-Debiste haberme llamado- dijo serio- pude haber ido contigo.
-No hubiera querido hacerte verme en aquella condición, créeme, era espantosa- bromeé. Chris sólo sacudió la cabeza.
-No puedo creer que haya dicho eso.- murmuró
-Tranquilo, creo que se la regresé bien.
-Entonces tendrás que cumplir tu palabra- dijo- vas a pasar aquí más días, de ahora en adelante. Y haremos un plan para las seleccionadas. Incluirá rutinas que tú ya has practicado, y las repasaremos, tu y yo. Sólo tu y yo.
-Eso estará bien.-sonreí
-Claro que lo estará. Y entonces tu hermano se pondrá molesto hasta no poder más. Y tendrá que llorar como tu lo hiciste, por que de lo contrario..
-No harás daño a tu príncipe- recalqué- aunque estés molesto, no permitiré que le toques un pelo.
-Ojalá el pudiera verte así- sacudió la cabeza irónico- defendiéndolo después de que te trató como lo hizo.
-Creo que ya ha sido suficiente de él, deberíamos empezar a trabajar
-Si, será lo mejor.
Nos sentamos en el suelo con una libreta y un bolígrafo. Recordamos los primeros bailes que había ensayado con el y mis clases. Conforme los recordaba, íbamos anotando en la libreta. Ordenamos todo de los más importantes, hasta lo más secundario. Queríamos que esas chicas se volvieran expertas en bailes y modales. Decidimos parar cuando nos pareció correcto. Concluimos que con el paso de las clases, iríamos definiendo que cosas eran más difíciles para ellas e idearíamos un plan más completo.
Pasé al menos 3 horas allí. Después de terminar el trabajo, solo platicamos de trivialidades. Bailamos por diversión e incluso reímos con algunos pasos patéticos que íbamos inventando. Fue más ameno de lo que pensé.
-Gracias por mejorar mi día, Chris.
-El placer es todo mío.
Le di un abrazo antes de irme. Me sostuvo el tiempo que necesité; no recordaba la última vez que había abrazado de aquella manera a Andrew, o a papá, o nadie.
Al separarme de él, ví una pequeña sonrisa en su rostro.
-Hasta luego, Chris.
-Hasta pronto, Alteza.
Salí de ahí y volví a mi trabajo. Estuve con el señor Campbell todo el día.
En algún momento, me di cuenta de lo mayor que parecía él. Ya no era tan joven como antes, y se le veía un poco estresado. Tenía entendido, el tenía la edad suficiente para ser mi abuelo.-¿Sucede algo, alteza?
-Para nada- mentí- creo que la selección me ha pillado en mal momento.
-Eso le pasa a todos- rió, mientras se recostaba en su asiento- aún recuerdo la selección de sus padres.
-¿En serio?- yo también me relajé un poco.
-Por supuesto que sí, ¡como olvidar cuando tu madre venció a todas de la noche a la mañana! - sacudió la cabeza divertido- creo que, si ella se lo hubiera propuesto antes, la selección habría finalizado en una semana.
-Mamá es grandiosa, sólo que no se había dado cuenta de que lo que sentía por papá era más grande.-concordé.- Y papá no había notado que ella estaba ahí.
-Pero lo hizo momentáneamente.
- Era imposible no hacerlo, tiene encanto.
-Te pareces mucho a ella, ¿sabes?
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La Selección (Fanfic)
FanfictionDespués de tantos años, incluso décadas despúes del reinado de Eadlyn Schreave, en el país de Illéa, vuelve una nueva selección, pero esta vez, la hermana del Príncipe Andrew, La princesa Adara será la que narre la historia, mostrando una vez más, q...