Las semanas pasan muy rápidas para los alumnos del instituto Nanatsu no Taizai. Tanto, que la llegada del no tan lejano invierno no les molesta cuando tienen clase de Educación Física en el patio, o cuando tienen que esperar a que la lluvia amaine un poco para no llegar a casa completamente mojados, o cuando los días se acortaban por momentos.
-Odio el invierno.- susurra Elaine observando por la ventana.
-¡Pues a mí me encanta! – grita una compañera de clase dando pequeños saltitos.
-Aún falta un poco más de un mes para la entrada del invierno.- le susurra Diane a Elaine para animarla pero la chica hace días que está más decaída de lo normal - ¿Estás bien? – pero Elaine no le contesta. Su mirada está clavada en el edificio de enfrente pero desde allí no puede verle al tener las cortinas echadas en su clase. No puede ver a aquel chico que ama con locura y cuyo corazón retumba de temor desde hacía unos días.
Ni siquiera aparta la mirada cuando el profesor comienza la clase, ni ante los continuos susurros de Diane llamándola al ver que el profesor no hace nada más que observar a la chica que es incapaz de apartar de su mente ese terrible reunión....
Una semana antes...
-Chicos, hoy tenemos que dar la bienvenida a dos nuevas alumnas. Gila, Jericho, podéis pasar.
La puerta se abre y dos chicas entran con semblante serio mientras algunos chiflidos irrumpen el silencio. Ambas se presentan, con breves presentaciones, y se sientan al final de la clase ignorando las miradas se sus compañeros que no dejan de observarlas hasta que el profesor requiere de nuevo su atención.
Cuando la clase acaba, la mayoría de las chicas van a darles la bienvenida pero Eli se queda a un margen al lado de Meliodas frotándose las manos nerviosa.
-¿Qué ocurre, Eli?
-Tengo una corazonada.
-¿Mala?
-No sabría decirte, pero he sentido un escalofrío por todo el cuerpo desde que han entrado por la puerta.
-¿Necesitas que te caliente?
-¡No estoy de broma, Meliodas! – susurra enfadada y salie corriendo hacia el cuarto de baño.
-¿Qué le ocurre? – pregunta King que se acerca a Meliodas seguido de Ban.
-Dice que ha tenido una corazonada.
-¿Os burlaríais de mí si os dijese que a mí se me ha puesto la piel de gallina en cuanto han entrado? – ambos niegan con la cabeza – Es extraño... no las conozco pero no me dan buena espina.
-Ban, ¿Crees que estarán al tanto del papel de los alumnos modelo y los becados? – pero éste niega con la cabeza mientras se dirige hacia su mesa con las manos metidas en los bolsillos sin percatarse de que una de las nuevas chicas no hace nada más que observar sus movimientos.
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-¿Dos chicas nuevas?
-Así es.
-¿Cómo son? – pregunta Elaine con curiosidad pero King no parece querer hablar mucho sobre ellas - ¿King?
-Perdonad, tengo que estudiar. – y sin más sale de la habitación de Elaine hacia la suya mientras las dos chicas se miran entre sí muy serias.
-¿Ban te ha contado algo?
-No, nada. ¿Debería preguntarle?
-No lo sé... hacía tiempo que no veía a King así. Desde...bueno... Tú ya sabes cómo es, siempre que algo está próximo a suceder, aunque sea una minuciosidad, se siente deprimido, apagado...
-Me estás asustado. ¿Insinúas que va a ocurrir algo malo?
-¡No! No tiene por qué suceder nada, es solo que, bueno... no sé... por si acaso, estemos pendientes de él.
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A la mañana siguiente, King se encuentra en los casilleros a Meliodas quien, a su vez, le está esperando desde hace rato. Apenas le ha dado tiempo a ponerse los zapatos cuando corren escaleras arriba para llegar lo antes posible a su aula de la cual se escucha perfectamente la voz enfadada de Ban.
-¿¿¿QUIÉN COJONES HA HECHO ESTO??? – grita una y otra vez paseándose entre los pupitres mientras sus compañeros no son capaces de mirarle a la cara - ¿Nadie? Por si no lo recordáis, y parece que no, tenemos un trato y alguno de vosotros lo ha incumplido.
-¡Ban! – grita King abriendo la puerta - ¿Qué ocurre? ¿Qué está pasando?
-¡ESTO ES LO QUE ESTÁ PASANDO! – le lanza una pequeña fotografía que en cuanto la mira la tapa inmediatamente. En ella sale Elaine en el vestuario de las chicas desvistiéndose tras la clase de gimnasia - ¿¿¿QUIÉN HA SIDO??? ¿QUÉ MALNACIDO DE VOSOTROS LE HA HECHO ESA FOTOGRAFÍA? ¿ES QUE NO RECORDÁIS QUE ESA BECADA ES PROPIEDAD MÍA? ¿QUE SOLO YO PUEDO MOLESTARLA?
Un fuerte ruido retumba por toda la clase provocando que algunas chicas griten abrazadas unas a otras. Acaba de lanzar una silla por encima de sus cabezas hasta chocar con la pizarra.
-¡¡CONTESTADME, MALDITA SEA!!
Pero nadie habla. Nadie dice nada. Y ese silencio solo le molesta mucho, muchísimo más.
-Os doy una semana. Si dentro de siete días no ha salido el culpable... Desearéis no haber nacido.
Y diciendo esto le propina una fuerte patada a la mesa del profesor derribándola al suelo para salir de la clase seguido de King y sus amigos mientras el miedo seguía controlando al resto de sus compañeros.
-Ni una palabra a Elaine, ¿Entendido? – todos asienten – King, dámela – el chico se la entrega sin dudar y en un visto y no visto la fotografía se reduce a un montoncito pequeño de cenizas a los pies de Ban - ¿Sabéis que pasará ahora, verdad?
-Tranquilo, averiguaremos todo lo que podamos.
-Encontraremos a quién haya hecho esto.
-Gracias. Ahora regresad a clase, yo no tengo ánimos para entrar ahí dentro. Os veré mañana.
Se despide con un movimiento seco de cabeza y le venn alejarse escaleras abajo. Tanto su mochila como su abrigo están aún en clase pero a él no le importa, ahora mismo su propósito está en encontrar al culpable que ha sido capaz de fotografiar a su novia mientras se cambiaba de ropa y en cuanto averiguase quién había sido...
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-¿Señorita Elaine? El director la reclama en su despacho.
Todas las miradas se giran para mirar a la chica que observa a su vez a la profesora extrañada. ¿El director? Siente como el corazón se le oprime hasta dejarla sin respiración y sin darse cuenta ha recorrido los pasillos hasta cruzar al otro edificio y plantarse delante de la puerta de dirección. El cuerpo entero le tiembla. ¿Por qué ese miedo? ¿Acaso su padre se ha enterado de su relación con Ban? No, no puede ser eso... ¿Tendrá que ver con...?
Abre la puerta y en el fondo de la habitación, decorada con altas cortinas de un tono verde oscuro, cuadros de los anteriores directores, sillones de cuero y un mueble repleto de trofeos, está él, el director, sentado en su escritorio garabateando algo en unos papeles. Cuando cierra la puerta y vuelve a mirarle él ya la está observando y su sonrisa provoca que su corazón se pare de puro terror.
pueden apartara3
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Mundos Entrelazados
Hayran KurguEl instituto Nanatsu No Taizai tiene a sus estudiantes divididos: alumnos modelo (aquellos que han pagado una matrícula considerablemente cara) y alumnos becados (quienes han realizado un examen para entrar). Sin embargo, todo alumno becado sufre br...