Capítulo 3

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MAX


Después de tantas horas de investigación, las coordenadas del GPS empezaron a elevarse. Estaba en movimiento. Decidí no salir en coche, sino averiguar todo desde el centro de mando. Quien tenía el archivo, iba en coche y a una velocidad fugaz. Tanto que hacía perder la señal del satélite, quién quiera que sea, sabía lo que hacía. Aunque no tanto. Encontró el chip muy tarde. De pronto, al llegar a un lugar especifico, perdí la señal completa del dispositivo. Como no sabía qué hacer, busqué mi chaqueta y llamé a Gaia para encontrarnos en la casa de Marco.

— ¡Hey, loco! ¿Encontraste algo bueno? — Estacioné el carro fuera de la casa, por lo que estábamos dentro de mi coche armando todo el plan.

— La verdad, es que sí, sí encontré algo, al parecer llevaron los archivos a un sitio desértico, pero los quemaron, cualquiera que haya sido supo que ubicamos un GPS allí, por lo tanto hay que averiguar al máximo quien ha hecho todo esto y el por qué, desde hoy seguiremos toda pista de cada persona que está en esta casa. Ya hablé con Marco sobre esto, fue un gran amigo de mi hermano. Sabe lo importante que es para mí y nos ayudará. — Todo está en un velo de humo, no sabes cómo o cuando terminaremos esta búsqueda y eso me frustra por completo. Por otro lado, el mejor amigo de mi hermano Eliot, Marco, sabe toda nuestra historia y nos tratará de ayudar, a mí y a mi familia. Marco es una buena persona, lo conozco desde que mi hermano trabajaba como la mano derecha de mi padre en la comisaria, yo apenas me estaba instruyendo, salíamos a pescar, acampar, a todo lo que tenía que ver la vida en el campo, desde siempre ha sido un gran amigo de la familia.

— Vaya... Eso es estupendo. Está fea la cosa tío, la única esperanza que teníamos era ese GPS, ¿tú qué crees quien sea? Para mi es Blake, tiene muchas cosas ocultas, todo un enigma el tío... — Su pregunta me pone en alerta, no sé por qué pero estoy preocupado de que sea esa chica, Clara. Tiene un pasado con la guerrilla y eso no se puede quitar tan fácilmente. Es tan jodidamente hermosa que ni siquiera puedo pensar todo lo que le hicieron o hizo. No sé muy bien su pasado, ni creo que pueda ir más allá, no consigo nada de ella por nada del mundo, solo su vida actual.

— Yo no estoy tan seguro de que sea él, en todo caso meteremos a mas de nuestros agentes encubiertos para tener una máxima vigilancia, no podemos perder a esta persona. No ahora como están las cosas. Si perdemos este contacto, se cerrará el caso definitivamente, sabes que no nos podemos dar ese lujo de injusticia. — Solo pensar en que no se haga justicia por la muerte de mis hermanos se me revuelve el estomago, todas esas personas que alguna vez me dijeron que hiciera justicia a aquellos inocentes y buenos ciudadanos de la ley que mataron. No puedo decaer ahora, ahora no.

— Bueno, prometo estar encima de todo club femenino que me encuentre, ya sabes...— Dijo mordiéndose una uña. Me reí de ella muy fuerte, ya que Gaia no podía estar quieta con tanta mujer buenorra, y allá adentro había mucha. Desde que conozco a Gaia le han gustado las chicas. Lo supe desde la primera vez porque ni siquiera me volteaba a ver, y se supone que llamo mucho la atención. Bueno, eso dicen, no es que me crea un culo, pero estoy bien... No me quejo.

— Hmmm... No se permite ligar en el trabajo ni con el trabajo — Me volví a reír, recibí un puñetazo en todas mis costillas hice un gesto de dolor y sonrió gloriosa.

— Eso es para que aprendas a no decir gilipolleces. Sabes cómo soy en el trabajo. No tienes por qué recordarme como me debo comportar — frunció el ceño y yo le sonreí.

No Te RindasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora