No Te Rindas

Capítulo 11

Arrestaron a un par de transporte Mulas en el aeropuerto de Miami quienes enviaban a cachorros como Mulas, insertándole metanfetamina, cocaína y alucinógeno en su interior para así pasarla, la policía de Colombia llevó a cabo esta investigación por mucho tiempo y Gracias a Dios estos animales están a salvo y el narcotraficante más conocido en Colombia está detrás de una celda sin ningún derecho. Tony Tapia el más buscado a nivel internacional y lo están interrogando ahora.

— ¡¿Dónde coño va a ser esa reunión maldita sea?! Si no me lo dices juro que tendrás serios problemas amigo, estarás podrido en la cárcel y no solo eso sino que morirás dentro, juro por Dios que me encargaré ¡Así que habla! — El agente especializado, golpea una y otra vez la cara del narco mientras gruñe. Todos en esta habitación esperamos respuestas.

— ¡Esta bien, está bien, ya! — Lloriquea — Lo diré pero con una condición, tendré beneficios dentro de la cárcel, y seguiré siendo el número uno en mi liga ¿Entendido, hijo de puta? — Lo mira a los ojos con su rostro sangriento luego escupe en el suelo sangre.

— No te garantizaremos nada, pero tal vez tengas beneficios extras, tal vez te bajemos la pena, eso nada mas obtendrás por ayudar a la Ley, pero no sueñes mucho, ahora dinos o juro que te cortaré los malditos dedos uno por uno hasta que hables — Golpea la mesa y el criminal duda, sin embargo, decide hablar. Tony grita y se levanta de la silla pero un agente detrás de él lo vuelve a sentar, gruñe y dice:

— Esto es ilegal, tengo derechos ¿sabe? ¡Está completamente loco! — Se escucha desesperado y derrotado, todos detrás del vidrio que no permite vernos ni escucharnos sino al revés sonreímos porque esa es una buena señal.

— ¿Crees que esto es un juego no? Que gracioso... Que gracioso — Dice riendo y caminando alrededor de él luego gira la silla donde Tony está sentado y lo mira a la cara fulminándolo y gritándole — ¡Juro que si no nos cuentas nada te joderemos la puta vida hasta el fin de tus días, o tal vez ¡¿me has entendido?!

— Eh... Ya deje de gritarme... ¿Si? Bien...El camaleón estará en Rusia- Moscú, pero si saben que estoy acá con ustedes lo más probable es que ya hayan cambiado la ubicación, esta reunión tenía fines benéficos nos haría ganar más dinero y gracias a una chica, tenían planeado reclutarla siempre ha sido el elemento principal en las misiones del camaleón y lo único que se de ella es que la llaman EC7, nunca me dijeron su nombre, solo la he visto por fotos o trabajos que me ha hecho pero solo eso... Jamás tuve contacto con ella — Está completamente derrotado, su mirada se ve esclavizada sin sentido de vivir, por lo que está diciendo la absoluta verdad, además está atado al detector de mentiras. El agente saca unas fotos de un portafolio y se las enseña.

— ¿Es ella? — Le apunta con el dedo hacia la figura, el criminal se inclina y la ve detalladamente.

— Sí, es ella, pero... Se ve como...— Se veía sorprendido manteniendo su mirada en la foto.

— ¿Cómo qué? — Dice interrogante, Tony lo mira como si fuera obvio

— Feliz... — El capitán frunce el ceño — Bueno, según tengo entendido ella nunca ha sido feliz... Eh, ¿una vida normal? Siempre tiene un traje de guerra ¿entiende? Mmmm, bueno, nunca he prestado atención a mis empleados pero ellos saben mucho más de ella que yo. — Creo que estamos listo a Tony Tapia se le soltó la sopa.

Entre nosotros pasan al otro criminal a uno que trabaja para Tony, un hombre con grandes músculos llenos de tatuajes (aquí entre dos, odio los tatuajes ordinarios), blanco, pelo rapado y una mirada horripilante, pero vamos... Es un aniquilador a sangre fría. Lo llevan esposados mientras sacan a Tony que casi se le va encima si no fuesen por los demás policías ahí.