Capitulo 3

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-Buenos días.

Elaine acaba de entrar al comedor dónde el desayuno ya está preparado. La madre de King le sonreí dándole pie a sentarse y a degustar su riquísima comida. No ha hecho nada más sentarse y probar el arroz cuando King entra corriendo con la cartera al hombro.

-Ya me voy.

-¿Eeeeeh? ¿Ya? Pero las clases no empiezan hasta dentro de una hora.- pregunta extrañada Elaine que observa el reloj del salón.

-¿No te lo dije? Nosotros entramos media hora antes que vosotros y también salimos también media hora antes. Es para evitar conflictos con los estudiantes becados.- le contesta al ver su cara de desconcierto – Tranquila, Diane vendrá a recogerte. Ayer miró la lista de su clase y estás con ella. No debes preocuparte por nada más.

King le pone la mano sobre la cabeza y se despide de sus padres.

A pesar de que Elaine no le preocupa el hecho de ser molestada por otros lo que más le da rabia es que los estudiantes estuviesen divididos por su estatus social. ¿Acaso importaba tanto de qué familia provengas o el dinero en pleno siglo XXI? Tampoco cree que ese chico, Ban, sea tan malo aunque después de escuchar sus horribles palabras no sabe qué pensar. Primero la ofende y luego la ayuda. Y su sonrisa tras verse de nuevo...



-¡Buenos días!

-Buenos días, King.

Gilthunder y Howser, dos de sus compañeros de clase y con quién suele juntarse, salen de la clase para darle los buenos días. Están hablando unos minutos hasta que éstos se dirigen al cuarto de baño y King entra en clase directo a su pupitre no sin antes saludar primero a Meliodas que habla cariñosamente con su novia, Elizabeth.

-Buenos días, King.- saludan ambos a la vez.

-Buenos días. ¿Y Ban? ¿No ha llegado todavía?

-Está en el balcón.- responde Gilthunder que ya está de regreso – Hoy será un gran día.

King le observa cuchichear y reírse junto con Howser bajo la mirada de decepción de Eli. Ella odia todo lo relacionado con las bromas y las humillaciones a los estudiantes becados. King sabe muy bien que tiene alguna que otra conocida en el otro lado pero, al igual que él, debe guardar silencio.

Intranquilo, se acerca al balcón de la clase.

-Buenos días, Ban.

-Oooh, King, ya has llegado.

-¿Qué haces aquí fuera? La clase está por comenzar.

-Hoy será un gran día~~.- susurra cantarín. ¿Qué habrán preparado? Se está poniendo cada vez más y más nervioso.

-¿Por qué dices eso? ¿Acaso hay examen sorpresa?

Pregunta King alertando al resto de sus compañeros que le miran a su vez asustados.

-No, mucho mejor que eso. – Ban gira la cara hacia él y una amplia sonrisa de intriga y provocación le saludan – Hoy toca numerito. ¿Hacemos una apuesta?

-¿Una...apuesta...? – King sabe perfectamente qué significan esas palabras.

-Sí ¿Cuánto crees que aguantará la nueva becada en llorar?

El chico aprieta con furia los puños y dirige la mirada hacia el edificio de enfrente. Desde su clase puede ver la clase de Diane y la que pronto será la de Elaine. Quiere decirle a Ban que la deje tranquila, que es su mejor amiga, que vive con ella pero si lo hace las consecuencias serán terribles para Elaine.

-Bien chicos, sentaros. La clase va a comenzar.

El profesor acaba de entrar y Ban inmediatamente obedece pero King se queda rezagado mientras saca su móvil rápidamente para enviar un aviso.

"Vigila a Elaine. Ban ha preparado algo."

-King dice que te vigile, que Ban tiene preparado algo para ti.

-¿Para mí? – Diane acaba de recoger a Elaine en su casa y se dirigen hacia el instituto - ¿Qué será?

-¿Acaso estás deseando que te pase algo? – pregunta Diane aterrada solo pensar en lo que a ella ya le han hecho en algunas ocasiones, que por suerte, no han sido muchas.

-No, pero después de haber vivido cosas peores creo que esto será un chiste comparado con eso.

Elaine no dice nada más, acelera el paso y Diane corre tras ella. Durante el camino se encuentran con varios compañeros los cuales están interesados por la nueva alumna, sin embargo, Elaine ha podido comprobar que todos y cada uno de ellos que ha conocido esa mañana la observan igual, preocupados, aterrados. ¿Pasará lo mismo una vez entre en clase?

-¡Ah, ya está aquí!- susurra Ban levantándose del asiento sin pedir permiso al profesor para salir de clase. Gilthunder y Howser le siguen, al igual que King también. No puede ni debe quedarse allí esperando a que Diane le explique lo que ha pasado y vaya corriendo a consolar a Elaine.

-Bien bien, ¿Quién hace la primera apuesta?

-Yo digo que llorará nada más abrir el casillero.- apuesta Howser.

-No, será después cuando salga corriendo. Ya la veréis, llorará en un lugar apartado y solitario dónde nadie pueda verla.

Ambos ríen de nuevo.

-¿Y tú, King? ¿Qué propones? – pero King no contesta, tiene la mirada clavada en la entrada y su estómago es un nudo de nervios que se hace más grande en cuanto las ve entrar directas a los casilleros y no puede evitar sentir odio hacia sí mismo al ver a Diane delante de Elaine con los brazos en cruz protegiéndola.

-Aquí está tu taquilla. ¿Quieres que la abra yo?

-Tranquila, dudo que hayan metido algo vivo ahí.- Elaine abre el casillero para sacar sus zapatos y....

-¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAH, SERPIENTES!!!!!!! – grita Diane retrocediendo hasta chocar contra la pared.

A sus gritos se le suman los de las chicas más cercanas que corren a abrazarse con Diane mientras los chicos intentan colocarse delante de ellas para protegerlas pero ellos también parecen asustados.

-Oye, será mejor que te alejes. Pueden ser venenosas.- le aconsejan a Elaine pero ésta se ha quedado de piedra observando a dos pequeñas serpientes enroscadas sobre sus zapatos.

-Llorará en tres...dos...uno...

-¡¡Uaaaah, pero qué monas!!

-¿¿¿¿¿¿¿Eh???????

Elaine introduce las manos en la taquilla para llevárselas a la cara y poder estrujarlas como si fueran ositos de peluche.

-Ela...Elaine...pero... ¿Qué...estás...haciendo...? – titubea Diane.

-Ven, míralas, son preciosas.

-No... mejor no....

-¿Te dan miedo las serpientes? No te preocupes, no son venenosas. Diría que son domésticas. Jajaja, me están haciendo cosquillas con la lengua.

La chica rubia ríe sin dejar de acurrucar a las serpientes que empiezan a enroscarse en sus delgados brazos bajo la atenta mirada de los alumnos becados y de los alumnos modelo que la observan ocultos sin dar crédito a lo que están viendo.

-No me lo puedo creer....

-¿Le gustan las serpientes? ¡Pero a qué chica le gustan las serpientes!

Gilthunder y Howser protestan mientras King respira aliviado. Pero su alivio se disipa al escuchar las palabras de Ban...

-Mmmmm interesante. Esta chica es muy interesante. Creo que me voy a divertir bastante con ella.

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