Capítulo 6: Dumb Cat...

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Chat se acomodó en el sillón de la habitación, observando con atención a Marinette trabajando en los detalles del vestido, en tanto que su mente se debatía si ella era o no era su Lady. Hasta ahora todo indicaba que sí, pero lo dicho por Alya lo estaba confundiendo.

Le dio varias vueltas al asunto de cómo arreglar las cosas con su princesa, hasta que algo se le vino a la mente, ¿Cómo fue que Alya se enteró de lo que dijo "Adrien"? El incidente ocurrió con Ladybug y Nino presentes, por lo que no creía que su amigo comentara sus palabras al resto de su clase. Nino respetaba su privacidad, y Ladybug jamás comentaría ese tipo de cosas a otras personas. Sí Alya se enteró, debió ser por Ladybug, y al ser un asunto privado, no podía ser más que Marinette.

El felino se rascó sus orejas, un poco temeroso, hasta ahora todo parecía seguro que Marinette era efectivamente Ladybug, pero sólo se trataban de suposiciones, y en verdad él tenía miedo. Miedo a perder su amistad con ella, ya que Ladybug consideraba que era mejor mantener sus identidades en secreto, y él la tenía enfrente. No podía decirle, "Hola Marinette, ya me dí cuenta que eres Ladybug, ¿Te gustaría salir conmigo?", no era el lugar, ni momento y ni modo adecuado.

Un quejido de parte de la chica lo sacó de sus reflexiones, Marinette se encontraba sosteniéndose la cintura, a punto de caer de rodillas hasta que algo la detuvo. Chat Noir la sujetó a tiempo y, caballerosamente, la tomó en brazos para acomodarla en el sillón.

-My pprrrinces, creo que se ha estado esforzando demasiado...

-No es nada Chat, sólo un tirón, ya se pasará.

-¿El doctor no le dió algo para el dolor?

-Sí, una pomada... Está en mi escritorio junto a unos analgésicos.

-Muy bien –el felino brincó con una sonrisa traviesa hasta el mueble- Pprrinces, creo que es hora que el doctor Chat Noir le atienda.

-¡¿En qué piensas?! –le amenazó Marinette con su almohada.

-No sea así conmigo, princess –Chat se le acercó, pero guardando una prudente distancia- ¿No se supone que debe tomar estos remedios si se siente mal?

Marinette quedó sin habla, a lo que Chat sonrió victorioso hasta que su cara cambió a sorpresa. Ya que la chica le dió la espalda y levantado la mitad de la blusa.

-¿Y bien? –Marinette estaba más que molesta, en tanto Chat temblaba como gelatina. No esperaba que la joven se tomara en serio su broma.

-¿Qué esperas para ponerme la pomada? – la muchacha se volteó a verlo irritada, y luego aguanto la risa.

El felino héroe estaba rojo y apenas caminaba hacia ella con sus manos titiritantes.

-Ja, ja, ja –Marinette comenzó a reír sujetándose de su estómago, a lo que Chat Noir le quedó mirando- El galán de París, que siempre coquetea con Ladybug ¿Es un gatito miedoso ante una simple chica como yo?

Los ojos de Chat se abrieron por la sorpresa, pero no que fuera agradable. Se acercó a ella de un golpe, que la hizo callar su risa. Ambos jóvenes intercambiaron miradas, Chat parecía molesto y Marinette estaba confundida con su cambio de actitud.

Chat Noir, con un semblante serio, dejó con cuidado los remedios a un costado del sofá y tomó asiento junto a la chica, para luego sujetarla firmemente de sus hombros.

La mirada seria del gato negro dejó helada a Marinette, podía sentir la presión de las garras que comenzaron a descender hasta sus manos para tomarlas con fuerza.

-No vuelvas a decir eso –Marinette tragó nerviosa- No quiero escucharte decir que eres una simple chica o algo así por el estilo, nunca más.

Chat la abrazó con delicadeza, sujetándola de su cabeza en contra de su pecho, en tanto que ella no sabía cómo reaccionar.

The Lady of the PaintDonde viven las historias. Descúbrelo ahora