Mundos Entrelazados

Capítulo 16

-¡¡Esto es sumamente divertido!! – gritan las chicas mientras dan vueltas y vueltas en las tazas de café bajo la mirada de sus respectivos novios que no pueden evitar sonreír y hacerles fotos, sobre todo en el caso de King.

-¿Por qué no te has subido con ellas?

-¿Y vomitar delante de Diane? Ni en broma.

-Pues por eso te lo digo hombre. ¡Hubiera sido muy divertido! – Ban no puede dejar de reír mientras le da pequeños codazos a King en el hombro que le mira irritado. A Ban siempre le ha gustado meterse con él. Las risas de Diane hacen que vuelva la mirada hacia ella y siga haciendo fotos y vídeos mientras Meliodas le limpia la baba con un pañuelo.

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-¿Dónde vamos ahora?

-¿La caída libre? ¿Los coches de choque?

-¿Qué tal allí? – señala Elaine. Meliodas y Ban asienten varias veces mientras a King se le revuelve el estómago con tan solo mirar hacia arriba. ¡La montaña rusa más alta del país! - ¿Qué decís?

-¡Me apunto! – exclaman y salen corriendo hacia el lugar mientras Diane y Eli van pensando si subirse o no durante el camino. Al llegar, King respira aliviado al ver la impresionante cola de más de una hora para poder disfrutar de la adrenalina – Una hora... ¿Lo posponemos para después? – pregunta Meliodas a lo que todos están de acuerdo – Sate, sate, sate~ ¿Qué os parece si entramos ahí?

Todos se giran para ver donde están señalando y un murmullo de aprobación confirma donde será su próxima parada. Aprobación por todos menos por uno que ahora, la montaña rusa, sí le parecía mejor opción...

-Si tienes miedo puedes agarrarte a mi brazo.

-Eres todo un caballero, pero yo iba a ofrecerte el mío.

-¿Insinúas que las casas del terror me dan miedo?

-Quién sabe... - Elaine sonríe con malicia a lo que Ban detiene esa sonrisa con un espontaneo beso.

-Pero qué atrevido que es nuestro Ban... Ten cuidado o será él quien te ataque en la oscuridad.- susurra Meliodas que se esconde detrás de Eli rápidamente para esquivar los puños de su amigo quien tiene toda la cara roja por el comentario, mientras que Elaine desvía la mirada con una sonrisa nerviosa al pensar cómo sería si pasase eso...

-King, me estás haciendo daño en la mano.

-¡L-Lo siento!

-¿Estás bien? No sabía que te diera miedo este tipo de atracción.

-Y n-no me da-dan mi-miedo, es solo que... ¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaah!!! – grita al ver un horrible hombre desfigurado dejando atrás a Diane que no puede evitar sonreír mientras piensa lo mucho que quiere a ese chico.

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-¿Te encuentras mejor?

-Sí...gracias...

-Mira que eres blandengue, King.

-Ban, tú eres el menos indicado para hablar. También te has asustado cuando esa chica de cabellos largos se te ha acercado por detrás.

-¡Eso no es verdad!

-Sí, lo es. Teníais que ver el salto que ha dado. ¡La cara blanca!

Elaine rompe a reír acompañada de sus amigos mientras la cara de Ban no deja de ponerse más colorada por momentos. ¡Ahora verás! Exclama y agarra a Elaine por la cintura para cargársela sobre el hombro.

-¡Ban! ¡Suéltame!

-Tú te lo has buscado. Chicos, nos vemos a la hora de comer.- y sin esperar respuesta sale corriendo agarrando con fuerza a la chica que no deja de protestar y enterrar su rostro en su espalda al sentir la mirada del resto de visitantes que están disfrutando de un buen día de diversión.

-¡Por favor Ban, bájame!

-En cuanto lleguemos al lugar de tu castigo.

¿Castigo? Piensa Elaine y su mente se llena de imágenes de todo tipo de cosas raras. Cierra los ojos con fuerza y no los vuelve a abrir hasta que siente sus pies de nuevo tocar tierra.

-Hemos llegado.

Los abre poco a poco, temiéndose algo malo cuando lo que ve delante de ella no es ni más ni menos que la enorme noria que podían ver desde la entrada.

-Tenía pensado que fuera nuestra última atracción del día pero no me has dejado otra opción. ¿Quieres subir conmigo? – Ban tiende su mano y Elaine se aferra a ella como si no hubiera un mañana. Las sonrisas de ambos brillan por sí solas y sus corazones rebosan tanta felicidad que son ajenos a lo que realmente está pasando en un lugar lejano a ellos...

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-Señor, ya ha llegado.

-Ya era hora. Trae.- le tiende un sobre marrón y de su interior saca un fajo de folios. Los revisa cuidadosamente sin perder detalle a la información que tiene sobre su mesa hasta sonreír finalmente.

-¿Ha conseguido encontrar lo que buscaba, señor?

-Mucho más que eso, Gowther. Lo que hay aquí está relacionado con un futuro y una venganza que llevo queriendo alcanzar desde hace muchísimo tiempo.

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