Hoy, primer lunes en el que me sentía importante, te pedí que fuéramos a dar una vuelta juntos.
Pero no todo podía ser tan simple como sentirse importante. Mi mamá hoy también me habló sobre las probabilidades (la verdad habla demasiado) y me dijo que, sin importar que todo esté a tu favor, que veas un 100% de seguridad ante tus ojos, siempre, SIEMPRE (te lo escribo en mayúsculas para que de verdad entiendas) van a existir los factores de riesgo.
Así que esto fue lo que pasó (por si no lo recuerdas):
Aproximadamente a las diez de la mañana todo gritaba a mi favor; estabas sola, con un mechón rubio colgando fuera de tu trenza y, en general, había una vibra. Pero lo que no entendí en ese momento es que no era una vibra en el ambiente; era un terremoto. Así que, no tengo que alargar mucho esto; mi comida cayó por completo sobre tu vestido rosa.
Todavía lo siento.
Pero siento más no haberte pedido salir.
Ah, se me olvidaba. Mi factor de riesgo eres tú.
-P.
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Cartas para ella.
Teen FictionPeter Prescott, a sus dieciséis años de edad, posee una gran colección de cartas que ha escrito desde que tiene once años cuando conoció a la joven y extrovertida Melanie Scott. Peter consiguió su primer empleo como cartero una semana después de su...