¿A quién en su sano juicio se le ocurre inscribir a su hijo, con muy pocas habilidades deportivas al equipo de fútbol de la escuela? Pues a mi madre. No fue mi culpa, Mel.
No era mi intención lanzar el balón en tu dirección. Como ya te dije, tengo pocas habilidades deportivas (para no decir que no tengo ninguna)
Pero seamos sinceros, eso no dolió tanto como me dolió verte saliendo despeinada del baño junto con el capitán del equipo.
Pero eso es lo que sabemos hacer tú y yo; lastimarnos. Cada quien a su manera.
-P.
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Cartas para ella.
Teen FictionPeter Prescott, a sus dieciséis años de edad, posee una gran colección de cartas que ha escrito desde que tiene once años cuando conoció a la joven y extrovertida Melanie Scott. Peter consiguió su primer empleo como cartero una semana después de su...