Mi normalidad iba bien. Regresé al trabajo. Consistía, prácticamente en revisar cuentas y hacer números, y en ocasiones, podía participar en actividades escolares del país. El Sr. Campbell, mi "jefe" era quien organizaba campañas, y se pretendía que yo fuera la imagen de todo aquello. Pero yo no quería eso. Cuando comenté a Papá, que yo anhelaba en realidad poder hacer algo por la nación, me convertí en la segunda mano del señor Campbell. Juntos creábamos ideas para promover el cuidado de la Educación en Illéa, así como la conservación del Ambiente. Claro, debido a mi edad, no se me tomaba muy enserio. Pero el Señor Campbell comenzó a confiar en mí. Había tantas cosas en mi mente por hacer, pero él me decía "poco a poco, Adara y nuestras ideas tomarán forma" así que yo esperaba. La primera vez que fundamos una nueva escuela en el sur del país, donde se tenía un acceso restringido a la educación, casi lloré. Aunque mucha gente pensara que sólo había hecho poco, no pude evitar enorgullecerme de mí. Yo podía servir, sentí que podía hacer algo. Mi vida había sido bajo la sombra de Andrew, lo único que se esperaba de mí era ser bonita y casarme con alguien importante. Pero yo quería ser algo más que eso. Era por eso que mi trabajo, que en ocasiones era aburrido, me encantaba. Y El Sr. Campbell de mi lado lo hacia todo mejor.
El trabajo comenzó a tomar forma, me concentré demasiado para poder analizar bien qué era lo que estaba haciendo.
Mamá estaba en el umbral de la puerta, observándome trabajar. Ella sonreía tímidamente, y siempre con una posición elegante y delicada. Siempre quise ser como ella, encontrar el punto perfecto entre relajación y elegancia. Aún seguía trabajando en ello.
-Cariño....- llamó
-¿si?
-Lamento decirte esto, pero necesito de tu ayuda. Venga..- dijo cuando puse mi cara de frustración. Sabía que tendría que ver algo con la Selección.- Será más divertido esta vez.Entramos en el Gran Salón. Había un gran festín de comida. Claro, teníamos la degustación para el banquete de la fiesta de Bienvenida. Mamá tenía razón, esto sería divertido.
Andrew tampoco se salvó. El pobre, que odiaba perder su tiempo, estaba aquí con una cara de desesperación, aguardando junto al Chef.
Mamá se adelantó y comenzó con el primer bocado.
-Espero que esto no tarde mucho- susurró mi hermano.-Créeme, saldrás hasta mañana.
-¿Es tan necesaria mi presciencia?- lamentó.
-Claro, tú serás el protagonista de todo esto. Se necesita tu opinión.
-Eso lo podrías hacer tu- llevó su mano a un bol de uvas- creo que para esto eres perfecta.
-Aunque me encante la comida, Andy, no serán mis pretendientes- aseguré- y, ¡por el amor de Dios! Usa un tenedor para eso.
El soltó un risita. Sentí que la tensión de el día anterior ya había pasado, y podíamos estar bien. Continuamos probando las exquisitas comidas. Mamá hacía comentarios amables mientras el Chef se ruborizaba y no paraba de dar las gracias. La mesa parecía no tener fin, y los postres me empalagaban cada vez más. Cuando creí no poder dar un mordisco más, las mesas estaban siendo retiradas. Había acabado.
-¿Lo ven? No fue difícil.- prometió mamá.
-Oh, por supuesto que no- dijo Andrew- no siento mi boca ahora mismo.
-Andy.... Ese será un problema común para ti las próximas semanas.
-¡Adara!- mamá tenía los ojos desorbitados. Al parecer, mi broma no fue graciosa.
-Si me permiten, me tengo que retirar.- Andrew se fue, sin antes dar un beso a mamá y dejarnos ver unas mejillas muy rojas. Tuve que morder mi lengua para no echarme a reír.
-Debes dejar tus comentarios innecesarios cuando esas chicas lleguen, ¿de acuerdo?
-Si, mi reina.
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La Selección (Fanfic)
FanfictieDespués de tantos años, incluso décadas despúes del reinado de Eadlyn Schreave, en el país de Illéa, vuelve una nueva selección, pero esta vez, la hermana del Príncipe Andrew, La princesa Adara será la que narre la historia, mostrando una vez más, q...