Es largo, tortuoso por momentos, y a veces quieres apresurarte lo más que puedas y ver si lo puedes terminar antes, pero sabes lo mas importante es detenerte y observar lo que te rodea y quiénes te rodean, saber en dónde están los baches y dónde las curvas cerradas, que momento es bueno para correr y cuál es bueno para tener cuidado, ser consciente de cada bendicion y de cada prueba y agradecer al Padre por ellas, es bueno contar con las personas que te animan y aquellas que te apoyan pero reconoce quien es bueno para caminar junto a ti. Una mala compañía puede afectarte el ánimo en el camino y hacer que desees renunciar, sabes? Estás compañías pueden decirte una tan sola palabra que puede hacer que tu regreses y no vuelvas. Pero una buena compañía puede ser tan grata para viajar, te puede hacer reír y te puede ayudar, te puede aconsejar y te puede guiar. El camino a la salvación uno solo es, pero depende de ti cómo lo recorres, alejate del que no te edifica ni te instruye si no antes busca un compañero en el que se refleje el rostro de Cristo para que el camino sea menos cansado.