Gene'i Ryodan

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Veamos... Estoy frente a un grupo de asesinos, jugando a las cartas, y siendo amenazada por el poder de Pakunoda, simplemente perfecto, noten mi sarcasmo.

-¿Y bien?

-¿Y bien qué?

-¿Cuándo nos dirás la verdad?–mire por un segundo a Phinks y seguí jugando

-No me creerías de todas formas, gané–Sharlanks suspiro derrotado–Así que...

-¿Uhm? ¿Y esta hermosa frutita de dónde vino?

Joder...

_¡Por fin! Me hacía falta tanta hermosura_

-(Cállate Eli)–evite verlo, si lo hacía me podía reconocer

-Dice que es hermana de Leo, ¿No estabas con él?

-Lo perdí, creo que iba a buscar a alguien. ¿Uhm? ¿Qué le pasa a tu cara? ¿Estas herida?

-¿Eh?

Lleve mis manos a mis mejillas y al verlas estaban manchadas de rojo, no era sangre... ¿Pintura? Shizuku me dio un pedazo de vidrio roto y efectivamente era pintura, mi tatuaje se había caído, ¿Pero por qué?

-¿Alessandra?–no había que fingir, estaba llorando, el regalo que Leo me hizo...–¿Qué haces aquí?

-Leo... Mi corona...–me abrazaba con cuidado, limpiando con un pañuelo mi mejilla–¿Por qué?...

-Lo siento, debí decírtelo, los tatuajes no duran en nuestra piel, se caen a los 4 meses, di que duró más. Listo, deja de llorar–intenté hacer caso, era simbólico de cuando nos reencontramos

-¿Dónde estabas?–pregunto Machi

-Buscando a Uvogin, Nobunaga me lo pidió.–enseñó su celular y asintieron–Creo que tengo una pista del bastardo de la cadena, al parecer lo capturaron unos guardaespaldas de la familia Nostrade

-Iré a meterme en la red, cuando encuentre algo los llamo–despedí al rubio con una sonrisa forzada

-¿Y el Jefe?–preguntó mi hermano

-Por aquí, sigue leyendo–aún en brazos, me llevó con el y mire de reojo a Hisoka, no me había quitado la vista

Sólo espero que los chicos estén bien...

Pv. Killua (Horas antes)

Se está tardando, nunca se ha tardado, ignora mis llamados y no contesta el teléfono, ¿Tan divertida es la Subasta como para ignorarme? Responde Ale, no estoy acostumbrado a estar solo sin ti, ni siquiera cuando te borré de mis recuerdos.

Gon me dijo que dejé de sonreír, me veía más amargado y solía hablar con la nada, la verdad, tengo recuerdos muy vagos del Coliseo del Cielo, creo que conocí a un tal Zushi y al cuatro ojos.

-Killua, deja de dar tantas vueltas

-¡No lo haré hasta que regrese Ale!

-¿El mocoso quiere a su niñera?–fulmine con la mirada a Leorio, ahora no estaba para bromas y menos sobre ella–Yo también quiero que regrese, me preocupa por cómo se fue

De la nada aparecieron esos tipos, definitivamente pasó algo, es una habilidad de Ale, el teletransporte, y eso significa que los sacó del peligro. No me gusta, quiero respuestas ahora.

Dijeron algo de llevarnos con ellos, que no era seguro, y me resistía a irme. Los odio, nos los quiero cercas, ellos cuidaron a Ale cuando yo debía hacerlo, quieren quitarme de su lado y no lo van a lograr.

Vía De EscapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora