Voice messages #2

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N/A: La canción que Will le canta a Nico está en multimedia. ¡Escúchenla para ambientarse!

Hoy,
2/02/2017

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Buenos días, Nico.
20:15 ✓✓


▶️
Mira, sé que sigues molesto, pero también que estás escuchando mis mensajes. ¿Todavía sigues con la idea de no contestar? ¿No podemos
hablar como dos personas civilizadas? ¿O al menos no quieres quejarte de mí como la otra vez?
20:18 ✓✓


▶️
Bien, entendí que no. No es necesario que hables de todas formas, solo que escuches. No te he hablado solo para molestarte, aunque no lo creas. Se me ha ocurrido que cantarte te sentaría mejor que te siga hablando. Ya sabes, a veces las canciones expresan
los sentimientos mejor que las palabras por sí solas. Tal vez rechaces la idea, pero mientras tanto tengo que intentarlo. Cuando quieras que me detenga, tendrás que hablarme.
20:21✓✓


▶️
Frío, a medida que apagas las luces
y los recuerdos comienzan a flotar.
Estás dudando de ti mismo
y estás cansado de no ser fuerte.
Duele estar solo por tu cuenta
pero tendrás que esperar.
Porque el tiempo está corriendo rápido
y te tranquiliza saber que no durará.

Es fácil de decir
Todo va a estar bien
Pero ese es siempre el camino
por el que va.
Así que ve más despacio
y estarás bien.

Desgarrado y perdido una vez más
empiezas a creer que no terminará.
Y aún estás solo
con el miedo de ser siempre desconocido.
No puedes entender
por qué siempre eres el que se lastima.
La vida es injusta pero te hace retroceder
cuando casi te has ido.

Es fácil de decir
Todo va a estar bien
Pero ese es siempre el camino
por el que va.
Así que ve más despacio
y estarás bien.

Estarás bien.
Estarás bien.
Estarás bien.
20:26 ✓✓


Nico aventó el celular, pero no con la suficiente fuerza como para hacer que se estrellara contra algo. En realidad el aparato fue a parar en algún punto de la misma cama. Se sentó contra la pared, hundió la barbilla en su pecho y se agarró el cabello que cubría su zona temporal, templándolo con todas sus fuerzas y tratando de inhalar hondo en medio de sus agitadas respiraciones.

Estaba apretando los ojos y los labios. No pensaba derramar lágrimas. Ni una. Apenas habían pasado dos semanas desde la última vez que lloró y no pensaba dañar su récord. Prefería esa apatía que lentamente se estaba apoderando de su corazón.

Pero la canción la había atravesado como una flecha. Contenía las palabras exactas que necesitaba escuchar, palabras que ni él sabía que necesitaba escuchar, pero cuando las escuchó comprendió que así era.

No podía negar que deseaba que Will se arrastrara a sus pies, que experimentara la agonía de la ausencia deliberada que él había sufrido. Pero tampoco podía negar que ese deseo le hacía sentir miserable.

Soltó algo parecido a un aullido de frustración.

No obstante, volvió a escuchar el audio de la canción para dormir. Y lo volvió a escuchar al siguiente día, más de una vez. No podía quitarse las palabras de la canción de la cabeza, ni el cómo la voz de Will las sazonaba. Revoloteaban en su caja torácica como hojas arrastradas por el viento otoñal, dando giros gráciles en el aire, acariciando los tejidos con su tacto dulce y áspero a la vez. Pero eso no era suficiente. Quizá nada sería suficiente.

Will era una página que ya había pasado hacía mucho. Y sabía que si regresaba la miraría con otros ojos. Porque si algo le había dado la ceguera era la capacidad para ver mejor la turbia realidad escondida entre las imágenes distractoras que muestra la visión humana.

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