Voy caminando por los pasillos de la Universidad con Ethan a la par mía. Ahora tiene la brillante idea de que tengamos una segunda cita, cuando claramente nunca hemos tenido la primera siquiera. Pero claro, para él, sí que la tuvimos.
—Eso no cuenta como cita, Ethan. Prácticamente me arrastraste hasta allí —rodeé los ojos obvia.
—Pero te encanto el lugar, así que sí cuenta como una —pone su brazo encima de mi hombro— Y por eso, hay que tener una segunda cita —dice como si fuera la cosa más obvia del mundo.
—Si en realidad quieres tener una cita —quito su brazo de encima— Entonces tendrás que ganártela —sonreí con malicia.
—¿Qué tengo que hacer para ganarme una noche contigo? —sonríe.
Le golpeo el hombro e intento sonar seria— No es una "Noche", es una cita; malpensado.
—Está bien, solo quería hacer el intento. ¿Qué voy a tener que hacer para salir contigo?
—Tienes que adivinar cuál es mi segundo nombre —sonrío angelical. Sé que parece sencillo y fácil de investigar. Pero no cuando realmente no tienes un segundo nombre. Él se me queda mirando y luego estalla en una fuerte carcajada llamando la atención de los que se encontraban alrededor de nosotros. Yo también sonrío burlona, porque él cree que será muy fácil y todo eso.
—¿No tenias otra cosa mejor?
—Suerte con eso, Ethan —me despido con un saludo y me dispongo a caminar hacia mi siguiente clase.
—¡Espera!, ¿No estarás jugando verdad? —comienza a correr detrás de mí.
—¿Luzco como si estuviera jugando? —puse mi rostro serio, ese que muy pocas veces suele salir— No, entonces si en realidad quieres una cita, tienes que adivinar mi segundo nombre. ¡Buena suerte!
***
Al terminar todas mis clases me dispongo a caminar hasta la casa de Eli. ¿Por qué? Bueno, mi querido Wrangler tiene unos pequeños fallos en los frenos y no quiero terminar muerta un día de estos. Creo que aún soy muy joven para eso. Y además, Eli no me puede llevar porque todavía no termina sus clases. También estaba pensando ir donde Alex y de paso hablar con él sobre lo de Eli, pero Alex me dijo que tenía que hacer algo muy importante hoy en la tarde y que no podría llevarme a casa. Y sospecho que esa cosa importante tiene que ver con Eli también.
Voy bajando las calles de una pequeña ciudad en filadelfia pensando en que tal vez podría intentar buscar un trabajo para satisfacer mis propios gustos. Es entonces cuando recibo una llamada de papá.
—¿Aló? —contesto.
—¿Qué harás hoy? —escucho varios sonidos como si estuviera en la cocina.
—Nada. Desde que Eli salga de clases ella me llevará a casa —digo mirando hacia todos lados antes de cruzar una calle.
—Oh, está bien. Cualquier inconveniente me avisas —escucho un fuerte ruido seguido de un "¡Auch!"— Sólo te llamaba para recordarte de que hoy habrá cena familiar.
¡Claro! Lo había olvidado por completo. Cada cierto tiempo mi papá hacia una cena que no me atrevería a perder ni loca. Siempre hay algo entretenido que hacer cuando nos reunimos.
—¡Claro! Estaré allá lo más pronto posible para ayudarte —le digo y después de despedirnos, cuelgo la llamada. Mi padre era como un niño, que siempre quería mantener la familia unida. Él era quién mantenía las dos familias unidas; la de mi mamá y la de él.
Miro mi reloj y me sorprendo al ver que son las cinco de la tarde ya. Intento llamar a Eli para saber si ya viene en camino, pero mi instinto me dice que no vendrá por mi. Ella no contesta y Alex mucho menos. Aquí es cuando comienzo a ponerme nostálgica, dentro de un tiempo serán novios y solo andarán ellos solos y yo aquí como una monja. Siempre van a querer estar solos y junto con Frank estaremos viendo películas de amor a la vez que nos invade la envidia por ellos dos. Pero seremos buenos amigos y les desearemos lo mejor en su relación.
¿Desde cuándo eres tan pacifista, Cassie?
Estoy llegando a la casa de Eli cuando una bocina de un auto me hace voltear mi cabeza hacia allí. Era un auto negro con los vidrios polarizados. Así que se me hacía difícil de ver quién iba adentro. El problema es que se detiene al lado mío, pero decido que es mejor seguir caminando. La bocina suena otra vez y frunzo el ceño. Estoy casi segura de que quiere llamar mi atención y es ahí cuando el vidrio de auto baja lentamente dejándome ver a un chico de tez morena.
—¿Podría ayudarte en algo? —digo cruzada de brazos.
—Sí, necesito tu numero —me guiña un ojo.
—Lo siento, pero si tuviera un celular estaría encantada de dártelo —sonrío falsamente y en ese mismo instante mi teléfono comienza a sonar. ¡Damn it!
—¿Decías, hermosa? —el chico comienza a reír burlonamente y no me queda de otra que atender la llamada a regañadientes. Es Elizabeth.
—¿Sí?
—Ya voy de camino a mi casa, ¿Dónde estás? —pregunta bruscamente. Creo que esta enojada. Miro el letrero que dice el nombre de la calle.
—Estoy en la Calle 22th —digo caminando de nuevo hasta la esquina, dejando al chico del auto allí adentro.
—Ok —y cuelga la llamada. Definitivamente está enojada. Y estoy deseosa de que venga rápido a recogerme para saber el por qué de su enojo.
Escucho la bocina nuevamente y estoy comenzando a pensar que este chico es como un chicle pegado a tu zapato. Así de molestoso. No hago mas que dar media vuelta y poner mis manos en mi cadera.
—¿Qué? —espeto.
—Me gustan las chicas difíciles —sonríe— ¿Me das tu numero?
Ruedo los ojos— Apunta —digo y veo como saca su celular para apuntar mi numero— Siete ochenta y dos, cuatro cincuenta y seis... ¿Estas copiando? —pregunto sonriendo y el asiente— ...treinta y seis.
—¿Ya? —asiento
—Pero faltan dos dígitos —frunce el ceño.
—Averígualos —sonrío abiertamente.
—¿Te crees chistosa? Pues déjame decirte que puedo conseguir lo que se me pegue en gana —una sonrisa maliciosa adorna su rostro y su mirada totalmente oscura me decía que todo lo que él decía era verdad.
—Suerte con eso.
—No la necesito —ríe— ¡Adiós hermosa!
Y desaparece con una bola de humo a causa de su auto. Comienzo a toser a causa del humo e intento moverme de ahí lo más rápido posible y es ahí cuando veo a Eli estacionada al otro lado de la calle. Corro hacia allí y entro al asiento del copiloto.
—¿Qué hacías con Dylan? —pregunta con un tono bastante frío.
—¿Con quién?
—Dylan, el chico del auto con el que estabas. No quiero volverte a ver con él, ¿Entendiste? —pone el auto en marcha de manera brusca.
—Hey, el que estés enojada, no significa que debes de decirme que hacer o que no hacer —le espeto incrédula.
—No te estoy diciendo que hacer ni mucho menos. Solo trato de advertirte, porque él es un chico muy peligroso aquí. Tan peligroso, que la policía lo andaba buscando el mes pasado —dice con la mandíbula apretada— Así que, no te acerques a él, por favor.
Okay, lo prometido es deuda y que les traje dos capítulos en un día. Me deben 5 dólares cada uno de ustedes * Sonríe malvadamente*
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Chao, chao!
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Entre Burbujas [#Wattys2016] [NDAWARDS2016] [HandWrittenAwards2016]
Teen FictionSiempre he creído que la manera en que se hacen las burbujas es sorprendente y mágica. Pero cuando mi vida se convierte en ellas, es entonces cuando lo entiendo. Nosotros éramos como burbujas; mientras más arriba estábamos, más era la posibilidad de...