Sometidos

107 9 0
                                    

Capítulo 17

-¿Que sucede, Mack?, ¿estas bien? Estas muy...roja.-dice Kaulder al frente de mi viéndome fijamente

-Cre...creo que debemos salir de aquí de una ves.-digo levantándome y evadiendo su mirada.

-Mack, espera...-me llama y volteo, él abre la boca tratando de decir algo por unos segundos y finalmente habla.-Quería hablar, sobre la noche en la fiesta ¿recuerdas algo de lo que sucedió?

Como podía olvidarlo, lo recordaba perfectamente, me ha quedado grabado cada palabra que salió de su boca ese día, pero por alguna razón no quería que lo supiera, no se lo diría, él tenía novia y no debía entrometerme.

-No, no recuerdo nada, ¿por...por que lo dices?.

-Por nada.-dice y puedo ver cierta decepción o dolor en sus ojos, lo que hace que mi corazón de un vuelco y trague grueso.-Mejor ya vámonos.

Ambos salimos de la bodega para ascender del edificio e ir a la parte de afuera a ver que ha pasado, pero al salir nos llevamos una gran sorpresa.

Todos estaban arrodillados con las manos amarradas y con las bocas tapadas, todos nos dan miradas de alerta pero yo sigo sin comprender, se supone que son personas poderosas, ¿por que no usan sus poderes?

Sentí una gran punzada en la cabeza, pero no era la típica migraña, era como si alguien estuviera dentro de mi cerebro, me tiro en él suelo tomando mi cabeza con ambas manos como si se fuera a caer, luego comienzo a ver borroso y los pies de lo que parece ser una mujer se acercan a mi, y suena esa vos en mi cabeza que muchas veces escuché.

-Al fin nos conocemos, Mackensie, tu y yo la pasaremos muy bien. -eso es lo ultimo que escucho antes de caer inconsciente.

.__________________________.

Me desperté pero no como era de costumbre, me levante y estaba amarrada pero no tenía nada en la boca ni en los ojos, divise él sitio donde estaba y era algo que jamas había visto, eran como pisos flotando en forma de espirales con un reflector en él centro de cada uno, lo más irónico era que a mi al rededor habían más personas de la misma forma en la que yo, justo en él centro de él espiral gigante, miré hacia en techo y lo que habían eran tubos que parecían mas bien portales, estaba aterrada ¿que clase de lugar es este? Mire a todas las personas que se encontraban a mi alrededor pero nadie estaba despierto, ni consciente... Solo yo.

-Haz sido la primera en despertar, que maravilla, dice un hombre de mas o menos unos treinta años.-Iré a avisarle Jablonsky que haz despertado.-da la vuelta para irse pero yo lo detengo con un grito.

-¡Espera! Por favor te pido que me diga que nos harán, ¿por que nos han traído aquí?.-le pido suplicante a lo que este me mira con desdén.

-Hay pobre niñita, ¿que acaso todos son igual de ingenuos que tu? Es obvio que los van a torturar, y a extraer sus poderes y...-no logró terminar cuando una vos gruesa e intimidante lo interrumpió.

-Ya basta Roger, te pido que te retires. -este sin rechistar acata la orden y aparece un hombre de unos cincuenta años, con un parche en el ojo, con él cabello largo y pocos cabellos blancos, no era muy alto, pero se veía imponente y decidido, como ese tipo de personas que las cosas que piensan siempre para ellos será lo correcto sin importar ninguna otra objeción.

-Permiteme presentarme yo soy...

-Jablonsky, si ya lo se.

-Vaya que eres lista, no lo dude ni por un segundo. Pero no te servirá en estos momentos.-dice con desdén.

-Sacanos de aquí en este instante.-digo tratando de sonar dura, sabía que de nada valdría porque no lo haría, pero nada perdía con intentarlo al menos.

-Eres igual de impotente que tu madre, sin duda. -dice y me mira por unos segundos.-por cierto ¿como está?.-dice cruzándose de brazos.

-¿importa acaso?.-digo sin importancia y al parecer eso lo molestó.

-Mira mosca muerta podrás decirme lo que quieras, pero siempre recuerda que yo tengo en control sobre ti y sobre todos tus amiguitos, no juegues con fuego, porque te quemarás.-dice y da la vuelta para retirarse.

Oh no por supuesto que no, no me quemaré porque estoy segura que él fuego aquí soy yo, y si tengo que hacerle la vida cuadros para salir de aquí lo haré

TelequinesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora