Guerra

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Antes de lograr cerrarlos... lo logró...

"Me gustas"

Fue lo que dijo...

Y no me medí en mi respuesta...
Ya no podía detenerme...

Pv. Normal

Alessandra cambió las posiciones, ahora era ella quien acorralaba a Killua.

Lo miraba fijamente, con amor, anhelo, deseo, pasión, lujuria, hambre... Demasiada hambre.

Hace unos minutos que el límite había llegado.

-¿Es verdad? ¿Killua-sama gusta de Alessandra?-sus sentidos estaban al cien, ella quería escuchar la respuesta

-Sí. Me gustas mu...-unos labios lo interrumpieron

Lo estaba besando con mucha ferocidad y Killua apenas le podía seguir el ritmo.

Iba muy rápido, quería saciar su hambre, ya no era de sangre, era de Killua. Y si quería saborearlo lo haría bien, muy bien.

Terminó el beso y lo miro, sus mejillas estaban sonrojadas a mil y su pecho subía y bajaba muy rápido. Casi lo deja sin aire.

Pero ese simple beso no la llenaría, ni aunque fueran miles.

Bajo hasta su hombro, apenas cubiertos por la camisa de tirantes, y busco con sus labios la primer marca. Al encontrarla beso la zona, Killua jadeo y su sonrisa se ensanchó.

-Sabes ta~n bien, quiero comerte~

Con una mano lo tomó del trasero y lo subió casi a su cintura, obligándolo a enredar sus piernas en ella. Los papeles estaban demasiado cambiados y eso ambos lo sabían.

Jaló fuertemente su cabello, haciendo que gimiera y ella pasó al segundo nivel: Beso francés.

De gustaba cada rincón de la cavidad de Killua y él, gracias a que aprende rápido, pudo darle pelea por el control. Incluso dejo de importarle que en ese momento ella fuera la dominante.

Ale comenzaba a tener más y más hambre, ahora la lengua del albino no era suficiente. Quería mucho más.

Su mano libre se coló debajo de la camisa, acariciando su espalda y abdomen. Killua, con mucho esfuerzo, rompió el beso y respiraba con fuerza.

Si antes estaba rojo aún más.

-A..Ale, no p..puedo..-fue callado nuevamente, no se negó al beso y su mente quedó en blanco otra vez

Pero quien se separó esta vez fue Ale, el hilo de saliva que los unía se rompió y ella lo limpio de los labios de él, fue ahí que se le ocurrió una idea.

-Killua...-el albino casi obtiene un derrame nasal, era la primera vez que lo llamaba sin el "sama"-Yo quiero más, mucho más...

-Ale...-no se esperaba lo que haría

Soltó un jadeo, luego otro y otro, el placer que sentía era muy fuerte, era la primera vez que lo sentía.

Vía De EscapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora