Capítulo 3: Problemas en el trabajo.

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En el hogar de la familia Bourgeois, Chloé se había encerrado en su habitación armando uno de sus más fuertes berrinches, mientras que su padre acompañado por Sabrina, golpeaba al otro lado de la puerta tratando de entrar.

-¡¡Hija!! Por favor abre...

-¡Chloé! Dejános entrar.

-¡¡NO!! ¡No, no y no! –respondió la furiosa chica- ¡¡Soy la hija del alcalde!! ¡Se supone que todos deben hacer lo que diga! ¡Yo debo ser la modelo para la pintura!

-Mi pequeña, lo siento, traté de arreglar las cosas esta mañana, pero me dijeron que el artista fue quién escogió a la modelo.

-¡¿Y no pudiste convercerlo?!

-No pude, dijo que si la modelo no era Marinette, entonces no haría ninguna pintura, "sin importar cuánto le pagara..."

-¡¡GRRRRR!! ¡Es inconsevible! ¡¿No puedes hacer nada bien?!

-¿Chloé? –le llamó consternado el alcalde por la forma de hablar de su propia hija.

-¡Eres el alcalde! ¡Y yo soy tu hija! ¡¡Todo París debería hacer lo que yo digo!!

En ese momento, en un lugar desconocido en París, una enorme habitación oscura se iluminaba al abrirse una gigantesca ventana desde su centro. Y seguida por la luz del día, se alzaba un gran grupo de mariposas blancas con Hawk Moth en el centro.

-Nada mal para empezar el día, esta podría ser un Akuma prometedor... Puedo sentir su ira, su rencor, el egoísmo y la envidia ¿La hija del alcalde, no es así? – así el hombre enmascarado corrompía una mariposa blanca con sus manos – Ve mi pequeña, estoy seguro que pronto tendré en mis manos las Miraculous Stones.

La mariposa negra voló por los tejados de París hasta llegar al dormitorio de Chloé, quién seguía con su berrinche.

-Esto no es correcto, ¡soy hija del alcalde! Todos deberían respetarme y obedecerme...

Luego de decir estas palabras, la mariposa poseyó los anteojos de sol de la rubia, la cual levantó su cara casi de inmediato con la silueta del Akuma en sus ojos.

-Queen Bee, soy Hawk Moth, he venido en su auxilio mi reina de París, te otorgaré los poderes para poner orden entre tus plebeyos; pero a cambio debo solicitarle que me ayude a obtener las Miraculous Stones ¿Cree que podamos hacer el trato?

-Soy la reina de todo París; y como me has otorgado más poder en compensación te recompesaré con las Miraculous Stones.

En el preciso instante que brotaba la nube negra de los lentes de Chloé, habían logrado ingresar el alcalde y Sabrina luego conseguir la llave maestra, para presenciar la aparición de Queen Bee.

-¿Hija? ¿Eres tú? – el robusto hombre se quedó sin habla al ver a su hija ataviada con un suntuoso traje dorado de abeja reina, sus lentes se transformaron en una corona negra, su cabello dorado estaba parado como si fuese agujas, tenía cuatro alas brillantes brotando de su espalda descubierta y una maliciosa sonrisa.

-Soy Queen Bee, y ustedes lacayos son inútiles.

-P-pero Chloé, somo nosostros – Sabrina trató de entrar en razón con ella, pero el Akuma sólo rio a carcajadas.

-¿En verdad tienes el descaro de hablarme de esa manera? ¡Soy la reina de París!

Queen Bee lanzó un rayo de luz amarillo desde su corona sobre la pelirroja, atrapándola en una crisálida dorada.

-¡¡Hija detente!! –le pidió aterrado su padre.

-¡¡Mph!! ¡Tú también eres otro inútil! Te pido las cosas más sencillas y no eres capaz de cumplirlas ¡También recibirás el castigo por fallarle a tu reina!

The Lady of the PaintDonde viven las historias. Descúbrelo ahora