndole.

Cuando llegamos al aparcamiento de la oficina me permití estar nerviosa.No sabía por qué,simplemente lo estaba.¿Y si no les caía bien a sus jefes?
Mi madre chasqueó los dedos y me sacó de mis pensamientos.Habíamos llegado las últimas,puesto que el guardia dijo que éramos las últimas sin tachar de la lista.
Se abrieron unas puertas gigantescas y la sala quedó en silencio.Todos los ojos se fijaron en las dos tardonas que entrábamos en el lugar.Un joven nos sacó del apuro.
-Bienvenidas,señoritas.
Comenzaron a hablar de temas taaaaaan aburridos que comencé a revisar los asistentes.Todas iban muy bien vestidas,pero hoy no podía quejarme,iba vestida como en una boda.
-...la verdad es que mi hija ha venido desde Washington hasta aquí y es un placer tenerla con nosotros de nuevo...-desvíe otra vez la atención.Sentí unos ojos fijándose en mi todo el rato,pero pensé que eran alucinaciones mías.
-Un chico de esta sala también ha viajado desde Washington para visitar a su madre.-Intenté seguir la conversación,pero me perdí cuando vi los ojos de quién me miraba.
El corazón se me paró.Mis ojos comenzaron a empañarse.
Eh,Helena,soy tu corazón,quiero seguir latiendo,soy muy joven aún.
Mi monedero cayó al suelo haciendo un estrépito y mi madre y el señor dejaron de hablar.Me agaché a recogerlo sin despegar los ojos de él.Él tampoco los despegaba de mi.
-¡Si,es aquel chico!-dijo el señor.Ojalá te caiga un rayo en este momento.El hizo una seña a su madre y a él para que vinieran,y se levantaron de su sitio acercándose hacia aquí.Mi corazón latía desenfrenado por tenerlo tan cerca de mi.Cuando llegaron su aroma me envolvió.
Mantén la cordura,Helena.
-Ya nos conocemos,es la nueva chica que ha entrado.-dijo mi madre sonriéndole mientras le daba dos besos.Luego su madre me dio dos besos a mi.
Bueno,no os conocéis-dijo la madre.Oh si,si que nos conocemos.-Este es mi hijo,Ryan.
Sé que me odiáis por dejaros con este cuerpo,lo sé ❤️❤️❤️
Muchas gracias a todos,nunca me cansare de decirlo 👅👑

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