Mundos Entrelazados

Capítulo 19

NOTA: Siento muchísimo haber tardado tiempo tiempo en actualizar la historia pero el mes que viene hago el examen de las oposiciones y apenas tengo tiempo para escribir pero quería actualizarla para no teneros tanto tiempo esperando pero pasará bastante hasta que pueda subir otro capitulo. De nuevo disculpar la demora y gracias a la que estáis siguiendo esta historia. 

Ethera. 

-Buenos días, Ban~ - pero a pesar del cálido saludo de Meliodas, Ban ni siquiera ha apartado la mirada de la ventana a lo que Meliodas lo interpreta a que está enfadado, por esa misma razón, levanta la mano para darle una colleja cuando Eli le detiene justo a tiempo y le pide que la acompañe un momento al pasillo. Al salir, King les está esperando - ¿Tú sabes que es lo que le pasa a Ban?

-Elaine.

-¿Ha pasado algo? ¿Se encuentra bien? – pregunta Eli preocupada.

-Sí, sí, está bien, pero ha tenido que ausentarse unos días por razones familiares.

-Entonces, ¿Por qué Ban está enfadado?

-Porque no sabe nada de ella desde que se vieron la última vez y de eso hace ya tres días.

-No lo entiendo. ¿Elaine no le ha avisado de que se iba?

-Sí, pero desde entonces no responde a sus mensajes ni llamadas. A la única que le contesta de vez en cuando es a Diane.

-¿Y sabes cuándo regresará? – pero King niega con la cabeza. Su madre ha acompañado a Elaine a un viaje del que ni él sabe a dónde se han dirigido. Y su padre tampoco le da más explicaciones, tan solo que la espere.

Los tres regresan al aula cuando ven entrar al profesor pero justamente cuando éste comienza a hablar, Ban se levanta de su asiento y se va. Nadie ha dicho nada, están tan acostumbrados a esa situación que continúan con la clase sin más.

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-¿Es este el lugar?

-Creo que sí. ¿Te gusta?

Elaine observa a su alrededor. ¿Cómo no le va a gustar ese paisaje? El mar que se aleja de ellas desde aquel acantilado es precioso.

-No sabía que mis padres se conocieron aquí.

-Bueno, sí y no. Ya se conocían del instituto pero ya sabes que los becados y los alumnos modelo no pueden relacionarse entre sí por eso se conocían de vista pero jamás habían hablado hasta el día de la excursión. Aunque creo que esa historia ya la conoces. – la madre de King le sonríe con muchísima calidez y Elaine asiente. Claro que la conoce, sus padres siempre se la contaban una y otra vez y le prometieron que algún día la llevarían para que viera aquel increíble paraje pero nunca pensó que llegaría el día y que lo viviera de la forma en el que estaba a punto de vivirlo.

-¿Estás preparada?

Pero por mucho que Elaine se mentalizase que ha llegado la hora jamás sería capaz de decirles adiós. La madre de King saca una vieja urna metalizada de su bolsa y se la tiende pero  ésta es incapaz de aceptarla.

-Elaine, si no quieres hacerlo hoy no pasa nada. Podemos venir otro día.

-Si no lo hago hoy no regresaré jamás.

Las lágrimas resbalan por su pálido rostro mientras la brisa marina juguetea entre sus cortos mechones rubios. Siente la calidez del abrazo de la madre de King para luego marcharse tras haber dejado la urna entre sus brazos. La abraza con toda la fuerza de la que dispone en ese momento mientras las lágrimas salían y salían cayendo a borbotones en la tierra que una vez sus padres pisaron y sus vidas comenzaron a latir en una sola donde años más tarde se apagarían para siempre.

Elaine no regresó al instituto hasta un par de días después de regresar de su viaje con la madre de King. 

-¿Debería decirle a Ban que ha regresado?

-Ya lo sabe. Elaine le envió un mensaje esta misma mañana para decirle que en unos días regresará a clase pero... creo que ha pasado algo más.

-¿A qué te refieres?

-Sé que Elaine ha sufrido mucho este último año pero en los últimos meses había vuelto a sonreír, era la Elaine que conocíamos y a la que tanto de menos habíamos echado pero de nuevo siento como si estuviera hundiéndose en la oscuridad.

-Bueno, ha tenido que esparcir las cenizas de sus padres y decirles adiós, no creo que haya sido fácil para ella.

-Lo sé, pero por eso digo que hay algo más y creo que tiene que ver con Ban.

-¿Crees que le ha hecho algo? – pregunta King asustado.

-No, sabes que Ban no le haría nada a Elaine que la pudiera herir, pero tengo la sensación de que va a pasar algo y que será Ban quien acabe lastimado.

King no entiende nada de nada pero no quiere seguir preguntando. Cuando éste tiene una corazonada muy pocas veces se equivoca y espera que esta vez fuera una de esas pocas veces.

-¿Y qué tal el viaje? ¿Te lo has pasado bien?

-Sí...

-Te noto ocupada.

-Estoy terminando de hacer los ejercicios de estos días. ¡Cuántas cosas me he perdido!

-Normal, los exámenes están a la vuelta de la esquina y Navidad también. Por cierto, hablando de las navidades, ¿Te gustaría que-

-Perdona Ban, pero ahora mismo tengo la mente bloqueada para hablar de eso. ¿Podemos dejarlo para otro momento?

-Sí, claro, siento haberte interrumpido. Te veré pasado mañana.

-Adiós.

Y Elaine cuelga tan deprisa que no le da tiempo a Ban a decirle las palabras que tanto tiempo lleva retenidas en su interior...

-Navidad, ¿eh? – susurra Elaine y se tumbóa sobre la cama para intentar despejar la mente. Desde que ha empezado a salir con Ban todo su mundo ha cambiado por completo y siente que puede ser feliz de nuevo pero después de la conversación con su padre todo se ha vuelto oscuro. Se incorpora de nuevo y su mirada se clava en el último cajón de su escritorio donde ha guardado la carpeta que le ha entregado el director y de la que no quiere saber nada pero... - ¿Debería abrirla?

Se pone en pie y abre el cajón. El corazón le golpea con fuerza,  le tiembla el cuerpo, las manos, las piernas. Quiere cerrar de nuevo el cajón y olvidarse pero dede de darle una respuesta al director y aunque sabe muy bien cual será antes tiene que prepararse para saber qué sucederá si la familia de su madre descubre que está en Liones. ¿Cómo reaccionarán? ¿Irán a verla? Ella siempre ha querido conocerles pero desde su encuentro con el director tiene un presentimiento muy extraño cada vez que piensa en ellos. Se arrodilla, coge la carpeta y la abre sobre el escritorio de su habitación. Con tan solo un vistazo a la primera página siente como cae a un profundo mar tan oscuro donde el oxígeno va evaporándose poco a poco...

-No puede ser... esto...esto... es imposible...