Capitulo 25

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¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!

El templo se llenó de gritos, risas, felicitaciones, abrazos, besos y saltos de alegría para recibir al año nuevo. Elaine y Diane se abrazan con algunas compañeras de clase mientras los chicos saltan a su alrededor como locos. A pesar del frío ninguno quiere regresar a casa todavía pues aún falta mucha noche por delante pero antes tienen algo que hacer.... Comprar un amuleto de la buena suerte para los exámenes de la universidad que estan a la vuelta de la esquina.

-Elaine ¿Cuál quieres?

-N-no lo sé, no veo muy bien. – dice la rubia intentando no soltar la mano de su amiga pero el puesto al que han acudido está lleno de jóvenes que también quieren uno de esos famosos amuletos.

-Espérame fuera. Te compraré uno para la buena suerte. ¿Quieres alguno más?

-No, no, con ese tengo suficiente. – se s suelta de la mano y sale de ese mar de empujones. Al ser tan pequeña algunos adultos quieren ayudarla al pensar que se trata de una estudiante de primaria perdida, pero Elaine, muerta de la vergüenza, les da las gracias y anda más deprisa para salir pronto de allí.

-Hey ¿Estás bien? – le preguntan al estar a punto de caerse al suelo y caer a los brazos de un chico.

-Sí, sí, lo sien- ¡Hellbram! ¿Qué haces aquí? Pensábamos que no podías venir, que hoy trabajabas.

-Mi padre me ha dado el resto de la noche libre, pero no he llegado a tiempo para recibir el año nuevo con todos.

-¿Cómo nos has encontrado? – le pregunta pero de nuevo cae entre sus brazos al ser empujada por una chica que corre despavorida hacia el puesto de los amuletos de amor.

-Será mejor que nos alejemos un poco de todo este caos.

-Sí, tienes razón. Avisaré a Diane y a los demás.

Hellbram la agarra de la mano y tira de ella para caminar hacia la salida del templo. Hasta que no llegan al final de las escaleras no se sueltan de las manos y a Elaine no le importa ir agarrada de esa calidez hasta el final de su trayecto. Le envia rápidamente su ubicación a Diane y se apartan un poco de las escaleras. Allí también hay muchos grupos de jóvenes esperando al resto de sus amigos o intentando ponerse de acuerdo para saber dónde ir.

-Por cierto ¡Feliz año nuevo! – le grita Elaine con una amplia sonrisa.

-Feliz año nuevo a ti también, Elaine. – le devuelve la sonrisa y rápidamente se ponen a hablar de los exámenes y de qué van a cantar en el karaoke dentro de un rato. Hablan tan emocionados que en uno de sus ataques de risa, Elaine levanta los brazos para seguir contándole una anécdota sobre King cuando de nuevo la empujan y esta vez con tanta fuerza que a Hellbram no le da tiempo a agarrarla y cae al suelo de rodillas.

-Uy, perdona, eres tan pequeña que no te había visto.- una risita falsa asoma por la comisura de los labios de esa chica con pelo grisáceo que la observa desde arriba con superioridad. Cuando Elaine la ve siente que el mundo se le cae encima. Es ella. La novia, o no novia de Ban. Entonces, si ella está allí, quiere decir que él... mira a su alrededor con el corazón en un puño pero no le ve por ninguna parte. Suspir aliviada y se levanta con la ayuda de Hellbram.

-¿Acaso lo has hecho a propósito? – le pregunta éste enfadado – También la has empujado antes, cuando estábamos en el puesto de los amuletos.

-¿En serio? Si ha sido así perdona, ya te he dicho que eres muy pequeña. ¿Has perdido a tus padres? ¿Quieres que te acompañe a la estación de policía? – de nuevo esa risita falsa que a Elaine le pone los pelos de punta. Hay algo en su mirada que no le gusta nada. Hay maldad en ellos. Demasiada

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