Se vuelve más difícil cada día,
no quiero perderte nunca,
pero pídeme que me quede,
y lo haré.
Relato corto que de desprende de la trilogía You're mine de Jamie Dornan y Dakota Johnson.
No es una cuarta temporada, es una historia corta de lo que pas...
Es casi medio día cuando legamos a Dublín, las niñas despertaron un par de horas atrás y después de hacer una parada en una estación para ir al baño no hubo más retrasos, el paisaje aquí era precioso, tenía ese toque del viejo mundo con toques modernos por aquí y por allá, la gente andaba tranquila por las calles usando abrigos para protegerse del frio pero se notaba que el invierno estaba por terminar, las niñas ignoraban la película que había puesto y miraban también embelesadas por la ventana.
-¿Dónde estamos papá? –dijo Dulcie con la nariz pegada a la ventana.
-Bienvenidas a la tierra donde habitan duendes, hadas, celtas y vikingos –miré de reojo a Dakota que me sonreía- llegamos a Dublín.
-Todo es verde por aquí –dice ella encantada y alzando su cámara para hacer fotos a través del parabrisas- ¿Me dejarás conducir?
-Aún no has perfeccionado tu forma de conducir del lado contrario –no es que tema por nuestras vidas cuando ella conduce, digamos que temo por la vida de los otros conductores- Pero quizá puedas practicar.
-Tomaré eso como un sí –dice ella y tira una foto de mí- Bueno, ¿dónde comienza la aventura?
-Ya lo verás, estamos cerca.
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La ciudad está despierta a esta hora dando una sensación de un día animado, estaciono el auto delante del Trinity College que es la universidad con más prestigio en Irlanda, ahora está de vacaciones por lo que está vacía pero los jardines están abiertos así que paramos allí y veo a Dakota mirar con emoción el enorme edificio, no conozco mucho la historia pero le cuento lo que sé mientras hace fotos de las niñas allí corriendo y yo le hago unas con ella posando divertida. También la llevo a la biblioteca del lugar que es la más grande de Irlanda, puedo ver que a mi esposa se le llenan los ojos de lágrimas al ver los miles y miles de libros que ocupan las estanterías y hago una foto de ella en ese momento, su mirada es casi angelical, pero solo podemos estar allí un poco pues las niñas se inquietan y Zeppelin se queda afuera atado.
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-El sueño de mi padre era que yo estudiara aquí –le digo cuando tomo su mano para salir- Pero para su mala suerte me convertí en actor.
-Eres una deshonra para la familia –dice poniendo los ojos en blanco divertida- Pero piensa esto, en unos años, Dulcie o Pipper pueden estudiar aquí.
