Mundos Entrelazados

Capítulo 20

-Buenos días.

-¡Elaine! Buenos días ¿Todo bien? La profesora nos dijo que estarías unos días ausentes por temas familiares.

-Sí, sí. Todo bien. Gracias.

Elaine sonríe agradecida pero decide detenerse después de cruzar la verja, como si estuviera esperando a alguien pero que en realidad lo ha hecho para que su compañera de clase se adelante. No tiene ganas de entrar al instituto después de saber la verdad sobre su familia. ¿Por qué sus padres nunca se lo dijeron?

Agita la cabeza desesperada. Apenas ha podido dormir bien esos dos días. Son tantas las pesadillas que la visitan por la noche que tiene miedo de cerrar los ojos y revivir esos días una y otra vez. Vuelve a agitar la cabeza y respira varias veces profundamente. Se siente mareada. Finalmente decide dar una vuelta por los alrededores y despejarse. La primera hora es historia y no le apetece nada escuchar la voz monótona de su profesor que provoca que la mitad de la clase se quede durmiendo y ella quiere evitar el dormir todo lo posible.

-Buenos días.

-Bue- ¿Eh? ¿No te ha parecido escuchar a alguien?

-Sí, qué raro. ¿Habrá sido desde las ventanas? – dos chicas se quedan mirando el edificio pero ahí no hay nadie. Y es que Elaine, a pesar de no querer encontrarse con nadie los saludos le salen automáticos pero esta vez no ha podido recibirlos de regreso al ser arrastrada a los matorrales de los jardines del instituto.

Su corazón le late tan fuerte que cree que va a sufrir un ataque, sobre todo cuando sabe perfectamente de quién es esa calidez que desprenden los brazos que la abrazan con fuerza.

-Por fin te encuentro, pequeña.

-¡Ban!

-¿Te he asustado? – Elaine está al borde de las lágrimas. Quería recibirle con una amplia sonrisa pero es incapaz de sonreír -¿Estás bien?

-Sí, sí, perdona, me has asustado.- Elaine se aleja de esa calidez pero Ban no lo va a permitir y vuelve a atraerla hacia él, esta vez abrazándola con más fuerza y enterrando su nariz entre los mechones de su pelo. Le encanta el olor a fresas que desprende la chica – Ban...no puedo respirar.

-Perdona, es solo que parece que ha pasado una eternidad desde que no nos vemos.- sus brazos van perdiendo fuerza pero no deja que se vaya de su lado. Por el contrario, Elaine no quiere que la suelte pero debe alejarse de él. Ya ha tomado una decisión con respecto a lo que el director le dijo pero ¿Cómo podrá afrontarlo? - ¿Qué tal el viaje? ¿Te apetece saltarte la primera clase y hablamos?

-Ya he faltado mucho.- dice ésta consiguiendo desprenderse de sus brazos y levantarse. Se siente mareada. Le duele la cabeza, los ojos, el cuerpo. Sabe que necesita dormir pero no quiere – Hablamos luego.

-¡Espera! – Ban la detiene y se esconden abrazos tras un árbol. Varios alumnos rezagados reciben la regañina del profesor de biología, Gowther, que no está para muchos ánimos esa mañana - ¿Por qué esas prisas? Además, ¿Te encuentras bien? Estás muy pálida.

-¡Estoy bien! – le grita apartando su mano de un manotazo. Elaine se disculpa rápidamente pero el dolor y la incomprensión en el rostro de Ban la rompen en mil pedazos – Perdona, no he dormido bien – pero por más que se disculpe Ban ya sabe que pasa algo y no la va a dejar ir así como así – Luego hablamos, en serio, tengo que ir a clase – sin embargo, no da ni dos pasos cuando cae desplomada al suelo.

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-Está agotada. Solo necesita dormir.