Capítulo 10: Sorpresas

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—Entonces, Cassie. ¿Qué tal la universidad? —me pregunta mi tía Emily a la vez que le limpiaba la boca a mi pequeño primo de dos años. Estábamos en la gran mesa que teníamos preparada solo para grandes reuniones, como ésta. Era hermoso ver a toda tu familia compartiendo y sonriendo a la vez que hacíamos bromas y nos burlábamos de otros miembros. Para algunas personas, las reuniones familiares son aburridas; otras, no tienen buena relación con sus parientes o incluso peor, no tienen o están muertos. Pero tenga la gracia de tener toda mi familia completa y unida, algo que se lo agradezco mucho a Dios. Es grandioso tener a muchas personas que te apoyen en tus peores y mejores momentos sin importar qué. En realidad no se qué haría sin todos ellos.

—Bueno... —comienzo a hablar y todos voltean a verme con atención— La universidad es un poco difícil, pero me voy acostumbrando. Son muchos trabajos, tareas en clase, exámenes y algunas pequeñas prácticas. Pero después de todo eso, es perfecto— termino sonriendo y todos asienten en aprobación.

—¿Qué tal tu novio, Cassie? —dice Amanda, mi prima que es hija de mi tía Lucia, quien es hermana de mi padre. Ahora no solo me miraron con atención, sino que hasta dejaron de comer para poner más atención a mi respuesta. El silencio se hizo enorme y mis mejillas se sonrojaron un poco.

Me aclaro la garganta— En realidad no tengo novio y lo sabes, Amanda —intento lanzarle una mirada asesina, pero me tira un beso en el aire provocando que riera. Amanda era con quien más hablaba y sabía algunos de mis mas guardados secretos, pero yo también se algunos de ella obviamente.

—Eso no fue lo que me dijiste hace unas horas —dice intentando sonar seria y todos en la mesa hacen un sonido de asombro. Si ella juega, ¿Por qué yo no podría?

—Bueno, al menos mi novio es soltero. ¿El tuyo ya dejó a su esposa por tí? —sonrío. Y la mesa se lleno de otro asombro más largo que el mío.

—De hecho, sí. Pero tú dime, ¿Todavía tienes la Gonorrea que te contagió?

—¿Ya te hiciste el examen del SIDA?

—¿Cómo se llamará tu bebé?

—Ten por seguro de que no será el tuyo —sonrío. Todos se han quedado mirando. Saben que solo bromeamos, pero hay veces que sienten la curiosidad de preguntar si es verdad o no.

—Está bien, tu ganas —rodea los ojos. Le lanzo un beso, como ella había hecho conmigo hace un rato y ella hizo como si detestara eso. Pero sé que me ama.

Luego de eso, decidimos ir todos juntos hacia la sala para conversar un rato. Y como siempre, todos los primos nos fuimos hacia mi habitación para tener nuestras típicas conversaciones no-aptas-para-personas-con-ataque-al-corazón. Éramos como algunos dieciséis y en mi habitación quedábamos como sándwiches de apretujados, pero no nos importaba.

—¿Alguien sabe qué pasa con ellos? —pregunta Robert y en su rostro se refleja un poco de preocupación.

—¿Qué pasa de qué? —frunzo el ceño. Entonces todos me miran con rostros serios.

—¿No lo sabes? —niego repetidamente en respuesta— Nuestros padres han estado muy sospechosos y siempre hablan por teléfono últimamente —dice Amanda.

—Mamá dijo algo sobre el hospital, pero no la pude entender muy bien —dice Leslie de catorce años. ¿Hospital? No creo que el hospital los tenga tan preocupados. Tiene que haber algo más, más grande. Casi toda la familia trabaja en el hospital, pero no creo que ese sea el gran problema.

—¿Y si es algún problema económico? —digo intentando buscar alguna razón. Soy tan despistada, que no me había dado cuenta de que estaba pasando algo aquí en la familia.

Entre Burbujas [#Wattys2016] [NDAWARDS2016] [HandWrittenAwards2016]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora