Capitulo Dos

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Harry.

Eran pasada de las once de la noche, mamá ya se encontraba durmiendo, Gemma y Jaden aun seguían despiertos jugando con sus teléfonos y yo seguía en mi cama rodeado de miles de libros y apuntes que necesitaba repasar para el maldito examen que presentaría mañana.

Y por si se lo preguntaban, no, no había estudiado nada en toda la tarde después del colegio. La verdad estuve muy ocupado dándole placer a mi novio como para estudiar y ahora estaba afrontado la realidad, repasando una y otra y otra las malditas ecuaciones.

- Si seis por equis menos doce al cuadrado es igual a dos mil cuatrocientos. ¿Cuánto sería si en vez de doce al cuadrado fuese seis al cubo? -. Dije en voz quedito mientras mordía la punta de mi lápiz pensando y analizando la respuesta.

- ¡NI MIERDA! ¡No sirvo para las matemáticas! -. Exclamé, arrojando el libro al piso mientras me tumbaba en la cama con los brazos extendidos y las piernas flexionadas.

- Lenguaje, corazón -. Escucho aquella voz que tanto anhelo y amo en toda mi vida, sacándome una radiante sonrisa.

Ruedo en la cama, quedando bocabajo, observando a mi Daddy sentado en el umbral de la ventana mientras terminaba de textear algo en su celular, luego lo guarda en su bolso trasero, para asi levantar la mirada y verme con esa bella sonrisa.

- Hola, amor -. Saluda parándose del umbral, caminando hacia mi cama. Sin pensarlo dos veces, tiro un par de libros al piso y se recuesta a mi lado, rodeando con su brazo derecho mi cintura.

Sonreí por aquel gesto mientra poso mi cabeza en mis brazos aún estando bocabajo.

- Hola -. Le dije acercándome lentamente a él, rozando nuestros labios. - ¿Desde cuándo estás ahi? -.

Louis suelta una risita juguetona, cortando nuestra distancia y plantándome un beso,  un beso lento y suave, que cada vez que me los daba, me sentía a morir, me llevaba a otro nivel, sintiendo aquella típicas mariposas en el estomago, sintiéndome libre de besarlo sin que nadie nos moleste o diga algo, en donde nos transmitamos nuestro amor hacia el otro.

Mis besos favoritos.

- Desde que te cambiaste tu lindo apuesto que tenías antes de irme, a tu pijama de arcoiris -. Dice cuando nos separamos, no del todo, haciendo que mis mejillas se pintaran de color carmín.

Sí, quizás estén pensando "pero que no te ha visto ya varias veces desnudo", sí lo ha hecho, pero siempre que se presenta esta situación, me gana la timidez y es ahi en donde me sonrojo y sonrió como imbécil.

- Dios, que vergüenza, Lou -.

- Ay, amor, como si nunca te hubiera visto desnudo alguna vez -. Me dice tan descaradamente, acariciando de arriba a abajo con su mano mi espalda y parte baja, casi llegando a mi trasero.

Suelto una sonrisita bajando la mirada, ya que sus caricias me causan cosquillas. Me remuevo en la cama, haciendo que su mano tocase al fin mi trasero.

Levantando una ceja y con una sonrisa pervertida, Lou se empieza a acercar a mí, aún teniendo su mano en una de mis pompis.

- Amo cuando te sonrojas, Baby -. Su voz ronca y sensual, hace que me muerda el labio. Sonrojado a más no poder, me acerco lentamente a él y le planto en los labios un casto beso. Él me devuelve el gesto con una sonrisa.

- ¿Que estudiabas? -. Me pregunta después de un tiempo en donde ninguno hablaba y solo nuestro respirar se escuchaba.

- Matemáticas -. Contesto de mala gana, inclinándome un poco al piso, pasando parte de mi cuerpo por encima de mi Daddy para alcanzar a recoger el libro que anteriormente había tirado.

- ¿Te ayudo?

- ¿Acaso sabes algo sobre matemáticas o solo lo haces para lucirte frente a mí? -. Al parecer mi pregunta lo indigno, ya que me queda viendo con mala cara, causándome una carcajada que quizás fue bastante ruidosa.

- ¡Harry, amor! ¿Te encuentras bien? -. Okay, sí. Fue demaciado ruidosa, ya que hice despertar a mi madre, logrando que Louis se burle de mi rostro, pues me había callado derrepente al escucharla.

- Emm... ¡Sí, má! ¡Es solo que... Leí un chiste bastante chistoso! -. Díganme mentiroso, pero no me iba a arriesgar a que mi madre se enterara que andaba en un romance con el niñero de mis hermanos y para colmo nueve años mayor que yo.

Pero yo lo amaba y el a mi y si era necesario mentir para permanecer juntos... Entonces mentiría si fuese necesario.

Y fue así que pasamos la noche, entre carcajadas, burlas, besos, caricias y una que otra insinuación sexual hacia el otro, dejando los estudios a un lado, quedándonos dormidos en los brazos de otro.

Luego veremos como me va mañana.

Luego veremos como me va mañana

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-AnnieLsTk.

My Little Baby Boy || LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora