A medianoche, Marinette se acurrucaba a un lado de su cama, luego fruncía el ceño y volvía a moverse a un lado, luego al otro, luego al otro. Hasta que abrió los ojos, más que molesta, y de un golpe se sentó para encontrarse cara a cara con Chat Noir muy cómodamente sentado a sus pies y sonriéndole pícaramente.
-Chat... trato de dormir, y está cama es para una persona.
-Nhya, my princess, yo sólo cuido de tí ¡Y está es la mejor manera! –le sonrió divertidamente, volviéndose a "acurrucar" a sus pies.
Marinette lo miró con un tic en el ojo, tomó en sus manos su cojín y le dió suavemente en la cabeza. Chat río divertido y se asomó debajo "del arma" de la chica con una expresión tierna.
-Lo siento, no pude evitarlo –se disculpó el felino- pero tú cama es muy cómoda.
-¿Tienes alguna idea de lo que harán mis padres sin ven a un chico vestido de gato "durmiendo" a los pies de mi cama? –le preguntó la joven con una cara de pocos amigos, a lo que gatito tragó nervioso.
-Je, je, je, no lo sé.
-Muy bien, si no quieres averiguarlo, te pido que salgas de mi espacio personal.
Las palabras de Marinette fueron tan secas, que Chat Noir llegó a dar un salto como un gato asustado con todo y maullido, cayendo en "cuatro patas" a la planta baja de la habitación.
-Miau, no sabía que Marinette podía llegar a dar miedo, ¡PRRRRR! –murmuró el héroe y dando gracias mentalmente por no haber insinuado el cojín en forma de gato que rodea la cabecera de la cama de la joven.
Chat se sacudió el traje mientras que sus ojos observaban cada rincón de la habitación de la joven diseñadora. El muchacho sonrió entusiasmado al ver que Marinette no sólo tenía estilo en la ropa, sino que también en decorar su cuarto.
Suspiró profundamente, como todo estaba tranquilo, sin señales del akuma y sin contar que nuevamente no podía comunicarse con su Lady, se dispusó a "merodear" el lugar, quedando fascinado con el rincón de trabajo de la chica. Le llamó la atención el nuevo sombrero para dama que Marinette estaba confeccionando y se encontraba sobre el maníqui. Lo tomó con cuidado, analizando el bordado y los puntos así como el color anaranjado rojizo que combinaba con el adorno que correspondía a una cinta color pálido. Devolvió con cuidado el accesorio, dirigiéndose a la mesa de trabajo de la chica, sobre ella estaban muy bien organizados: hilos, agujas, telas de colores y diseños, y varios ovillos de lana.
Los ojos verdes de Chat Noir se posaron sobre un ovillo rojo, y sin poder controlar sus impulsos de Kwami de Plagg, lo sujetó juguetomante, para luego hacer unos malabares mientras giraba. El felino héroe estaba tan entusiasmado que no se percató de la silla que estaba cerca y se dio de lleno un golpe en el pie que le hizo soltar en el aire el ovillo. Trató de atraparlo mientras saltaba en un pie y se tapaba con una mano la boca para no gritar por el dolor, pero la lana se le escapó de sus garras, y por un intento desesperado de cogerla, terminó enredándose y cayendo como saco al suelo.
-Eh... -murmuró para sí, levantando la vista a la cama de Marinette, y suspirando tranquilo que todo su escándolo no la hubiera despertado.
Quéjandose, se levantó a duras penas, sosteniéndose de la mesa y luego se quedó estático al ver que en la pared se encontraban pegadas varias fotografías de Adrien. Chat Noir logró enderazarse con una mirada cabizbaja, en tanto se quitaba la lana.
Volvió a mirar las fotos y recordó que esa tarde había descubierto que Marinette profesaba su amor a Adrien, es decir, a él. Lo que le venía un problema en la mente, tanto Chat Noir como Adrien estaban enamorados de Ladybug, lo que significaría que tarde o temprano la chica se le declararía y el tendría que rechazarla, sin dar mayores excusas. A esta reflexión se detuvo en su tarea de quitarse toda la lana enredada; sí, era cierto que para él no había más chica que su Lady, pero no podía explicarse ese sentimiento que crecía en su interior cada vez que estaba con Marinette. El terror que sintió cuándo pensó que podía perderla en manos de Queen Bee, los celos irritantes al observarla siendo abrazada por Nathanaël, y como la guinda de torta, cuándo la confundió con Ladybug antes que ella lo besara bajo el agua.
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The Lady of the Paint
FanfictionUna competencia de pintura le abrirá los ojos a Adrien tanto como a su alter ego Chat Noir sobre Marinette, pero cuando un nuevo akuma aparezca y la interacción entre Nathanaël y su modelo Marinette se haga más profunda. Adrien tendrá que aclararse...