Vía De Escape

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Esto se estaba volviendo muy inquietante, Elizabeth ya me explico todo lo que haré y diré una vez que este frente a los Zoldyck.

Era un plan muy ingenioso.

Sentí sus frías manos posarse en mis hombros, levantó mi mentón para que la viera y deposito un beso en mi frente, estaba sorprendida. Llevo sus manos a mi oreja izquierda y me puso un pendiente, sé que es como una argolla porque cuelga de mi lobulo pero no sé como es.

-Escucha, este pendiente que te acabo de colocar es muy importante. No lo pierdas-asentí y me mire en el espejo, era bonito, tenía forma de un León cachorro y "abrazaba" mi lobulo, por esa razón colgaba un poco

-Me gusta-creo que era de cobre por su color-siempre me han llamado la atención los Felinos

-Con el demotraras ser de la Familia Liddell, en ese raro mundo existe una con nuestro apellido y la ventaja es que son unos Asesinos Aficionados-¿En serio? Elizabeth piensa en todo-con este pendiente puedes hacerte pasar por uno de sus miembros

-¿Y si ellos se conocen?

-Tranquila, por eso los vamos a matar. Tienen una gran rivalidad que nadie se mete entre ellos-tiene lógica, así nadie podría delatarme-apareceras en su Mansión y asesinaras a todos, no dejaras ni uno vivo

-De acuerdo

-Adiós...

Volvió a tomarme de los hombros y me empujó hacia el espejo, lo atravece sin problemas y ya me encontraba frente a mi objetivo.

Era de noche, perfecto para matar. Me puse la capucha y trencé mi cabello, no tenía liga pero se mantendría así por un tiempo; comencé a correr en esa dirección, no poseía arma, iba descalza y estaba por llover, perfecto. Solo me valgo de mi intelecto.

Entre por una ventana, el pasillo estaba desierto y en una pared se encontraban dos espadas cruzadas, tome una y me dirigí hacia algún lado gracias a mi olfato. Llegue ha una habitación oscura, era de una adolescente y no estaba practicamente sola si me entendeis, como estaban distraídos en su "acto" corte sus cabezas sin pensarlo dos veces, los cubrí con la sábana y salí de ahí.

Seguí matando a todos por sorpresa, mayordomos y miembros de la Familia, nadie me sentía, persivía u olía, es como si fuera invisible. Me faltaban los líderes y me dirigí a su despacho, abrí la puerta y los encontre dormidos. Me acerqué al hombre primero y, antes de apuñalar su corazón, desperto. No me moví para nada, él me veía fijamente con curiosidad y cuando estiró su mano hacía mí... lo mate.

No sé que quería hacer pero era mejor olvidarlo, la mujer desperto y se lanzó sobre mi, sus golpes no me dolían y sus gritos de furía me estaban artando. Así que la mate, primero corte una pierna, luego un brazo, corte sus pechos, corte su cabeza y la partí por la mitad desde el vientre.

Estaba por irme cuando el olor de su sangre me sorprendió, olía a desesperación... y me gustaba, una desesperación por escapar y evitar ser humillada. Ya estaba muerta así que me acerque para comenzar a beber la sangre que se escurria por su cuello, luego con mis uñas saqué su corazón por instinto y empecé a deborarlo.

_Eres rápida, ya has encontrado el tipo de sangre que te gusta--deje de comer para escucharla mejor, suena importante lo que va a decir--parece que te controlas muy bien para ser novata, cuando termines quiero que busques algo importante para los "Liddell" y luego quemes el lugar_

-Si...

Termine de comer el corazón, que estaba delicioso, y comencé a buscar. La habitación no era muy grande, abrí varios cajones hasta encontrar una carta junto a un emblema del León, estaba grabado y en forma de escudo.