No Te Rindas

Capítulo 15

Dejándome el deportivo en la acera me dirijo adentro del edificio de arte. Estoy vistiendo una camiseta, unos blue jeans las converse, lentes ray-bans con una cadeneta, y mochila, haciéndome pasar por una universitaria aficionada a las artes, dentro de mi mochila llevaba para hacer explotar a medio barrio.

El vigilante me detiene y le muestro mi carnet falso de la universidad local, pongo mi cara angelical mientras le suplico pasar. Dirigiéndome al ascensor, llego temprano a la reunión, así que subo directamente a la azotea. Cuando estoy allí saco mis cuerdas, armando mi escape, pongo detonantes por todo el lugar sin activarlos. Estos los hice especialmente para una explosión pequeña, y que difícilmente puedan matar a una persona, solo herirla.

Me froté la cara y eché un vistazo al reloj, confirmé lo que ya sabía, eran casi las 9:00a.m, ya casi empezaba el show. Cerré el bolso y volví al ascensor, descifrando todo lo que me dijo Benny, al llegar a mi piso caminé hasta la puerta de un despacho, todos los presentes me miraron y levantaron sus armas hacia mí.

— Soy EC7 — Me presenté, instintivamente bajaron sus armas. Dejando el dinero en la mesa — Acá lo tienen ocho millones de dólares, lo que El Camaleón quería para ustedes, sus más ilustres socios, quiere que estén contentos con lo que hace — Al verle la cara a cada uno, casi me mareo y flash de memoria vinieron a mi por un momento, entre estos hombres hay varios que abusaron de mi. Desde que me encontré con Richard he soñado muchas veces, más que sueños son pesadillas y hechos. Gracias a Dios a través de mis lentes de sol no se ve como los asesino con la mirada, debía controlarme, así que desvié mi mirada a otros hombres de la sala y de pronto me vino las ideas que Benny dejó en mi. Richard sabía que entregando este dinero él, o sus hombres iba a perder, ya que los condujo directo a una muerte segura, en la sala habían agentes encubiertos, lo noté por instinto, toda mi vida los vi como amenaza, es como esa comiquita de Tom y Jerry, en el episodio que a los ratones le muestran fotos de el gato Tom que es el enemigo... De la misma forma fue conmigo. Sonreí — Señores, que tengan una linda velada — Salí corriendo de allí como alma que lleva el diablo, y subí a la azotea por las escaleras, no quería arriesgarme, mientras escribí una nota pensando en que me iba a conseguir la otra parte de las palabras de Benny. Corrí mientras escuchaba pasos detrás de mí, cuando abrí la puerta allí estaba, Max y sus agentes apuntándome, corrí hacia ellos, se pusieron muy atentos a lo que iba a hacer.

— ¡Clara, detente! No hay escapatoria — Me advirtió, Max.

— ¡Detente tú! — Le grité por encima del aire mientras activaba mis bombas sacando mi móvil del bolsillo — Mira a tu alrededor, morirán todos tus hombres si no me dejas salir de aquí.

— ¡Maldita sea, Clara! — Gruñó — Déjenla irse.

Corriendo me acerqué a Max, jadeando le pegué la nota, pero me atrapó por el brazo — ¡Suéltame! ¿Estás loco? o ¿Qué mierda te pasa? — me batía frente a él hasta que me libré y salí corriendo agarrando mi cuerda, lanzándome en el aire con una fuerte velocidad, y una trayectoria dirigida específicamente al balcón del otro edificio, cuando sentí peso en la cuerda, supe que el maldito loco de Max se había lanzado detrás de mí, así que la caída iba a ser fuerte. Puse mis pies en alineación para poder romper el vidrio de la puerta del balcón si hacía falta y lograr abrirla.

Caí dentro de la sala, pero no me dio tiempo de levantarme cuando el peso de Max me cae encima y damos miles de vueltas hasta tropezar con una pared, los dos nos quejamos hasta que ya.

— ¿Estás bien? — Me pregunta, pero yo le doy un puñetazo — ¡Auuuuuch!

— Eso te lo mereces por venir detrás de mi ¿Qué pasa con tus compañeros? Te dejé la jodida nota para que salieran corriendo dos pisos menos para que no hubiera heridos, y tú los dejas ahí... Estas chiflado de la cabeza. — Emití un suspiro sonoro.