[SINÓPSIS]
¿Qué pasa si un día descubres que el amor de tu vida es aquel niñero guapo y bien vestido que cuida a tus hermanos menores?
Pues esto es lo que le pasa a Harry, al verse enamorado profundamente del niñero de sus hermanos.
╰─► Contenido a...
La tarde lluviosa en aquel oscuro cuarto, hacia que el ambiente se volviera aun mas deprimente de lo que ya era, las gotas de lluvia viajaban muy lentamente por aquel ventanal simulando lágrimas, las frazadas frías como el corazón de su padre, hacían que el pequeño ser, que se encontraba acostado bajo estas, extrañara la presencia de su hermoso Daddy, que extrañara sus brazos fuertes acercándolo más a él, los susurros en el oído, las caricias suaves que le ortogaba, que extrañara todo de él en ese momento.
Y es que después de la pequeña confesión, Anne solamente había roto en llanto. Y sin darse cuenta de que su padre había entrado a la casa y escuchado gran parte de la conversación.
— ¡Metere a ese bastardo a prisión! — Había gritado una vez que se acercó a Anne y la tomó de los brazos con fuerza — Y a ti... — Se acercó a Harry, quien al momento de escuchar eso su corazón empezó a latir a mil por minuto, empezó a alterarse más. Se acercó a su padre rogándole que no lo hiciera, que él amaba tanto a Louis y que se había entregado a él por amor y no por la fuerza — ¿Amor?! ¡Ja! No me hagas reír, maldito estúpido — Lo tomó con fuerza el brazo, sangoloteandolo bruscamente — Ahora sí t iras a vivir conmigo y esta vez te haré un hombre de verdad — Sin escuchar al menor, solamente negaba con la cabeza, mientras lo tomaba fuertemente del brazo y lo dirigía hacia su habitación.
Harry protestó.
Anne solo lloraba.
Y Des solo expulsada maldad por su mirada e insultos por su boca.
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Mientras tanto, el sr. Tomlinson al escuchar aquello no había hecho nada mas que soltar una carcajada, tomar en sus brazos a su hijo, dándole un y un millón de felicitaciones, dejando algo desconcertado al castaño.
-Osea que... ¿no estás enojado o algo por el estilo? -Mark negó con alegría emanando de su sonrisa.
-Por supuesto que no... Ademas, tu crees que soy demasiado estúpido para no notar lo feliz que te pones cuando tocamos el demás de ese muchacho -Avergonzada, baja la cabeza con una bella sonrisa.
Se había despedido de su padre, escusandose que se le hacia tarde para ir a su otro trabajo. Su padre se había ofrecido a llevarlo puesto que el cielo se estaba nublando dando indicios que empezaría a llover, pero Louis se negó.
Afuera ya había empezado a llover, las gotas frías salpicaban cautelosamente bajo sus zapatos, iba pensando en lo mucho que quería a su padre, en lo afortunado que era al saber que lo apoyaba; sonrió feliz.
Con las manos en sus bolsillos se detuvo frente a su auto, sacó las llaves, quito seguro y se metió de lo más tranquilo a su auto.
Ya adentro, no pudo contenerse y soltó un grito de felicidad.
— Dios, gracias. De verdad gracias por darme un padre como lo es mi papá — Sonrió a la nada, empezando a encender el auto y poniendolo en marcha.
