Una mala noche

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Eran las ocho de la mañana cuando Leonardo de Pazzi de treinta y dos años e hijo mayor del Duque Francesco de Pazzi de Florencia ponía a su agotada hija a dormir tras haber pasado una noche escabrosa batallando contra la fiebre ocasionada por el virus que la pequeña había contraído. Por fin tras largas horas de lucha contra la fiebre y los paseos arriba y abajo para intentar calmar a la pequeña Leonardo ponía a dormir a la pequeña en su cuna sabiendo que al menos ahora la pequeña podría descansar.

Después de poner a la pequeña a dormir avisó a su ama de llaves y a la niñera de que no iría a trabajar, también les dijo que si ocurría cualquier cosa relacionado con la pequeña fueran corriendo a avisarle. Leo, había apagado su teléfono unos minutos antes para poder dormir tranquilamente sin ser molestado. Leo no fue de cuando se quedó dormido, si fue antes o después de que su cabeza tocase la almohada.

**

Leo despertó horas más tardes cuando Brianna su ama de llaves y antigua asistente de su madre llamó a su puerta, Leo todavía en vaqueros bajó corriendo a la habitación de su pequeña para ver que ocurría, al no verla allí bajó las escaleras de dos en dos temiéndose lo peor. Encontró a Brianna al pie de las escaleras con un cesto de ropa y preguntó:

- ¿Qué ha pasado con Stella? ¿Se encuentra bien?

- La pequeña está perfectamente señor, Giorgia le está dando de comer.

- ¡Grazie a Dio! ¿Entonces qué ha ocurrido Brianna?

- Su asistente personal ha llamado señor, pero en cuanto le he explicado que se encontraba descansando por la mala noche que ha pasado a dicho que ya tratarían el asunto cuando usted pudiera.

- Muchas gracias Brianna. Voy a ver a mi pequeña.

- Por supuesto señor.

La mujer se apartó y le dejó pasar con un leve inclinamiento de cabeza a modo de muestra de respeto. Leo se acercó hasta la cocina donde Giorgia acababa de terminar de darle de comer a la pequeña y estaba recogiendo las cosas. Leo cogió a su pequeña en brazos, comprobó que no tuviese fiebre y su estado en general, la pequeña no mostraba ningún signo de estar enferma, al parecer ya había pasado la peor parte del virus. Colmó de besos a su pequeño ángel y le prometió que después de llamar a su asistente él y ella saldrían al patio a jugar con los nuevos juguetes que le había comprado ayer por la tarde.

Después de dejar de nuevo a Stella con Giorgia Leo subió a su habitación; no podía entender porque su asistente había llamado a la villa y no le había llamado directamente a él, aunque probablemente lo había hecho, pero eso era lo de menos, lo que no entendía que era tan importante como para que le llamase al palazzo. Leo encendió su teléfono y vio que tenía diversas llamadas una de su padre diciéndole que, si se podían reunir esta noche para cenar, él le devolvió la llamada y le explicó lo que le pasaba a la pequeña y le dijo que mejor lo dejasen para la semana que vine. La siguiente llamada era de su primo Enzo quien le había llamado para planear unas vacaciones familiares, tenía otra llamada de su amigo Marco quien le había llamado por negocios y la última era de su asistente personal. Dejó las llamadas de Enzo y Marco para más tarde y llamó directamente a su asistente, Giovanni contestó al primer timbre.

- Buenos días Leo ¿en qué puedo ayudarte?

- ¿Qué ha ocurrido que has llamado al palazzo?

- Nada, te llamé al no localizarte en el móvil llamé al palazzo cuando Brianna me explicó lo sucedido decidí dejarte descansar y encargarme personalmente. No era nada grabe. Ya está solucionado.

Un Regalo para el DuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora