Una guerrera sabe esperar aunque muchas veces no le guste la espera y carezca de paciencia recuerda que no es a su tiempo que labora el Maestro si no al suyo propio y trae a memoria cuantas veces espero y fueron contestadas sus peticiones. Puede que en el instante sienta que es necesario ser respondida en el momento pero sabe que su Dios nunca se ha equivocado y espera en paz pues confia grandemente que el Señor esta en silencio porque la respuesta ya viene y es grande en tamaño.