2. Amor prohibido

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Ya había terminado la clase de deportes, así que me dirijo rápidamente a la oficina del profesor, antes que Bella me vea.

— Señorita Sullivan. —El profesor sonríe.— ¿Pasa algo?
— Profesor, yo siempre he sido conocida por portarme bien y ser una persona calmada, pero le diré esto y espero no repetirlo. Bella es mi mejor amiga, una persona maravillosa, ha sufrido varias ilusiones amorosas y es muy enamoradiza, le agradecería que no le responda los coqueteos si es que no la quiere de verdad. Solo eso.

El profesor asiente y luego se toca su barba.

— Bella es una chica especial.
— ¿Qué?

Lo miro sorprendida, no puedo creer que esté teniendo esta conversación con mi profesor de deportes.

— ¿Qué quiere decir con que Bella es especial? Digo, ¿para usted?
— Maya, los profesores siempre conocemos muy bien a nuestros alumnos, estamos prácticamente todos los días con ellos durante una importante cantidad de años. Los vemos crecer, madurar, cambiar y formar su personalidad.
— ¿Y todo eso que tiene que ver con Bella?
— Me gusta su personalidad, en verdad todos mis alumnos son admirables, pero por alguna extraña razón, su personalidad es la que más llama mi atención.
— Bella es increíble.
— Lo sé, y sé que ambas se quieren mucho, pero simplemente, uno no puede manejar todas las cosas, entre ellas, los sentimientos.
— ¿Esto quiere decir que está aceptando que le gusta Bella? —Digo sorprendida.—
— No aceptaré nada, y sé mi posición señorita, soy profesor y soy diez años mayor que ustedes, pero no puedo negarle que la compañía de la señorita Bella, alegra mis días.
— Profesor, eso le da falsas esperanzas a mi amiga.
— ¿Por qué falsas?
— Usted mismo lo dijo, son diez años, de seguro usted solo quiere amarla y darle cariño, por favor, ambos tienen intereses diferentes.
— No soy una mala persona.
— Lo sé.
— ¿Y tú crees que si solo la quisiera para razones sexuales, estaría teniendo esta conversación contigo? Prácticamente un profesor le está diciendo a la amiga que está enamorado. Le diré algo señorita Sullivan, los amores profesor alumna, no están solamente en la literatura, también existen en la realidad. Yo no elegí sentir esto, así como usted de seguro eligió enamorarse de alguien.
— Tengo miedo de que ella sufra.
— Y yo también, por eso voy lento, no quiero apresurar las cosas. Quiero que guarde esta conversación por favor, usted ha sido más bien como unos oídos ante tal confesión, yo jamás le he dicho algo a Bella.
— ¿Entonces de qué hablan?
— De cosas del colegio, cosas que podemos hablar éticamente.
— Entonces, ¿ella no sabe que usted está confundido?
— Gran labor tienes al guardar este secreto.
— Ella es una gran chica.
— Lo sé, a mi edad he tenido muchas chicas que han roto mi corazón. Creo que su amiga empezó a hablarme en la peor situación.
— ¿Cuándo?
— Cuando estaba dolido. Simplemente tenía el corazón roto y ella llega con una sonrisa a decirme que me queda bien la barba.
— Detesto decirle esto, pero esto es muy romántico.
— Tiene que volver a clases señorita.

Doy un suspiro y sonrío. No puedo creer que soy testigo de un amor imposible, esto es muy romántico.

Tampoco puedo enojarme con Bella, la mayoría de las chicas aman al profesor de deportes. Tiene una cara de bebé que disminuye su edad y un cuerpazo diez. Supongo que la locura de Bella llamo su atención.

Cuando vuelvo a clases, Bella está esperándome.

— ¿Dónde estabas?
— Ah, hablando con un profesor.
— Ah, ¿viste cómo se veía Connor hoy? Estaba como para violarlo con ese buzo azul.
— Tienes razón.
— ¿Y a ti qué te pasa? —Bella me mira extraño.—
— ¿Por qué?
— Nunca aceptas cuando digo que alguien está bueno.
— No lo sé, tal vez tú y el Profe me parecen geniales.
— ¡Ay! Por eso te amo tanto.

Keeper. (Buscándote) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora