Mel, si estás leyendo esto ya has llegado lejos y estás propensa a que te rompa el corazón. Pero te amo, todavía te amo, sin importar cuánto tiempo ha pasado desde que me fui.
Cierra los ojos, respira y dime que me has vuelto a ver. Dime cómo soy, si tengo ojos azules o grandes músculos. Quisiera estar contigo, y lo estoy, pero no quiero que te llegues a sentir mal, porque cada día nos hacemos más viejos y sé que me encontrarás entre tus arrugas, cuando ya sólo haya paz.
-P.
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Cartas para ella.
Novela JuvenilPeter Prescott, a sus dieciséis años de edad, posee una gran colección de cartas que ha escrito desde que tiene once años cuando conoció a la joven y extrovertida Melanie Scott. Peter consiguió su primer empleo como cartero una semana después de su...