Telequinesis

descubrimiento

Capítulo 1

Mía estaba sentada en la orilla de su cama pensando en que le pasaría si descubrían su secreto, no podía olvidar él dolor que le habían hecho sentir aquella ves, ya habían pasado cinco meses lo de aquello y ella intentaba olvidarlo pero al parecer eso había traído algo inesperado algo que ella no esperaba en lo absoluto, y ella juraba que si lo decía la vida de su bebé tanto como la de ella estaría en peligro y eso no lo podía permitir, sea como sea por lo que estuviera creciendo dentro de ella tenía que luchar, y si la ocasión lo ameritaba salir de ahí lo antes posible

-¿Como te haz sentido, Mía?.-preguntó Chandra entrando con una bandeja de restos de comida de los lideres.

Ella se había vuelto su mejor amiga desde que apenas tenia conciencia, pues todas las personas que se encontraban dentro del refugio tenían toda su vida ahí y la mayoría ya estaría acostumbrado al dolor y las fuertes pruebas a las que eran sometidos.

-Ya me siento mejor gracias, Chandra.-le responde con una sonrisa.

-Tienes que hablar amiga, ellos te pueden ayuda....-se calló al instante en que la interrumpió Mía

-Nadie me puede ayudar, yo soy mi única solución en lo que estoy metida, y sabes perfectamente que ellos no me van a ayudar, no permitiré que mi bebé crezca entre psicópatas, entre dolor y pruebas, n..no tendría la fuerza suficiente para presenciar algo así. -dice Mía con los ojos cristalizados y un nudo en la garganta.

-lo se.-dice Chandra sentándose al lado de Mía.-yo te ayudare a salir de aquí, eso puedes jurarlo amiga.-continúa Chandra

Antes de que le pudiera contestar uno de los guardias entro llamando a Mía, y sin emitir palabra ella salió de la habitación siguiendo al guardia con él corazón en la garganta, aunque ya se estaba ideando que tortura o que examen doloroso le podrían hacer, siempre inventaban algo nuevo, pero se sorprendió al ver que al entrar en una habitación con una mesa alargada estaban varios de los científicos con sus odiosas y cochinas batas blancas seguro para no mancharse de sangre, y al final de esta se encontraba él líder y supremo y él mas grande *sarcasmo* él doctor jablonsky

-Por favor toma asiento Mía.-dice él doctor haciendo una seña con su mano.

Ella sin refutar obedeció

Con la mirada perdida y sin emitir palabra alguna, se atrevió a hablar.

-¿Por que me han traído aquí?.-dice insegura y a penas audible.

-No temas Mía, sabemos por lo que estas pasando y tendremos la buena voluntad de ayudarte.-dice con una sonrisa algo hipócrita que se notaría a mil kilómetros.

-¿A...a qu...que se refiere, señor?.-tartamudea Mía

-Bien iré directo al grano, con respecto a los estudios que te hemos hecho hemos descubierto una anomalía, nada deseado no hace falta decir.-dice poniendo sus manos juntas sobre la mesa.-y pues tienes que estar al tanto de que esa anomalía que se encuentra dentro de ti tiene que ser eliminada.

¡¿ELIMINADA!? ¡ACASO ESTE INFELIZ NO TIENE NI UNA PIZCA DE SENTIMIENTO!.* pensé

Inesperadamente sentí una punzada enorme dentro de mi vientre y todo se volvió borroso, no lograba distinguir lo que pasaba a mi alrededor pero si pude sentir como vibraba bajo mis pies, luego las paredes de cristal fueron reemplazadas por miles de pedasitos esparcidos por toda la sala por suerte no sentí ningún vidrio lastimarme, fue lo ultimo que recordé antes de caer inconsciente.