Capítulo 2: Diez minutos de valor.

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Al día siguiente...

Marinette se encontraba junto con Alya en el parque, discutiendo sobre los modelos para el vestido que se usaría para la pintura. Debido a que en la tarde anterior habían quedado de acuerdo que la vestiría un traje confeccionado por ella misma para el cuadro, mientras que Nathanaël buscaría un lienzo y dibujaría varios bocetos.

-Mmm... -pensaba la muchacha, en tanto diseñaba los vestidos; algunos largos, otros cortos, con y sin encajes, etc –Tal vez son demasiados extravagantes...

-No lo creo, siempre has tenido buen gusto con esto de la moda ¡Oye! ¿Y sí haces uno en base a Ladybug?

-¡Claro que no! –se sobresaltó la chica-, es decir, de seguro los otros concursantes tendrían la misma idea ¿Cierto?

Para Marinette la sola idea de vestir similar a Ladybug le aterraba ya que podían descubrir su secreto.

-Tienes razón, Ladybug y Chat Noir se han vuelto muy popular últimamente, de seguro ya deben de haber pensado en ellos, entonces ¿Qué tal un vestido fránces al estilo chino?

-¿Eh?

-¡Vamos! Piensa Marinette, eres hija de un padre fránces y una madre china, la unión de dos culturas, ¡Puedes usar eso de referencia, algo que te identifique!

Marinette lo meditó por un poco, luego sonrió de oreja a oreja.

-¡Me encanta la idea! Gracias Alya –le abrazó con fuerza.

Y en unos momentos, la chica confeccionó un vestido largo burdeo; hancho en la parte inferior con varios plieges y en la parte superior como una camisa china sin mangas, con bordados y encajes.

-¡Listo! –sonrió victoriosa, mostrándole su obra a su amiga.

-¡Wow! Es precioso, apuesto que a Nat le va a encantar...

Alya estaba tan absorta en disfrutar del dibujo que no se percató que Marinette bostezaba profundamente hasta caer dormida en su hombro.

-Santo Cielo, apuesto que estuviste toda la noche trabajando en los diseños.

Pasó algo de tiempo con Alya hojeando el libro de dibujo y con su amiga durmiendo, cuándo llegaron hasta ellas Nino y Adrien.

-Que tal Alya –le sonrió el moreno, pero bajo la voz al ver a Marinette durmiendo profundamente- "¿En qué están?"

-Bueno, Marinette trabaja en los diseños del vestido para la pintura y... -la chica se detuvo en seco al pensar en una idea - ¡AYYYY!

Los dos muchachos se sobresaltaron de pronto, Alya sujetaba su estomago con fuerza y tapaba su boca como si fuera a vomitar.

-N-nino, por favor llevamé al b-a ¡glup! Baño...

-¿Qué comiste Alya? –preguntó mientras le ayudaba a levantarse, evitando despertar a Marinette.

-Cr-eo que fue ¡glup! El queso... Adr-ien, ¿Pdrías cuidar, glup, de Marinette un mo-mento?

-Claro, no te preocupes.

Así, Alya se fue sujeta por Nino, mientras que Adrien tomaba su lugar al lado de Marinette con el libro de bocetos que la morena le pasara.

Los jóvenes se alejaron hasta perderse de la vista de Adrien, y de un segundo a otro, Alya se repuso y con teléfono en mano se escondió tras unos arbustos para grabar al rubio y a su amiga.

-Tal parece que el dolor de estómago era bien justificado... -murmuró divertido Nino, colocándose a su lado y sacando igualmente su teléfono.

-¡Shhhh! –le calló la reportera novata, mientras seguí grabando – Marinette no podrá creer esto cuándo lo vea, ¡ja ja ja!

The Lady of the PaintDonde viven las historias. Descúbrelo ahora