Traición

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Capitulo 22

Brenda y Mack se encontraban en un salón de cristal junto con los demás del refugio, unos estaban atónitos o en shock, otros molestos, otros heridos y llorando, y así, Mack, entre todos, visualizo a su grupo de amigos entre ellos, Sam y Kaulder.

Sam al ver a Mack fue corriendo hasta ella junto con Kaulder.

Ellas se abrazaron fuerte y se quedaron así por minutos y hablaban sin siquiera romper él abrazo.

–¡Dios, por favor dime que no te paso nada malo!.–pregunta Sam en su oído.

–No.–dice alejandose un poco para verla.–gracias a ella estoy con vida.–dice señalando a Brenda que esta, estaba cabizbaja por lo sucedido.

–Hola Brenda, soy Samantha, me puedes decir Sam.–dice Sam acercándose a Brenda con una sonrisa tranquilizadora ofreciéndole su mano.

Estas comienzan a tener una conversación mientras Mack las observa algo alejada, pero Alguien posa una mano en su hombro haciéndola sobresaltar.

–Hola Kaulder.

–Mack, tienes que saber algo importante...–dice con  la cabeza baja, como si estuviera formulando las palabras que dirá a continuación.–so...solo quiero que sepas que me...me gusta.....que hayas venido  con vida.–dice lo ultimo y baja la mirada como si el piso estuviera muy interesante.

No entendía en lo absoluto la razón de su cambio tan drástico, había dicho esas palabras pero su mirada demostraba que no eran necesariamente las correctas.

–A mi tambien me alegra que estes bien.–digo sin mas y sin esperar respuestas me giro para ir hacia Brenda y Sam.

–Espero y algún día me perdones...–dice en un susurro apenas audible, pero logre escucharlo, decidí pasar eso por alto.

*¿Que tenia que perdonarle? el no me ha hecho nada malo*. pensé

Antes de poder hacer cualquier otra cosa fuimos interrumpidos por Jablonsky, entrando en el salón, con una lista en las manos, lo que hizo que tuviera un mal presentimiento.

–Las siguientes personas necesito que vengan conmigo.–antes de que comenzara a hablar nuevamente uno de los chicos lo interrumpió.–¿si?

–¿Do...donde están los demás?.–dice el chico temeroso.

–han muerto...–dice sin importancia y ni una pizca de remordimiento en sus ojos.–No eran importantes, solo eran unos débiles.

Todos comenzaron a murmurar y otras persona a aguantar el llanto. Ya que de solo pensar en que las personas que un día conocí en el refugio habían muerto, bueno, solo pocas de ellas, pero ese no era el caso, yo solo pensaba que todos merecían vivir, una vida plena y sin remordimiento, sin barreras, pero lamentablemente no en todos se da. Como a nosotros en este caso.

Por fin entendía todo, el solo se aseguraba de que las personas con poderes simples y sin ninguna utilidad debían morir, y solo los que si tenían utilidad, se mantendrían con vida, pero seria en vano, ya que seguro nos usarían para algún tipo de  experimento. 

–Kaulder, Samantha, Brenda, Eisner, Stuart, Harry, Austin, Megan, Javier, Nash.....–subió la vista y me vio por nos segundos y elevo la comisura de su labio formando una cínica sonrisa.–y...Mackensie.

–¡HIJO DE...!– sali corriendo para aventarme sobre el, pero dos manos me detuvieron.–¿¡QUE DEMONIOS QUIERES DE NOSOTROS!?.–espete casi perdiendo el control, sentia mi sangre hervir, y estaba haciendo un gran esfuerzo por contenerme, tanto, que como resultado su lista, salio la lista  disparada de sus manos desplomándose al chocar con la pared, todos miraban atónitos la escena, pero nadie decía ni una palabra. Logre finalmente bajar mi rabia, y verlo fijamente esperando alguna palabra de su parte...pero lo único que dijo fue.

–¡LLEVENSELOS!.–escupió con ira.

Guardias entraron al salón y agarraron a los que se habían nombrado antes, a todos los agarraron menos a mi. 

Vi como Jablonsky tomaba a uno de los guardias por el brazo deteniéndolo y acercándose a su oído y diciendo algo que no logre escuchar, seguido el hombre asintió y se acerco a mi en dos zancadas y con una bolsa tapo mi rostro, no lo graba ver a donde me llevaban, pero esperaba lo peor. 


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Sentía como me ataban a una silla mientras yo pataleaba con todas mis fuerzas sin tener éxito, me quitaron la bolsa de la cara dejando suelto mi cabello enmarañado, estaba llena de furia, por un momento casi sale una que otra lagrima, pero las contuve, ellos no debían verme llorar, tenia que ser fuerte.

Una fuerte punzada en mi cerebro hizo que apretara mis manos, y mi rostro, para contener un grito. Sorprendentemente pude reconocer el dolor, era el mismo que sentí cuando nos atraparon en el refugio, la única diferencia era que podía ver a la persona que me lo estaba causando, la chica del pelo azul...Ella tenia los ojos entre cerrados como si estuviera tratando de leer algo a larga distancia, pero eso, era mi mente...Se acerca poco a poco a mi y cada ves el dolor se hacia mas intolerable, sentía como mi cerebro palpitaba del dolor, y me desesperaba no poder zafarme de eso.

Estaba quedándome sin aire, pero alguien hizo que se detuviera, resonó la vos de Jablonsky y ella volteo dejando mi cerebro en paz, sentí un alivio inigualable, nuevamente mi cerebro funcionada pero sentía una sabor a metal en mi boca, seguro por la presión que había causado.

–Necesito que ella vea a alguien, Liz.–dice y se voltea abriendo la puerta de metal del lugar oscuro. Esta ultima asiente y me ve con asco.

–Te haz salvado solo por esta ves.–dice y me suelta de la silla y me esposa con las manos juntas en la espalda, ella me empuja bruscamente para salir de la habitacion.

–¡Oye orco! se caminar sola.–digo con desdén zafandome de su agarre con agresividad.

Salgo de la habitación y mis ojos se abren desorbitados por la presencian de dos personas, que sinceramente no esperaba ver...Lucy y Taylor.

–Creo que te gustara tomar cartas en el asunto con respecto a tus falsas "amigas".–escupe lo ultimo y lo que yo puedo hacer es quedarme parada fijamente tratando de encontrar alguna expresión en sus rostros....pero nada.




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