Capítulo 1: No tengo trasero

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¿Saben? Soy pésima describiendo mi vida. Pero como ya están aquí y hasta se leyeron el prólogo, les narraré mi vida como un regalo de navidad.

Sí señores, sé que navidad pasó hace mucho.

Entonces, ¿Negro o rojo? Bueno, no importa porque no voy a ir a ningún lado.

—¡Levanta tu chato trasero de ahí y vamos al cumpleaños de mi hermana! —dijo Eli mientras me quitaba las sabanas de encima— Si no te levantas voy a llamar a Alex —me amenazó con su dedo.

Levanté un poco mi cabeza y miré como buscaba su teléfono para cumplir su gran amenaza.

—¡Uy, que miedo me das! Eli llamando al estúpido de mi mejor amigo —dije burlona mientras me daba la vuelta y me arropaba otra vez con mis sabanas— Cuando termines tu drama y te largues de mi habitación, ¿Podrías apagar la luz, por favor?

—¡Y le diré que le dijiste estúpido!... ¿Aló?... ¡Alex, dile a Cassie que se levante para que vayamos a la fiesta, ella... ¿Eh? ...Un momento —sentí como la cama se hundía con su peso y colocaba el aparato en mi oreja— Ya está. Puedes hablar.

—Hola angelito. ¿Sabías que hoy amanecí de mal humor porque mi hermanita me despertó a las cinco de la mañana? —me pregunta Alex mientras escucho una música fuerte de fondo— No, entonces si no quieres que te vaya a buscar y te traiga con lo que sea que tengas puesto a la fiesta, sería mejor que levantes tu flácido trasero y vengas aquí. ¡Ahora!

—¡Que les pasa a todos con mi trasero! Al menos no tengo 6 dedos en cada pie, idiota. —le grité fingiendo estar indignada— Y no voy a ir a ningún sitio, adiós —le colgué y tiré el teléfono de Eli al suelo.

—Por favor, ven...Además, mi tía preparó mucha comida y...

—Eli, voy a contar hasta tres para que salgas de mi habitación —le gruñí— Uno... —ví como recogía su bolso— Dos... y

Cuando dije tres lo único que pude escuchar fue el sonido de la puerta cerrarse y las luces de mi habitación apagadas. Suspiré con alivio mientras me di vuelta para volver a intentar dormir.

***

Era un día hermoso y el sol brillaba con esplendor.

Estaba sentada en una roca. Específicamente en la punta de una hermosa e inigualable cascada de Nutella. Allá en el horizonte aun solo podía ver Nutella y yo ya estaba comenzando a quitarme la ropa para tirarme a este mar sin fin. Mi sonrisa era la más grande que había tenido nunca cuando sentí como la brisa me levantaba y me llevaba hacia abajo. La caída era muy larga y todavía no llegaba, pero cuando al fin lo hice solo sentí como el frío y la humedad llenaban todo mi cuerpo. Intenté morder la Nutella o tragarla pero en cambio lo que escuché fue un grito.

Un grito que me sacó de toda mi ensoñación.

—¡Qué...qué pasa! —grité sofocada. No estaba en mi habitación, estaba en un auto que conocía perfectamente. El de Alex. Todos iban riendo a carcajadas mientras me miraban a mí y a Frank que tenía su dedo índice en su boca mientras maldecía y se quejaba. También noté que tenía toda mi blusa del pijama mojada. Entonces aclaré mi mente para tratar de entender que es lo que estaba pasando aquí.

Alex me estaba llevando en su carro a lo que creo que es la fiesta, en donde estaban Frank, Eli y Joy. Todos ellos iban muy bien vestidos mientras que yo era la única que iba con un pijama de una blusa de pececitos blanca y un pantalón largo de corazones. ¡Ni siquiera iba combinada!

—¡Ustedes, hijos del mal! ¿Cómo me han podido traer aquí sin mi permiso y que también me hayan echado agua encima? ¿Saben lo lindo que estaba soñando? —lloriquee a la vez que los regañaba. Los miré esperando una respuesta y lo único que hicieron fue señalar a Alex. Él solo se encogió un poco en su asiento y se puso a silbar mientras manejaba.

—Quiero que me lleven de vuelta a mi casa en...

—Eso no va a funcionar Cassie.

—¿Pretenden que vaya así a una fiesta? —los miré pidiendo un poco de piedad con los ojos— Al menos déjenme ir a mi casa para buscar algo de ropa y luego me vuelven a traer —les ofrecí un trato amable.

—No —dijeron todos al unísono. Ellos me conocían bastante bien y supe que no iba a salir de esta hasta que pase al menos una hora en esa fiesta.

Si por lo menos la hermana de Eli me agradara, tal vez, solo tal vez hubiese ido por mi propia voluntad pero es que esa niña es como una sanguijuela. Ya me la imagino en la puerta de su casa dándole un discurso de media hora a cada invitado diciéndole gracias por venir a su fiesta.

—Saben que los joderé la semana entera por esto ¿Verdad? —nadie contestó. Solo escuche como Eli tragaba saliva y se ponía a jugar con su celular. Todos permanecieron en silencio hasta que al fin llegamos a la fiesta. Miré mi atuendo por última vez y lancé un gemido de impotencia. Me prometí que a ellos les vendría una buena venganza por esto.

Me quedé mirando la casa y lo atestado de gente que estaba. Había luces de colores que salían por cualquier lado de la casa. Entonces decidí que mejor los esperaría en el auto, pero ellos serían inteligentes y me llevarían cargando como a un saco de papas. Así que cuando ellos salieron del auto y solo quedaba yo por salir, cerré la puerta y les puse el seguro a todas.

—¡Cassandra! —gruñeron frustrados mientras forcejeaban la puerta para abrirla.

—Ilusa —dijo Alex mientras me ensenaba las llaves del auto. ¡Se me olvidó ese detalle!

Y he aquí mi plan B: me saqué la blusa y me quedé con el sostén y el pantalón de pijamas. ¿Qué? No les tengo vergüenza a mis amigos y no creo que ellos me saquen así en sostén y que me vea todo el mundo.

Ellos no se atreverían a tanto ¿No?

Hola, si haz llegado aquí, entonces, Felicidades!, te has ganado una papa frita!.

No es normal que deje una nota o algo, pero como voy a pretender seguir con esta historia la puse.

Se que tiene muchos errores ortográficos y la portada es un asco, pero así se comienza, No?

Que tengan una bonita semana :)

Entre Burbujas [#Wattys2016] [NDAWARDS2016] [HandWrittenAwards2016]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora