Son las malditas una de la mañana ¿Quién se atreve a llamarme a esa hora?, me encontraba plácidamente en mi cama descansando luego de casi llorar toda la tarde, cuando por fin ya he tomado el sueño y he podido profundizarme en los brazos de Morfeo deciden llamarme.
Llamada Telefónica:
-¿Qué?-Pregunte con voz cabreada.
-______-Dijeron del otro lado de la línea con un susurro débil pero es más que obvio por la gravedad de la voz que se trata de un hombre.
-¿Quién eres?-Pregunte asustada, no es que sea gallina pero que te llamen a las una de la mañana no es cuestión de gracia.
-¿Puedes venir por mí?-Pregunto aún sin decirme quien me estaba hablando.
-¿Puedes decirme quién eres?-Dije frustrada, si esta persona no me dice con quién hablo voy a colgarle.
-Soy Claudio-Confeso y mi corazón se aceleró-Tengo días libres y pensé que tal vez podría relajarme en Viña del Mar pero mi auto se averió y estoy en una carretera oscura a las una de la mañana-Suspiró-Juro no molestarme después de esta noche, ¿Podrías venir?-Suplico.
-Envíame tu ubicación e iré por ti-Corte la llamada.
Estúpido Claudio, Estúpidos buenos sentimiento. Tome las llaves del auto de mi hermano, coloque la dirección que Claudio me envío en el GPS y conduje durante media hora pero al fin llegue y pude ver el auto de Claudio en una esquina de la carretera la cual estaba llena de árboles y se veía realmente terrorífica. Baje del auto no sin antes apagarlo y camine hasta el auto pero no vi nada dentro de él, ¿Sera que algo malo le paso? ¿Lo habrán secuestrado? ¿Lo lastimaron? Asustada saque mi celular y empecé a llamarlo y escuche su tono pero parecía provenir del bosque, camine acercándome a los árboles asustadísima.
-¿Claudio estas aquí?-Pregunte aun asustada, le marque otra vez y pude ver su celular en el suelo alumbrando-¡Oh mierda!-Exclame-¡Claudio Andrés Bravo Muños si esto es una broma, quiero decirte que jamás te hablare!-Grite.
-¡_______!-Escuche su voz justo detrás de mí cosa que hizo que me asustara y tirara nuestros celulares y que callera de espaldas sobre Claudio, cosa que provoco que ambos quedáramos en el pasto húmedo uno junto al otro.-¿Te asuste?-Me pregunto divertido.
-Eres un idiota-Le dije y el soltó una carcajada-Ayúdame a buscar mi celular.
-Yo también estoy buscando el mío-Vi como sonrío por la preciosa luz de la luna.
-Yo encontré el tuyo pero lo tire por ese susto-Le aclare.
Luego de buscar por unos segundos logramos encontrarlos, no estaban tan lejos.
-¿Qué vamos hacer con tu auto?-Pregunte sentada sobre la cajuela del auto de Claudio.
-No lo sé-Se encogió de hombros acercándose a mí y metiéndose entre mis pierna para enrollar sus brazos en mi cintura y poniendo su cabeza en mi pecho.-Hueles tan bien-Hablo aspirando mi aroma-Hueles a fresa.-Se acurruco más en mi pecho y yo solo quería regular los latidos de mi corazón para evitar que el los escuchara.
-Claudio-Le hable y el levanto su rostro para mirarme a los ojos, haciendo que quedáramos a milímetros, ya nuestros labios rosaban-
-¿Dime?-Hablo mirando mis ojos intensamente
-Bésame antes que recupere la cordura-Dicho esto sus labios impactaron los míos de forma suave y lenta, acariciando mi espalda y yo acariciando su cabello.
-Me gustas-Dijo al momento en que nos separamos pegando nuestras frentes y mirándome a los ojos-¿Yo te gusto?-Pregunto con rostro ilusionado...
Continuara...
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