Capítulo 31

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La tarde de té había salido de maravilla. Las cámaras se pasearon alrededor de todos, capturando momentos importantes. Entre el barullo de los Italianos y las familias de la Élite, todos parecían no saber a quién saludar primero. Yo me sitúe cerca a Danielle y su hermano, riéndonos de todo lo que pasaba alrededor. Yannik corría junto a los hermanos de Linn, y con nuestro primo Albert. Romeo parecía estar rodeado de chicas, incluyendo a Señoras. Andrew hablaba energéticamente con el Alcalde de Honduragua, mientras papá daba rondas entre todos. Mamá descansaba bajo una sombra , platicando con la madre de Danielle y de Jade.

Mi mirada se dirigió hasta la Princesa Rossa, mientras ella platicaba con Bryce.

-Oh, oh- bromeó Danielle- alguien ya conoció a la Princesa Italiana.

-No me digas- suspiré sin quitarles la mirada - quizá hablen de la prima de él. Ella vive en Italia.

-O quizá ella se enteró de lo cercano que son ustedes dos.

Bryce se percató de mi mirada,  y aunque intenté ocultarlo, me descubrió.

-Demonios, me vió- maldije mientras bebía mi té.

-Viene para acá- anunció George.

-¿Quieres que nos vayamos?-preguntó Danielle.

-Sí, creo que esto será más grande de lo que planeo.

Ambos se retiraron en cuanto Bryce se acercó. Danielle tomó mi taza, y se la llevó, diciendo que iría por más. Bryce llegó hasta mí, extrañamente sonriendo.

-Hola- saludó.

-¿Qué deseas?- pregunté. El soltó un silbido.

-Vaya, vine hasta acá porque  ví lo poco que te agradaba que la Princesa y yo  hablaramos- mostró su hilera de dientes.

-No me molesta para nada- crucé mis brazos.

-Sí que te molesta.- chasqueó la lengua- estás un poco celosa, pero tranquila. Eso me agrada.

-¿Perdón?- me burlé- No me interesa para nada con quién hables. Tengo mejores cosas que pensar

Su sonrisa se perdió poco a poco.

-Ya déjalo, estaba bromeando-negó tiernamente- dejemos el tiempo de lado, Ada. Quiero volver a lo nuestro.

-No lo habrá hasta que me digas la verdad.

-¿Cuál verdad?- susurró desesperado- sigo sin saberlo, si me lo explicaras, yo....

-¡Princessa mía!- gritó alegre Romeo. Ambos volteamos de inmediato.- ¡tu fiesta es una maravilla!.

El Príncipe de acercaba peligrosamente hasta nosotros, y en una fracción de segundo, distinguí a mi hermano detrás de su hombro, viendo aquello. Tuve que apretar mis labios para reprimir una sonrisa.

-Romeo- sonreí sin esfuerzo- qué gusto me da verte de nuevo.

Ya porfin cerca de nosotros, hizo una innecesaria reverencia.

-El gusto será siempre mío, querida- se giró hacia Bryce- ¿te importa si te robo un momento a la Princesa?

-Para nada- respondió automáticamente.

Romeo me ofreció su brazo, el cuál tomé. Mientras nos alejabamos frente a Bryce, habló.

-Debí advertir al chico que cuando decía sobre robarte un momento, me refería para siempre- guiñó un ojo, lo que me hizo soltar una carcajada. De reojo,  ví la sombra de Bryce desaparecer. Suspiré, aliviada.

La Selección (Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora